¡Piensa en mí!

Si tú me amas, no llores más por mí...

Si conocieras el misterio insondable del cielo donde me encuentro...

Si pudieras ver y sentir lo que yo siento y veo en estos horizontes sin fin y en esta
Luz que todo alcanza y penetra, tú jamás llorarías por mí.

Estoy ahora absorto por el encanto de Dios y por sus expresiones de infinita belleza.

En confrontación con esta nueva vida, las cosas del pasado son pequeñas e insignificantes.


Conservo aún todo mi afecto por ti y una ternura que jamás pude en verdad revelarte.

Nos quisimos entrañablemente en vida pero todo era entonces muy fugaz y limitado.

Vivo en la serena expectativa de tu llegada un día... entre nosotros.

Piensa en mí en tus luchas diarias; piensa en esta maravillosa morada donde no existe la muerte y donde estoy junto a la Fuente inagotable de la Alegría y del Amor.

Si verdaderamente me amas, no llores más por mí...

¡ESTOY EN PAZ!

Anónimo

Recopilación del libro Un Nuevo Regalo Excepcional

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