Trabajo y alegría ¿Por qué tendemos a desunir el trabajo y la alegría? Nuestro día de labor no suele ser nuestro día de júbilo; por tanto queremos un día de descanso; porque desdichados como somos, no podemos advertir que nuestra fiesta puede estar en nuestro trabajo. El río encuentra su placer al fluir hacia adelante; el fuego lo encuentra en la irrupción de su llama; la esencia de la flor lo ve en la purificación de la atmósfera; pero en nuestro trabajo de todos los días no hay para nosotros tal placer. Y el trabajo nos abruma porque no nos abandonamos, porque no nos entregamos a la tarea gozosamente y por completo. Dondequiera que los campesinos labran la dura tierra, emerge la alegría en el verdor de los maizales; dondequiera que el hombre desaloja la enmarañada selva y suaviza el pedregal y se proporciona espacio para construir su hogar, allí la alegría lo envuelve en el orden y la paz. |
Recopilación del libro Un Nuevo Regalo Excepcional
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