Los espero en el Cielo


Cuando tenga que dejarlos por un corto tiempo, por favor, no se entristezcan, ni derramen muchas lágrimas, ni abracen su pena por mí, mucho tiempo.

Al contrario, empiecen con valentía y con una sonrisa. Y en mi memoria y en mi nombre, vivan su vida y hagan las cosas igual que antes.

No aumenten su soledad con días vacíos sino que llenen cada hora que están despiertos con actos útiles.

Den su mano para ayudar, consolar y animar; y yo, en cambio, los ayudaré a ustedes.

Y nunca, nunca tengan miedo de morir, pues los estoy esperando en el cielo.

Anónimo

Recopilación del libro Un Nuevo Regalo Excepcional

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