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Conocimientos que concientizan |
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Cuando me refiero a creer me refiero a sentir, Mariana SINTAXIS Un hombre mirando fijamente sus ecuaciones Dijo que el universo tuvo un comienzo. Hubo una explosión, dijo. Un estallido de estallidos, y el universo nació. Y se expande, dijo. Había incluso calculado la duración de su vida: Diez mil millones de revoluciones de la Tierra alrededor del Sol El mundo entero aclamó; Hallaron que sus cálculos eran ciencia. Ninguno pensó que al proponer que el universo comenzó, El hombre había meramente reflejado la sintaxis de su lengua madre; Una sintaxis que exige comienzos, como el nacimiento Y desarrollos, como la maduración, Y finales, como la muerte, en tanto declaraciones de hechos, El universo comenzó, Y está envejeciendo, el hombre nos aseguró, Y morirá, como mueren todas las cosas, Como él mismo murió luego de confirmar matemáticamente La sintaxis de su lengua madre. OTRAS SINTAXIS ¿El universo, realmente comenzó? ¿Es verdadera la teoría del Gran Estallido? Éstas no son preguntas, aunque suenen como si lo fueran. ¿Es la sintaxis que requiere comienzos, desarrollos y finales en tanto declaraciones de hechos, la única sintaxis que existe? Ésa es la verdadera pregunta. Hay otras sintaxis. Hay una, por ejemplo, que exige que variedades de intensidad Sean tomadas como hechos. En esa sintaxis, nada comienza y nada termina; Por lo tanto, el nacimiento no es un suceso claro y definido, Sino un tipo específico de intensidad, Y asimismo la maduración, y asimismo la muerte. Un hombre de esa sintaxis, mirando sus ecuaciones, Halla que ha calculado suficientes variedades de intensidad Para decir con autoridad Que el universo nunca comenzó Y nunca terminará, Pero que ha atravesado, atraviesa, y atravesará Infinitas fluctuaciones de intensidad. Ese hombre bien podría concluir que el universo mismo Es la carroza de la intensidad Y que uno puede abordarla Para viajar a través de cambios sin fin, Concluirá todo ello y mucho más, Acaso sin nunca darse cuenta de que está meramente confirmando la sintaxis de su lengua madre. SOMBRAS DE BARRO "No hay nada mítico acerca de los chamanes; eran seres prácticos,
y lo que ellos describían era siempre algo muy sobrio y muy realista.
De acuerdo a don Juan, la dificultad de entender lo que los chamanes hacían
estaba en que ellos procedían desde un sistema cognitivo diferente. "Hay
montones de fuerzas externas controlándote ahorita mismo. El control al
que me refiero es algo que está fuera del dominio del lenguaje. Es tu
control pero a la vez no lo es. No puede ser clasificado, pero sí puede
ser experimentado. Y, por cierto y por sobre todo, puede ser manipulado.
Recuerda: puede ser manipulado, por supuesto, para tu beneficio total,
que no es, claro, tu propio beneficio sino el beneficio del cuerpo energético.
Sin embargo, el cuerpo energético eres tú, y así podríamos continuar indefinidamente
como perros mordiéndose la propia cola, tratando de explicar esto. El
lenguaje es inadecuado. Todas estas experiencias están más allá de la
sintaxis. Don Juan dijo que si yo prestaba atención intensamente a la
oscuridad del follaje, sin enfocar la mirada sino mirando con el rabillo
del ojo, vería una sombra fugaz cruzando mi campo de visión. -¿Qué es,
don Juan? -pregunté-. Veo sombras fugaces negras por todos lados. -Ah,
es el universo en su totalidad -dijo-, inconmensurable, no lineal, fuera
del reino de la sintaxis. Los chamanes del México antiguo fueron los primeros
que vieron esas sombras fugaces, así es que las siguieron. Y, sí, descubrieron
algo trascendental. "Descubrieron que tenemos un compañero de por vida
-dijo de la manera más clara que pudo-. Tenemos un predador que vino desde
las profundidades del cosmos y tomo control sobre nuestras vidas. Los
seres humanos son sus prisioneros. El predador es nuestro amo y señor.
Nos ha vuelto dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestras
protestas. Si queremos actuar independientemente, nos ordena que no lo
hagamos. -Has llegado, a través de tu propio esfuerzo, a lo que los chamanes
del México antiguo llamaban el tema de temas -dijo don Juan-. Me anduve
con rodeos todo este tiempo, insinuándote que algo nos tiene prisioneros.
¡Desde luego que algo nos tiene prisioneros! Esto era un hecho energético
para los chamanes del México antiguo. -¿Pero, por qué este predador ha
tomado posesión de la manera que usted describe, don Juan? -pregunté-.
Debe haber una explicación lógica. -Hay una explicación -replicó don Juan-,
y es la explicación más simple del mundo. Tomaron posesión porque para
ellos somos comida, y nos exprimen sin compasión porque somos su sustento.
Así como nosotros criamos gallinas en gallineros, así también ellos nos
crían en humaneros. Por lo tanto, siempre tienen comida a su alcance.
Sentí que mi cabeza se sacudía violentamente de lado a lado. No podía
expresar mi profundo sentimiento de incomodidad y descontento, pero mi
cuerpo se movía haciéndolo patente. Temblaba de pies a cabeza sin volición
alguna de mi parte. Comprendí claramente entonces, aunque fuera durante
sólo un segundo, que tenía dos mentes; sin embargo, el pensamiento fue
tan vago que se me fue instantáneamente. Lo que quedó era la simple sensación
de no poder cumplir con el requisito de don Juan. Pero en vez de elegantemente
aceptar mi incapacidad, permití que se convirtiera en algo amenazador.
Mi gran impulso en aquel tiempo era el de siempre quedar bien. Ser incompetente
equivalía a ser perdedor, algo que me era totalmente intolerable. Como
no sabía cómo responder al desafío de don Juan, hice lo único que sí sabía
hacer: me enojé. "No escuches a esa voz superficial que te hace sentir
rabia -me dijo con voz imponente-. Escucha a esa voz más profunda que
desde ahora en adelante te va a guiar, la voz que se está riendo. ¡Escúchala!
¡Ríete! ¡Ríete! -No, no, no, no -me oí decir-. Esto es absurdo, don Juan.
Lo que usted está diciendo es algo monstruoso. Simplemente no puede ser
cierto, para chamanes, o para seres humanos comunes, o para nadie. -¿Por
qué no? -don Juan preguntó calmadamente-. ¿Por qué no? ¿Por qué te enfurece?
-Sí, me enfurece -le contesté-. ¡Esas afirmaciones son monstruosas! -Bueno
-dijo-, aún no has oído las afirmaciones. Espérate un momento y verás
cómo te sientes. Te voy a someter a un bombardeo. Es decir, voy a someter
a tu mente a tremendos ataques, y no te puedes ir porque estás atrapado.
No porque yo te tenga prisionero, sino porque algo en ti te impedirá irte,
mientras que otra parte de ti de veras se alocará. Así es que, ¡ajústate
el cinturón! "Quiero apelar a tu mente analítica -dijo don Juan-. Piensa
por un momento, y dime cómo explicarías la contradicción entre la inteligencia
del hombre-ingeniero y la estupidez de sus sistemas de creencias, o la
estupidez de su comportamiento contradictorio. Los chamanes creen que
los predadores nos han dado nuestro sistema de creencias, nuestras ideas
acerca del bien y el mal, nuestras costumbres sociales. Ellos son los
que establecieron nuestras esperanzas y expectativas, nuestros sueños
de triunfo y fracaso. Nos otorgaron la codicia, la mezquindad y la cobardía.
Es el predador el que nos hace complacientes, rutinarios y egomaniáticos.
-¿Quiere usted decir, don Juan, que somos mezquinos y contradictorios
por naturaleza? -No, no somos mezquinos y contradictorios por naturaleza
-contestó-. Nuestras mezquindades y contradicciones son, más bien, el
resultado de un conflicto trascendental que nos afecta a cada uno de nosotros,
pero del cual sólo los chamanes tienen dolorosa y desesperadamente consciencia;
el conflicto entre nuestras dos mentes. -¿Pero de qué manera pueden hacer
esto, don Juan? -pregunté, de cierto modo más enojado aún por sus afirmaciones-.
¿Susurran todo esto en nuestros oídos mientras dormimos? -No, no lo hacen
de esta manera, ¡eso es una idiotez! -dijo don Juan, sonriendo-. Son infinitamente
más eficaces y organizados que eso. Para mantenernos obedientes y dóciles
y débiles, los predadores se involucraron en una maniobra estupenda (estupenda,
por supuesto, desde el punto de vista de un estratega). Una maniobra horrible
desde el punto de vista de quien la sufre. ¡Nos dieron su mente! ¿Me escuchas?
Los predadores nos dieron su mente. La mente del predador es barroca,
contradictoria, mórbida, llena de miedo a ser descubierta en cualquier
momento. "Aunque nunca has sufrido hambre -continuó-, sé que tienes unas
ansias continuas de comer, lo cual no es sino las ansias del predador
que teme que en cualquier momento su maniobra será descubierta y la comida
le será negada. A través de la mente, que después de todo es su mente,
los predadores inyectan en las vidas de los seres humanos lo que sea conveniente
para ellos. Y se garantizan a ellos mismos, de esta manera, un grado de
seguridad que actúa como amortiguador de su miedo. -No es que no pueda
aceptar esto como válido, don Juan -dije-. Podría, pero hay algo tan odioso
al respecto que realmente me causa rechazo. Me fuerza a tomar una posición
contradictoria, ¿cómo lo hacen? "Aprovechándose del único punto de conciencia
que nos queda, los predadores crean llamaradas de conciencia que proceden
a consumir de manera despiadada y predatorial. Nos otorgan problemas banales
que fuerzan a esas llamaradas de conciencia a crecer, y de esta manera
nos mantienen vivos para alimentarse con la llamarada energética de nuestras
seudo-preocupaciones.. Algo debía de haber en lo que don Juan decía, pues
me resultó tan devastador que a este punto se me revolvió el estómago.
Después de un pausa suficientemente larga para que me pudiera recuperar,
le pregunté a don Juan: -¿Pero por qué, si los chamanes del México antiguo,
y todos los chamanes de la actualidad, ven los predadores no hacen nada
al respecto? -No hay nada que tú y yo podamos hacer -dijo don Juan con
voz grave y triste-. Todo lo que podemos hacer es disciplinarnos hasta
el punto de que no nos toquen. ¿Cómo puedes pedirle a tus semejantes que
atraviesen los mismos rigores de la disciplina? Se reirán y se burlarán
de ti, y los más agresivos te darán una patada en el culo. Y no tanto
porque no te crean. En lo más profundo de cada ser humano, hay un saber
ancestral, visceral acerca de la existencia del predador. Mi mente analítica
se movía de un lado a otro como un yoyo. Me abandonaba y volvía, me abandonó
de nuevo y volvía otra vez. Lo que don Juan estaba afirmando era absurdo
e increíble. Al mismo tiempo, era algo de lo más razonable, tan simple.
Explicaba cada contradicción humana que se me pudiera ocurrir. ¿Pero cómo
podría cualquier persona haber tomado esto con seriedad? Don Juan me empujaba
al paso de una avalancha que me derribaría para siempre. -¡Qué tipo temperamental!
-dijo-. Un completo incrédulo, por un lado, y por el otro un pragmatista.
Tienes que arreglar esta lucha interna. Si no, vas a hincharte y a reventar
como sapo. Don Juan continuó hincándome su púa más y más profundo. -Los
chamanes del México antiguo -dijo- vieron al predador. Lo llamaron el
volador porque brinca en el aire. No es nada lindo. Es una enorme sombra,
de una oscuridad impenetrable, una sombra negra que salta por el aire.
Luego, aterriza de plano en el suelo. Los chamanes del México antiguo
estaban bastante inquietos con saber cuándo había hecho su aparición en
la Tierra. Razonaron que era que el hombre debía haber sido un ser completo
en algún momento, con estupendas revelaciones, proezas de conciencia que
hoy en día son leyendas mitológicas. Luego todo parece desvanecerse y
nos quedamos con un hombre sumiso. Quería enojarme, llamarlo paranoico,
pero de algún modo mi rectitud inflexible que por lo general se escondía
por debajo de la superficie de mi ser, no estaba allí. Algo en mí estaba
más allá de hacerle mi pregunta favorita: ¿Qué pasa si lo que él dice
es verdad? Aquella noche, al tiempo que me hablaba, de todo corazón sentí
que lo que me estaba diciendo era completamente absurdo. -¿Qué me está
diciendo, don Juan? -pregunté débilmente. Mi garganta estaba constreñida.
Apenas podía respirar. -Lo que estoy diciendo es que no nos enfrentamos
a un simple predador. Es muy ingenioso, y es organizado. Sigue un sistema
metódico para volvernos inútiles. El hombre, el ser mágico que es nuestro
destino alcanzar, ya no es mágico. Es un pedazo de carne. No hay más sueños
para el hombre sino los sueños de un animal que está siendo criado para
volverse un pedazo de carne: trillado, convencional, imbécil. Las palabras
de don Juan estaban provocando una extraña reacción corporal en mí, comparable
a la sensación de náusea. Era como si nuevamente me fuera a enfermar del
estómago. Pero la náusea provenía del fondo de mi ser, desde los huesos.
Me convulsioné involuntariamente. -Este predador -dijo don Juan-, que
por supuesto es un ser inorgánico, no nos es del todo invisible, como
lo son otros seres inorgánicos. Creo que de niños sí los vemos, y decidimos
que son tan terroríficos que no queremos pensar en ellos. Los niños podrían,
por supuesto, decidir enfocarse en esa visión, pero todo el mundo a su
alrededor los disuade de hacerlo. "La única alternativa que le queda a
la humanidad -continuó- es la disciplina. La disciplina es el único repelente.
Pero con disciplina no me refiero a arduas rutinas. No me refiero a levantarse
cada mañana a las cinco y media y a darte baños de agua helada hasta ponerte
azul. Los chamanes entienden por disciplina la capacidad de enfrentar
con serenidad circunstancias que no están incluidas en nuestras expectativas.
Para ellos la disciplina es un arte: el arte de enfrentarse al infinito
sin vacilar, no porque sean fuertes y duros, sino porque están llenos
de asombro. "El gran truco de esos chamanes de tiempos antiguos -continuó
don Juan-era sobrecargar la mente del volador con disciplina. Descubrieron
que si agotaban la mente del volador con silencio interno, la instalación
foránea saldría corriendo, dando al practicante envuelto en tal maniobra
la total certeza del origen foráneo de la mente. La instalación foránea
vuelve, te aseguro, pero no con la misma fuerza, y comienza un proceso
en el que la huida de la mente del volador se vuelve rutina, hasta que
un día desaparece de forma permanente. ¡Un día de lo más triste! Ése es
el día en que tienes que contar con tus propios recursos, que son prácticamente
nulos. No hay nadie que te diga qué hacer. No hay una mente de origen
foráneo que te dicte las imbecilidades a las que estás habituado. -Mi
maestro, el nagual Julián, les advertía a todos sus discípulos -continuó
don Juan-, que éste era el día más duro en la vida de un chamán, pues,
después de una vida de dominación, la verdadera mente que nos pertenece,
se ha vuelto tímida, insegura y evasiva. Personalmente, puedo decirte
que la verdadera batalla de un chamán comienza en ese momento, El resto
es mera preparación. En nuestra cultura occidental y moderna se nos enseña "la mejor defenza es el ataque". Así, es comprencible que en muchos de nuestros correos, para defender nuestro ser, ataquemos para no sentirnos sitiados. En el pensamiento de mi pueblo de raíz mexika tolteka, un practicante buscador jamás se defiende; sólo se proteje, no se expone a menos que tenga necesidad de ello. A raíz de la revolución indígena de 1994 con Marcos en Chiapas, que surgió para defender las tradicciones y costumbres de los pueblos originales del México antiguo y del último congreso indígena en Michoacán en Marzo pasado, a algunos de los practicantes se nos dió la tarea de dar a conocer al mundo cuales son esas tradiciones y costumbres que le dan vida a nuestros pueblos; tradiciones y costumbres que no sólo se refieren al folklor de los atuendos, bailes, cantos y artesanias regionales; o de legislaciones y formas de organización y funcionamiento comunal, sino del verdadero conocimiento que lo respalda: el conocimiento que respalda el uso desde un simple atuendo que nos identifica como hombre o mujer cósmica en armonía y equilibrio con el movimiento microcósmico individual, hasta la armonía y equilibrio con nuestro hogar, comunidad, pueblo, la gran nación, la gran madre tierra, el cósmos en total. Todo conocimiento empiesa con el arreglo y organización de nuestra propia casa, de nuestro kalpulli personal (lease recapitulación de D. J. Matus en relatos de poder de C.C.), antes que involucrarse en el arreglo de nuesto hogar, nuesta comunidad, pueblo o nación o situaciones ajenas; cosa, estoy seguro, que muchos de ustedes llevan años con este intento de arreglar y hacer fuerte y vital su casa, su tonal. Todo arreglo que obliga a tirar algunas cosas inutiles y reacomorar las servibles, todas "anclas de nuestra conciencia", debe ser en arminía y equilibrio y con un intento continuo. Sin embargo, no hay un intento continuo, si no se acompaña con un intento tambien continuo en el arreglo de los sueños. Como seres humanos compulsivos y emocionales, muchos de nuestros actos son explosiones de comprensiones emocionales que por ser compusivas tienen corta duración; para reforsarlas una ves que han sido asimiladas y comprendidas y para que tengan la fuerza de la armonia y el equilibrio su efecto debe llegar hasta los sueños. Sin importar que se sueñe, muestros abuelos idearon un sencillo método para prolongar la fijesa de un sueño una ves que se esta soñando y par adquirir la conciencia de que se está soñando. En la ciudad de México existe un cerro que se llama Chapultepec "cerro donde abundan los grillos o chapulines" un cerro para los sueños armónicos y equilibrados. La clave, el canto del grillo. En la actualidad se sabe que su canto tiene frcuencias de ondas desde alfa hasta tetha que como pianos afinados cimbran ondas cerebrales con similar frecuencia. Los estudiosos del tema han encontrado en los durmientes alta producción de la endorfina noradrenalina (estimulante del cerebro y la memoria ancestral, y de la vigilancia mas atenta), y de la acetilcolina (capacidad de aprendizaje). Prueben por un tiempo, consiganse un grillo, aliméntenlo y pónganlo por fuera de su ventana abierta. En nuestro caso los resultados son sorprendentes para, en sus palabras acostumbradas, fijar una mayor cantidad de tiempo la posición del punto de encaje, tanto en sueños como en la vida cotidiana. Suerte y un saludo. Por ejemplo, Y este otro mensaje interesante El problema no es creer o no creer en alguien o en algo,
el problema es que siempre estamos buscando alguien o algo que solucione
nuestros problemas. desde los tiempos mas primitivos el homnbre siempre
a buscado la respuesta a todas sus preguntas en el sol, en las montañas,
en el oraculo, etc..., pero sin embargo se a negado la oportunidad de
buscar el mismo la respuesta a todo. cuando eliges por fin un guia o una
doctrina especial quieres por lo general convertir eso en un dios o en
algo sobrenatural, o hacer pases magicos para convertirte tu mismo en
hombre superpoderoso , pero talvez nunca suceda. lo importante es que
siempre tratemos de hacer lo correcto, nunca debemos convertir el medio
en el fin , es decir lameditacion es un medio para alcanzar niveles altos
de control espiritual y conocimiento, pero cuando convertimos la meditacion
en nuestro unico fin como unica salida de nuestra ignorancia volvimos
a caer e la misma esclavitud. siempre necesariamente existira algo en
creer llamenlo dogma o fe o como quieran , siempre hay algo innegable
que es la existencia de algo superior o desconocido, lo pueden llamar
dios yo lo llamo energia pura, siempre abar una creencia que por lo general
varia su valor de acuerdo a las experiencias que tengamos en nuestro travesia
hacia el conocimiento, lo importante es no perder la capacidad del cambio,
de la adaptacion y de saber que cualquier verdad es variable y debemos
estar preparados para corregir nuestros errores. De "Viaje a Ixtal" Don Juan dijo que había un joven, un indio desheredado que vivía entre los blancos, en una ciudad. No tenia casa, ni parientes, ni amigos. Había llegado a la ciudad en busca de fortuna y sólo encontró miseria y dolor. De vez en cuando ganaba algunos centavos trabajando como una mula: apenas lo bastante para un bocado; de lo contrario tenia que mendigar o robar comida. Don Juan dijo que cierto día el joven fue al mercado. Caminó ofuscado de un lado al otro de la calle, con los ojos locos de ver todas las cosas buenas allí reunidas. Sufría tal frenesí que no veía por donde caminaba, y terminó tropezando con unas canastas y cayendo encima de un anciano. El viejo llevaba cuatro enormes guajes y acababa de sentarse a comer y descansar. Don Juan sonrió con aire sapiente y dijo que al anciano le pareció muy raro que el joven hubiese tropezado con él. No se enojó por la molestia; lo asombraba el porqué , este joven en particular, le había caído encima. El joven, en cambio estaba enojado y le dijo que se quitara del paso. Para nada le preocupaba la razón recóndita del encuentro. No había advertido que los caminos de ambos se habían cruzado. Don Juan imitó los movimientos de quien persigue un objeto que rueda. Dijo que los guajes del anciano cayeron y rodaban calle abajo. Al verlos, el joven pensó haber hallado su comida para ese día. Ayudó al viejo a levantarse e insistió en ayudarlo a cargar los pesados guajes. El viejo le dijo ó que iba camino a su casa en las montañas y el joven insistió en acompañarlo, por lo menos parte del camino. El viejo tomó el camino a las montañas, y mientras caminaban dio al joven parte de la comida que había comprado en el mercado. El joven comió hasta llenarse y, ya satisfecho, empezó a notar cuánto pesaban los guajes y los aferró con fuerza. Don Juan abrió los ojos y sonrió diabólicamente al decir que el joven preguntó "Que lleva Ud. en Estos guajes?" El anciano, en vez de responder, le dijo que iba a mostrarle un compañero que podía aliviar sus penas y darle consejo y sabiduría en los caminos del mundo. Don Juan hizo un gesto majestuoso con ambas manos y dijo que el anciano hizo venir al venado mas hermoso que el joven había visto en su vida. El venado era tan manso que se acerco a él y camino en torno suyo. Resplandecía y brillaba. El joven, cautivado, supo en el acto que se trataba de un "espíritu venado" . El viejo le dijo que, si deseaba tener ese amigo y su sabiduría, lo único que debía hacer era soltar los guajes. La sonrisa de Don Juan expresó ambición; dijo que los deseos mezquinos del joven se avivaron al oír tal petición. Los ojos de Don Juan se hicieron pequeños y diabólicos cuando prestó voz a la pregunta del joven : "Que lleva usted en estos cuatro guajes enormes ?" El anciano, dijo don Juan, repuso serenamente que llevaba comida : pinole y agua. Don Juan dejó de narrar la historia y caminó en circulo un par de veces. Yo no supe qué estaba haciendo. Pero aparentemente era parte de la historia. El círculo parecía representar las deliberaciones del joven. Don Juan dijo que, por supuesto, el joven no creyó una sola palabra. Calculó que si el viejo, quien obviamente era un brujo, se hallaba dispuesto a dar un "espíritu venado" a cambio de sus guajes, éstos debían estar llenos de un poder mas allá de lo imaginable. Don Juan contrajo nuevamente su rostro en una sonrisa demoníaca y dijo que el joven declaró que quería quedarse con los guajes. Hubo una larga pausa que al parecer marcaba el final del cuento. Don Juan permaneció callado, pero me sentí seguro de que deseaba una pregunta mía y la hice. -¿Que pasó con el joven? -Se llevó los guajes- repuso él con una sonrisa de satisfacción. Hubo otra larga pausa. Reí. Pensé que éste había sido un verdadero "cuento de indios" Los ojos de Don Juan brillaban; me sonreía. Lo circundaba un aire de inocencia. Empezó a reír con suaves estallidos y me preguntó: -¿No quieres saber de los guajes? -Claro que quiero saber. Creí que allí acababa el cuento. -Oh no,- dijo con una luz maliciosa en los ojos. -El joven tomó sus guajes y corrió a un sitio apartado y los abrió. -¿Qué halló? -pregunté Don Juan me observó y tuve el sentimiento de que se hallaba al tanto de mi gimnasia mental. Meneó la cabeza riendo por lo bajo. -Bueno- lo inste. -¿Estaban vacíos los guajes? -Sólo había pinole y agua adentro de los guajes -dijo él- Y el joven en un arranque de furia, los rompió contra las piedras. Dije que su reacción era natural: cualquiera en su lugar hubiera hecho lo mismo. La respuesta de Don Juan fue que el joven era un tonto que no sabía lo que andaba buscando. Ignoraba lo que era el poder, de modo que no podía decir si lo había encontrado o no. No se hizo responsable de su decisión, por ello lo enfureció su error. Esperaba ganar algo y en vez de ello no obtuvo nada. Don Juan especuló que, si yo hubiera sido el joven y hubiese seguido mis inclinaciones, me habría entregado a la furia y al remordimiento para, sin duda, pasar el resto de mi vida compadeciéndome por lo que había perdido. Luego explico la conducta del viejo. Astutamente, alimentó al joven para darle el "valor de un estómago lleno", de modo que el joven, al hallar sólo comida en los guajes, los rompió en un arrebato de ira. -Si hubiera estado consciente de su decisión y se hubiera hecho responsable por ella- dijo Don Juan- a lo mejor se habría dado por bien satisfecho con la comida. Y a lo mejor hasta se hubiera dado cuenta de que esa comida era también poder
Introduccion
: Esta Usted , a punto de entrar a un area del conocimiento humano, que le muestra una concepcion del hombre y del universo, completamente diferente a la que tradicionalmente usted conoce y acepta. El Origen de estos conocimientos se atribuye a Los Toltecas, un pueblo indigena que habito la parte central de Mexico en tiempos muy remotos . Ese pueblo indigena existio tal vez
cientos o miles de años antes de la llegada de los españoles a America.
Su Conocimiento , era traspasado de generacion en generacion, entre pequeños grupos de individuos que por su disciplina se conocian como guerreros . Quienes a su vez eran guiados en este conocimiento por un lider al que denominaban Nagual. Fue un indigena Yaqui Llamado Don Juan Matus Abelar , que habitaba distintamente en Sonora, Oaxaca, y Tula, quien revelo este conocimiento a un Antropologo llamado Carlos Castaneda . Don Juan, era el lider, el nagual de su generacion de guerreros. Carlos Castaneda, era el cientifico social , que dentro de su conocimiento academico , completamente occidentalizado , creia en sus inicios , estar tratando con un indigena inculto y lleno de superticiones. Hasta que por medio de la experimentacion practica de los conceptos toltecas , comprende que tal conocimiento es tan real , que decide revelarlo. Carlos Castaneda durante su aprendizaje con Don Juan , tuvo que pasar por varias etapas , que iban desde el rechazo completo de tales posibilidades , hasta el pleno convencimiento de que tales posibilidades eran hechos reales y verdaderos. Existen dos formas en que Carlos Castaneda nos hace participes de sus descubrimientos , desde hace treinta años aproximadamente ,por una serie de libros que el escribio. Doce libros en total , Para checar la bibliografia Ver Aqui , que empezo con "Las Enseñanzas de Don Juan" y que termino con "el lado activo del infinito". La otra forma es , desde hace cuatro años aproximadamente , por medio de una serie de seminarios donde se enseñan una serie de movimientos , que el decide denominar "Tensegridad" , en los cuales sus aprendices enseñan esos movimientos que denominan pases magicos. En los primeros seminarios , Carlos Castaneda denomino , este giro que el dio a el conocimiento tolteca como un nuevo sendero. En estos nuevos senderos , no tiene nada que ver ni hacer , la experimentacion con plantas de Poder . Los Practicantes Actuales , deben prescindir de esos procedimientos. que se describian en sus primeros libros. Este conocimiento podria ser encuadrado , como "misterioso". Algunos le llamarian Chamanismo , otros Brujeria , pero tal vez el concepto que nos podria dar una mejor comprension del mismo , seria el de considerarlo como el conocimiento de la peculiaridades de nuestra "ATENCION". Entre los usos que damos a nuestra ATENCION y las potencialidades que de nuestra ATENCION no aprovechamos. Lo que llegamos a descubrir en el fondo de este conocimiento , es que nuestra ATENCION, puede abarcar mas de lo que nos imaginamos. Existen muchos conceptos en este conocimiento de los que podriamos mencionar algunos como , dialogo interno enfocado en la autoreflexion del "yo" , Silencio Interno para combatir esta autoreflexion , Acecho , Ensueño , otras realidades , etc....., Pero el elemento comun que encontramos en todos los conceptos es el de la "ATENCION". Nuestra ATENCION se mengua o desgasta cuando el proceso mental que conocemos como pensamientos , solo LA enfoca en determinados elementos de nuestro forma de vida actual (la satisfaccion de nuestro deseos y la continua exaltacion del alter ego). Otro de los elementos que influyen de manera decisiva en nuestra actual forma de percibir , es que nuestra ATENCION requiere mas ENERGIA para poder percibir otras realidades que existen y que son posibles para el ser humano. Tal vez otra forma de describir este conocimiento , es que el conocimiento tolteca , es la disciplina de la ATENCION , y sus practicantes , como los guerreros de la ATENCION. Un ser Humano con bajo nivel de ATENCION , solo podria estar enfocado en la autoreflexion , mientras que otro con mayor nivel de ATENCION, podria enfocar esta , en otras particularidades de su entorno. El despertar las potencialidades de nuestra ATENCION, podria dar susto y no ser agradable para muchos. Estamos educados en todo un conjunto de valores preestablecidos , es natural que lo desconocido nos da temor. Se podria decir que este conocimiento permite dos alternativas a quienes lo sigan. Primero : Aquellas personas que sigan las premisas de el "camino del guerrero" , todo un conjunto de normas de conducta y practiquen Tensegridad , pueden redistribuir y guardar energia , que les permitiria vivir una vida mas plena , mas productiva , con mas paz interna. El seguir el camino del guerrero y practicar Tensegridad no implica tener ningun tipo de percepcion desconocida. Pues por si mismas no son suficientes. Segundo : Para aquellos que se decidieran a ir mas lejos y explorar las peculiaridades de nuestra ATENCION tendrian que tomar esta disciplina como una forma de vida, y seria necesario, involucrar muchos esfuerzos, como seguir " el camino del guerrero ", la recapitulacion, la ejecucion de los movimientos de la tensegridad, guardar la energia Sexual, guardar la energia que se gasta en nuestras reacciones emocionales compulsivas, intentar permanentemente el silencio interno y estar decididos a enfrentar lo desconocido. En esta segunda alternativa, se requiere disciplina, mucha tenacidad, paciencia y como don juan diria, temple de acero. Pero Ademas, el hecho mismo de que sigamos todos estos pre-requisitos, no es garantia de que logremos algun tipo de percepcion diferente a las habituales.Tal vez el punto final para poder lograr que nuestra atencion logre la percepcion de otras realidades, es la impecabilidad que tiene que ser una indispensable norma de conducta en este camino. Por ultimo, este camino promueve el bienestar fisico y mental. Si despues de conocer un poco o un mucho, de este conocimiento y uno siente que no deberia seguirlo, No deberia seguirlo . Lo que menos necesita cualquier persona, es una obsesion que le produzca problemas o un daño mental.
SINTAXIS Un hombre mirando fijamente sus ecuaciones OTRAS SINTAXIS ¿El universo, realmente comenzó?
"No hay nada mítico acerca de los chamanes; eran seres prácticos, y lo que ellos describían era siempre algo muy sobrio y muy realista. De acuerdo a don Juan, la dificultad de entender lo que los chamanes hacían estaba en que ellos procedían desde un sistema cognitivo diferente. "Hay montones de fuerzas externas controlándote ahorita mismo. El control al que me refiero es algo que está fuera del dominio del lenguaje. Es tu control pero a la vez no lo es. No puede ser clasificado, pero sí puede ser experimentado. Y, por cierto y por sobre todo, puede ser manipulado. Recuerda: puede ser manipulado, por supuesto, para tu beneficio total, que no es, claro, tu propio beneficio sino el beneficio del cuerpo energético. Sin embargo, el cuerpo energético eres tú, y así podríamos continuar indefinidamente como perros mordiéndose la propia cola, tratando de explicar esto. El lenguaje es inadecuado. Todas estas experiencias están más allá de la sintaxis. Don Juan dijo que si yo prestaba atención intensamente a la oscuridad del follaje, sin enfocar la mirada sino mirando con el rabillo del ojo, vería una sombra fugaz cruzando mi campo de visión. -¿Qué es, don Juan? -pregunté-. Veo sombras fugaces negras por todos lados. -Ah, es el universo en su totalidad -dijo-, inconmensurable, no lineal, fuera del reino de la sintaxis. Los chamanes del México antiguo fueron los primeros que vieron esas sombras fugaces, así es que las siguieron. Y, sí, descubrieron algo trascendental. "Descubrieron que tenemos un compañero de por vida -dijo de la manera más clara que pudo-. Tenemos un predador que vino desde las profundidades del cosmos y tomo control sobre nuestras vidas. Los seres humanos son sus prisioneros. El predador es nuestro amo y señor. Nos ha vuelto dóciles, indefensos. Si queremos protestar, suprime nuestras protestas. Si queremos actuar independientemente, nos ordena que no lo hagamos. -Has llegado, a través de tu propio esfuerzo, a lo que los chamanes del México antiguo llamaban el tema de temas -dijo don Juan-. Me anduve con rodeos todo este tiempo, insinuándote que algo nos tiene prisioneros. ¡Desde luego que algo nos tiene prisioneros! Esto era un hecho energético para los chamanes del México antiguo. -¿Pero, por qué este predador ha tomado posesión de la manera que usted describe, don Juan? -pregunté-. Debe haber una explicación lógica. -Hay una explicación -replicó don Juan-, y es la explicación más simple del mundo. Tomaron posesión porque para ellos somos comida, y nos exprimen sin compasión porque somos su sustento. Así como nosotros criamos gallinas en gallineros, así también ellos nos crían en humaneros. Por lo tanto, siempre tienen comida a su alcance. Sentí que mi cabeza se sacudía violentamente de lado a lado. No podía expresar mi profundo sentimiento de incomodidad y descontento, pero mi cuerpo se movía haciéndolo patente. Temblaba de pies a cabeza sin volición alguna de mi parte. Comprendí claramente entonces, aunque fuera durante sólo un segundo, que tenía dos mentes; sin embargo, el pensamiento fue tan vago que se me fue instantáneamente. Lo que quedó era la simple sensación de no poder cumplir con el requisito de don Juan. Pero en vez de elegantemente aceptar mi incapacidad, permití que se convirtiera en algo amenazador.Mi gran impulso en aquel tiempo era el de siempre quedar bien. Ser incompetente equivalía a ser perdedor, algo que me era totalmente intolerable. Como no sabía cómo responder al desafío de don Juan, hice lo único que sí sabía hacer: me enojé. "No escuches a esa voz superficial que te hace sentir rabia -me dijo con voz imponente-. Escucha a esa voz más profunda que desde ahora en adelante te va a guiar, la voz que se está riendo. ¡Escúchala! ¡Ríete! ¡Ríete! -No, no, no, no -me oí decir-. Esto es absurdo, don Juan. Lo que usted está diciendo es algo monstruoso. Simplemente no puede ser cierto, para chamanes, o para seres humanos comunes, o para nadie. -¿Por qué no? -don Juan preguntó calmadamente-. ¿Por qué no? ¿Por qué te enfurece? -Sí, me enfurece -le contesté-. ¡Esas afirmaciones son monstruosas! -Bueno -dijo-, aún no has oído las afirmaciones. Espérate un momento y verás cómo te sientes. Te voy a someter a un bombardeo. Es decir, voy a someter a tu mente a tremendos ataques, y no te puedes ir porque estás atrapado. No porque yo te tenga prisionero, sino porque algo en ti te impedirá irte, mientras que otra parte de ti de veras se alocará. Así es que, ¡ajústate el cinturón! "Quiero apelar a tu mente analítica -dijo don Juan-. Piensa por un momento, y dime cómo explicarías la contradicción entre la inteligencia del hombre-ingeniero y la estupidez de sus sistemas de creencias, o la estupidez de su comportamiento contradictorio. Los chamanes creen que los predadores nos han dado nuestro sistema de creencias, nuestras ideas acerca del bien y el mal, nuestras costumbres sociales. Ellos son los que establecieron nuestras esperanzas y expectativas, nuestros sueños de triunfo y fracaso. Nos otorgaron la codicia, la mezquindad y la cobardía. Es el predador el que nos hace complacientes, rutinarios y egomaniáticos. -¿Quiere usted decir, don Juan, que somos mezquinos y contradictorios por naturaleza? -No, no somos mezquinos y contradictorios por naturaleza -contestó-. Nuestras mezquindades y contradicciones son, más bien, el resultado de un conflicto trascendental que nos afecta a cada uno de nosotros, pero del cual sólo los chamanes tienen dolorosa y desesperadamente consciencia; el conflicto entre nuestras dos mentes. -¿Pero de qué manera pueden hacer esto, don Juan? -pregunté, de cierto modo más enojado aún por sus afirmaciones-. ¿Susurran todo esto en nuestros oídos mientras dormimos? -No, no lo hacen de esta manera, ¡eso es una idiotez! -dijo don Juan, sonriendo-. Son infinitamente más eficaces y organizados que eso. Para mantenernos obedientes y dóciles y débiles, los predadores se involucraron en una maniobra estupenda (estupenda, por supuesto, desde el punto de vista de un estratega). Una maniobra horrible desde el punto de vista de quien la sufre. ¡Nos dieron su mente! ¿Me escuchas? Los predadores nos dieron su mente. La mente del predador es barroca, contradictoria, mórbida, llena de miedo a ser descubierta en cualquier momento. "Aunque nunca has sufrido hambre -continuó-, sé que tienes unas ansias continuas de comer, lo cual no es sino las ansias del predador que teme que en cualquier momento su maniobra será descubierta y la comida le será negada. A través de la mente, que después de todo es su mente, los predadores inyectan en las vidas de los seres humanos lo que sea conveniente para ellos. Y se garantizan a ellos mismos, de esta manera, un grado de seguridad que actúa como amortiguador de su miedo. -No es que no pueda aceptar esto como válido, don Juan -dije-. Podría, pero hay algo tan odioso al respecto que realmente me causa rechazo. Me fuerza a tomar una posición contradictoria, ¿cómo lo hacen? "Aprovechándose del único punto de conciencia que nos queda, los predadores crean llamaradas de conciencia que proceden a consumir de manera despiadada y predatorial. Nos otorgan problemas banales que fuerzan a esas llamaradas de conciencia a crecer, y de esta manera nos mantienen vivos para alimentarse con la llamarada energética de nuestras seudo-preocupaciones.. Algo debía de haber en lo que don Juan decía, pues me resultó tan devastador que a este punto se me revolvió el estómago. Después de un pausa suficientemente larga para que me pudiera recuperar, le pregunté a don Juan: -¿Pero por qué, si los chamanes del México antiguo, y todos los chamanes de la actualidad, ven los predadores no hacen nada al respecto? -No hay nada que tú y yo podamos hacer -dijo don Juan con voz grave y triste-. Todo lo que podemos hacer es disciplinarnos hasta el punto de que no nos toquen. ¿Cómo puedes pedirle a tus semejantes que atraviesen los mismos rigores de la disciplina? Se reirán y se burlarán de ti, y los más agresivos te darán una patada en el culo. Y no tanto porque no te crean. En lo más profundo de cada ser humano, hay un saber ancestral, visceral acerca de la existencia del predador. Mi mente analítica se movía de un lado a otro como un yoyo. Me abandonaba y volvía, me abandonó de nuevo y volvía otra vez. Lo que don Juan estaba afirmando era absurdo e increíble. Al mismo tiempo, era algo de lo más razonable, tan simple. Explicaba cada contradicción humana que se me pudiera ocurrir. ¿Pero cómo podría cualquier persona haber tomado esto con seriedad? Don Juan me empujaba al paso de una avalancha que me derribaría para siempre. -¡Qué tipo temperamental! -dijo-. Un completo incrédulo, por un lado, y por el otro un pragmatista. Tienes que arreglar esta lucha interna. Si no, vas a hincharte y a reventar como sapo. Don Juan continuó hincándome su púa más y más profundo. -Los chamanes del México antiguo -dijo- vieron al predador. Lo llamaron el volador porque brinca en el aire. No es nada lindo. Es una enorme sombra, de una oscuridad impenetrable, una sombra negra que salta por el aire. Luego, aterriza de plano en el suelo. Los chamanes del México antiguo estaban bastante inquietos con saber cuándo había hecho su aparición en la Tierra. Razonaron que era que el hombre debía haber sido un ser completo en algún momento, con estupendas revelaciones, proezas de conciencia que hoy en día son leyendas mitológicas. Luego todo parece desvanecerse y nos quedamos con un hombre sumiso. Quería enojarme, llamarlo paranoico, pero de algún modo mi rectitud inflexible que por lo general se escondía por debajo de la superficie de mi ser, no estaba allí. Algo en mí estaba más allá de hacerle mi pregunta favorita: ¿Qué pasa si lo que él dice es verdad? Aquella noche, al tiempo que me hablaba, de todo corazón sentí que lo que me estaba diciendo era completamente absurdo. -¿Qué me está diciendo, don Juan? -pregunté débilmente. Mi garganta estaba constreñida. Apenas podía respirar. -Lo que estoy diciendo es que no nos enfrentamos a un simple predador. Es muy ingenioso, y es organizado. Sigue un sistema metódico para volvernos inútiles. El hombre, el ser mágico que es nuestro destino alcanzar, ya no es mágico. Es un pedazo de carne. No hay más sueños para el hombre sino los sueños de un animal que está siendo criado para volverse un pedazo de carne: trillado, convencional, imbécil. Las palabras de don Juan estaban provocando una extraña reacción corporal en mí, comparable a la sensación de náusea. Era como si nuevamente me fuera a enfermar del estómago. Pero la náusea provenía del fondo de mi ser, desde los huesos. Me convulsioné involuntariamente. -Este predador -dijo don Juan-, que por supuesto es un ser inorgánico, no nos es del todo invisible, como lo son otros seres inorgánicos. Creo que de niños sí los vemos, y decidimos que son tan terroríficos que no queremos pensar en ellos. Los niños podrían, por supuesto, decidir enfocarse en esa visión, pero todo el mundo a su alrededor los disuade de hacerlo. "La única alternativa que le queda a la humanidad -continuó- es la disciplina. La disciplina es el único repelente. Pero con disciplina no me refiero a arduas rutinas. No me refiero a levantarse cada mañana a las cinco y media y a darte baños de agua helada hasta ponerte azul. Los chamanes entienden por disciplina la capacidad de enfrentar con serenidad circunstancias que no están incluidas en nuestras expectativas. Para ellos la disciplina es un arte: el arte de enfrentarse al infinito sin vacilar, no porque sean fuertes y duros, sino porque están llenos de asombro. "El gran truco de esos chamanes de tiempos antiguos -continuó don Juan-era sobrecargar la mente del volador con disciplina. Descubrieron que si agotaban la mente del volador con silencio interno, la instalación foránea saldría corriendo, dando al practicante envuelto en tal maniobra la total certeza del origen foráneo de la mente. La instalación foránea vuelve, te aseguro, pero no con la misma fuerza, y comienza un proceso en el que la huida de la mente del volador se vuelve rutina, hasta que un día desaparece de forma permanente. ¡Un día de lo más triste! Ése es el día en que tienes que contar con tus propios recursos, que son prácticamente nulos. No hay nadie que te diga qué hacer. No hay una mente de origen foráneo que te dicte las imbecilidades a las que estás habituado. -Mi maestro, el nagual Julián, les advertía a todos sus discípulos -continuó don Juan-, que éste era el día más duro en la vida de un chamán, pues, después de una vida de dominación, la verdadera mente que nos pertenece, se ha vuelto tímida, insegura y evasiva. Personalmente, puedo decirte que la verdadera batalla de un chamán comienza en ese momento, El resto es mera preparación. --- "Hoy nos vamos de caminata, porque el misterio del chamanismo debe ser amortiguado con lo mundano. Debe partir de la nada, y debe volver nuevamente a la nada. Ése es el arte del guerrero-viajero: pasar por el ojo de una aguja sin ser notado (…) Donde él vivía, la configuración de las montañas era muy distinta a la del desierto de Sonora, pero me dijo que no me entregara a comparar, ya que después de caminar un kilómetro, todos los lugares del mundo son iguales. -Disfrutar del panorama es para gente que pasea en automóviles -dijo-. Van a gran velocidad sin hacer ningún esfuerzo. Los panoramas no son para caminantes. "Por ejemplo, cuando vas en coche puedes ver una montaña gigantesca que te abruma con su belleza. La vista de esa montaña no te va a abrumar de la misma forma si la ves mientras vas a pie; te va abrumar de otra forma, especialmente si debes escalarla o rodearla. "Quiero proponerte una idea un poco rara -continuó don Juan mientras caminaba delante de mí. Yo tenía que acelerar mis pasos para mantenerme cerca de él, y así no perderme nada de lo que él decía. -Tengo que insistir en que es una idea rara que encontrará en ti infinita resistencia -dijo-. Debo advertirte que no la aceptarás con facilidad. Pero no por el hecho de que es rara debes rechazarla. Eres un científico social. Por lo tanto, tu mente está siempre abierta a la investigación, ¿verdad? Don Juan se estaba burlando de mí desvergonzadamente. Yo lo sabía, pero no me molestaba. "La idea rara -dijo lentamente, midiendo el efecto de sus palabras- es que todo ser humano en esta Tierra parece tener las mismas reacciones, los mismos pensamientos, los mismos sentimientos. Parecen responder de la misma manera a los mismos estímulos. Esas reacciones parecen estar en cierto modo nubladas por el lenguaje que hablan, pero si escarbamos esa superficie son exactamente las mismas reacciones que asedian a cada ser humano en la Tierra. Me gustaría que esto te causara curiosidad como científico social, por supuesto, y que veas si puedes explicar esta homogeneidad. Ya en casa, a medida que pasaba el tiempo, la idea de los voladores se volvió una de las principales fijaciones de mi vida. Llegué a pensar que don Juan tenía toda la razón. Por más que intentara, no podía rechazar su lógica. Mientras más lo pensaba, y mientras más me observaba y hablaba con mis prójimos, la convicción era más y más intensa de que algo nos impedía toda actividad o interacción o pensamiento que no tuviese como punto focal, el yo. Mi preocupación, como la preocupación de cualquiera que yo conociera o con el que yo hablara, era el yo. Como no encontraba explicación para tal homogeneidad universal, concluí que la línea de pensamiento de don Juan era la más apropiada para elucidar el fenómeno. Hice una gran cantidad de estudios antropológicos en el tema de los voladores en otras culturas, pero no encontré referencia alguna. Don Juan parecía ser la única fuente de información sobre el tema. (…) Me sumergí tanto como pude en lecturas de mitos y leyendas. Al leer, experimenté algo que nunca antes había sentido: en cada uno de esos libros, una mente homogénea se hacía patente. Los estilos diferían, pero el impulso detrás de las palabras era homogéneamente el mismo: a pesar de ser el tema algo tan abstracto como los mitos y las leyendas, los autores se las arreglaban siempre para encajar afirmaciones acerca de ellos mismos. El impulso común detrás de cada uno de esos libros no era el tema que anunciaban; era, en su lugar, autoservicio. Me puse verdaderamente agitado. Quería saber más y sin embargo, un extraño sentimiento en mí imploraba que parara. Aludía a oscuros resultados y a castigos, algo así como la ira de Dios descendiendo sobre mí por meterme con algo velado por Dios mismo. Hice un esfuerzo supremo para permitir que mi curiosidad prevaleciera. Atribuí mi reacción a la influencia de don Juan. La pregunta inevitable que me hacía a mí mismo era: ¿Será que don Juan me está influyendo para verlo de esta manera, o que hay realmente una mente foránea dictándonos todo lo que hacemos? Viraba otra vez, obligadamente, a la negación, e iba como loco de negación a aceptación a negación. Algo en mí sabía que don Juan quería llegar a un hecho energético, pero algo de igual importancia en mí sabía que era todo disparate. El resultado final de mi lucha interna vino bajo la forma de un presentimiento, la sensación de que algo peligroso e inminente se acercaba. "La mente del volador ha sido seriamente injuriada. Está haciendo lo posible por restablecer su relación contigo. Pero algo en ti se ha roto para siempre. El volador lo sabe. El verdadero peligro está en que la mente del volador te puede vencer agotándote y forzándote a abandonar jugando con la contradicción entre lo que ella te dice y lo que te digo yo. "Te digo, la mente del volador no tiene competidores -continuó don Juan-. Cuando propone algo, está de acuerdo con su propia proposición, te hace creer que hiciste algo de valor. La mente del volador te dirá que lo que Juan Matus te está diciendo es puro disparate, y luego, la misma mente estará de acuerdo con su propia proposición. "Sí, por supuesto, es un disparate" dirás. Así nos vencen. "Los predadores son una parte esencial del universo -continuó-, y deben tomarse como lo que son realmente: asombrosos, monstruosos. Son el medio por el cual el universo nos pone a prueba. Estaba abrumado por sus afirmaciones. O bien don Juan estaba verdaderamente loco, o lo que me estaba diciendo era tan asombroso que me había congelado por completo. Noté, sin embargo, con qué rapidez junté la energía para negarlo todo. Después de un instante de pánico, comencé a reír, como si don Juan me hubiera contado un chiste. Incluso me escuché decir: -¡Don Juan, don Juan, es usted incorregible! -Soy tan incorregible! -dijo-.que voy a darle a la mente del volador, que llevas dentro de ti, una sacudida más. Te voy a revelar uno de los secretos más extraordinarios del chamanismo. Te voy a describir un hallazgo que les tomó a los chamanes miles de años para verificar y consolidar Tuve la reacción más inexplicable que jamás hubiera imaginado. Algo en mí literalmente tembló, como si hubiese recibido una sacudida. Entré en un estado de miedo injustificado, el que inmediatamente relacioné con mi entrenamiento religioso. -Temes a la ira de Dios, ¿verdad? -dijo-. Quédate tranquilo, ése no es tu miedo. Es el temor del volador que sabe que harás exactamente como te digo Sus palabras no me calmaron en absoluto. Me sentí peor. Estaba lleno de aserciones racionales, y a la vez repleto de un miedo infantil. Comencé a respirar profundo, mientras un sudor frío me cubría todo el cuerpo, De alguna manera se había desatado en mí una horrenda visión: sombras negras, fugaces brincando a mi alrededor, dondequiera que mirara. Vi de hecho una extraña sombra fugaz negra proyectada en el follaje de los árboles. Era, o bien una sombra que iba de un lado al otro, o varias sombras fugaces moviéndose de derecha a izquierda o de izquierda a derecha, o hacia arriba en el aire. Me parecían peces negros y gordos, peces enormes. Era como si gigantescos peces-espada volaran por el aire. Estaba absorto con la visión. Luego, finalmente, la visión me asustó. Estaba ya muy oscuro para ver el follaje, pero aun así veía las sombras fugaces negras. El predador que don Juan había descrito no era benévolo. Era enormemente pesado, vulgar, indiferente. Sentí su despreocupación por nosotros. Sin duda, nos había aplastado épocas atrás, volviéndonos, como don Juan había dicho, débiles, vulnerables y dóciles. Lloré por mis semejantes, especialmente por mi padre. Nunca supe, hasta ese momento, que lo quería tanto- -Nunca tuvo la opción -me escuché repetir una y otra vez, como si las palabras no fueran realmente mías. Mi pobre padre, el ser más generoso que conocía, tan tierno, tan gentil, tan indefenso. "La revolución de los chamanes -dijo don Juan-, es que se rehusan a honrar acuerdos en los que no han participado. Nadie me preguntó si consentía ser comido por seres de otra clase de conciencia. Mis padres me trajeron a este mundo para ser comida, sin más, como lo fueron ellos; fin de la historia. --- "Ya es tiempo que empieces uno de los proyectos mayores del chamanismo -dijo don Juan. -¿A qué proyecto se refiere usted, don Juan? -le pregunté. -Se llama la recapitulación -me dijo-. Los antiguos chamanes lo llamaban hacer el recuento de los sucesos de tu vida y para ellos empezó como una técnica sencilla, una estratagema para ayudarles a recordar lo que estaban haciendo y diciendo a sus discípulos. Para sus discípulos, la técnica tuvo el mismo valor; les ayudaba a recordar lo que les habían dicho sus maestros. Después de un largo silencio, don Juan repitió que los chamanes del México antiguo creían, como ya me había dicho, que tenemos dos mentes y que sólo una de ellas es la nuestra. Yo siempre había comprendido que nuestras mentes tenían dos partes, y que una de ellas se mantenía en silencio porque la fuerza de la otra parte le negaba poder expresarse. Fuera lo que dijera don Juan, siempre lo había tomado como un medio metafórico para quizás explicar el dominio aparente del hemisferio izquierdo del cerebro sobre el derecho, o algo por el estilo. -La recapitulación contiene una opción secreta -dijo don Juan-. Tal como te dije que la muerte contiene una opción secreta, una opción que sólo los chamanes utilizan. En el caso de la recapitulación, la opción secreta que sólo los chamanes eligen es la de acrecentar sus verdaderas mentes. "Los chamanes llevan a cabo la recapitulación de una manera muy formal -continuó-. Consiste en escribir una lista de todas las personas que han conocido, desde el presenta hasta el mismo principio de la vida. Una vez que hicieron la lista, toman la primera persona que aparece y recuerdan todo lo que puedan acerca de esa persona. Y quiero decir todo; cada detalla. Es mejor recapitular desde el presente hacia el pasado porque los recuerdos del presente están vivos, y de esa manera, la habilidad para recordar se afila. Lo que hacen los practicantes es recordar y respirar. Inhalan lenta y deliberadamente, abanicando la cabeza de derecha a izquierda, en un vaivén casi imperceptible, y exhalan de la misma manera. -¿Y qué quiere que haga con todo esto, don Juan?- le pregunté. -Empiezas a hacer tu lista ahora mismo -dijo-. Divídela por años, por trabajos, arréglala en el orden que quieras, pero hazla secuencial, con la persona más reciente al principio y termina con Mami y Papi. Y luego, recuerda todo acerca de ellos, Sin más. Al practicar te vas a dar cuenta de lo que estás haciendo -El poder de la recapitulación -dijo don Juan- es que revuelve todo el desperdicio de nuestras vidas y lo hace salir a la superficie. Nos damos cuenta de nuestras contradicciones, nuestras repeticiones, pero algo en nosotros se resiste tremendamente a la recapitulación. Básicamente, no tenía interés alguno en recordar nada de mi vida. En verdad, no veía ningún valor en este ejercicio inútil de la recapitulación que don Juan casi me había impuesto. Para mí era una tarea que instantáneamente me cansaba, y lo único que ganaba era darme cuenta de mi incapacidad para concentrarme. No obstante, yo había escrito obedientemente listas de personas y me había involucrado en un esfuerzo fortuito de cuasi-recordar mis interacciones con ellas. Mi falta de claridad en poder enfocarme en esas personas no me disuadió. Cumplí lo que consideraba mi deber, a pesar de mis verdaderos sentimientos. Con la práctica, la claridad de mis recuerdos mejoró muchísimo a mi parecer. Podía, por así decirlo, descender sobre ciertos sucesos claves con cierta agudeza a la vez pavorosa y gratificante. "La inquietante memoria de tus recuerdos -dijo don Juan- sólo puede venir de tu mente verdadera. La otra mente que todos tenemos y compartimos es, diría yo, un modelo barato; económico, de igual tamaño para todos. -Pero todo esto es increíble, don Juan -le dije. -Es increíble pero no es invivible -dijo-. El universo no tiene límites, y las posibilidades que se dan en el universo son en verdad inconmensurables. Así es que no caigas preso del axioma de "sólo creo lo que veo", porque es la postura más tonta que se puede tomar. --- -¡Se va usted! Murmuré-. ¡Se va para siempre! -No soporto la idea de que se vaya, don Juan -me oí decir-. El sonido de mi voz y lo que había dicho me avergonzó. Cuando empecé a sollozar involuntariamente, debido a mi auto-compasión, me sentí aún peor. -Me voy a quedar solo -dije en una voz chillante-. ¿Qué va a pasar conmigo? "Para quedarte aquí y batallar como un viajero necesitas todo loque yo mismo necesito: de toda mi fuerza, de todo mi dominio, de toda mi suerte; pero sobre todo, necesito de cada ápice de los cojones de acero de un guerrero. Aventurarse allí afuera adonde vamos nosotros no es broma, pero tampoco lo es quedarse aquí. Tuve un arranque de emoción y le besa la mano. -¡So, so, so! -me dijo-. ¡No más falta le hagas un altar a mis guaraches! -Nunca más estaremos juntos -me dijo calladamente-. Ya no necesitas mi ayuda; y no te la ofrezco, porque si vales como viajero, me escupirás en la cara por ofrecértela. Más allá de ciertos parámetros, la única felicidad de un viajero es su estado solitario. No quisiera que tú trataras de ayudarme tampoco. Una vez que me vaya, estaré ido. No pienses más en mí porque yo no voy a pensar más en ti. Si eres un viajero que vale lo que pesa, ¡sé impecable! Cuida tu mundo, Hónralo, vigílalo con tu vida. Se alejó de mí. El momento estaba más allá de la auto-compasión o de las lágrimas o de la felicidad. Movió la cabeza como para despedirse o como si reconociera lo que yo sentía. -Olvídate del Yo y no temerás nada, no importa el nivel de conciencia en que te encuentres -me dijo. Tuvo un arranque de levedad. Me hizo una última broma sobre esta tierra. -¡Ojalá encuentres amor! -me dijo." fin Unas palabras de don Juan. "Desde el primer momento que te conocí, he estado tratando de demostrarte
que el único camino digno, tanto para los brujos como para los hombres
comunes y corrientes, es restringir nuestra apego a la imagen de sí. Lo
que el nagual trata de hacer con sus aprendices es romper el espejo de
la imagen de sí. Cada uno de nosotros tiene un diferente grado de apego
a su imagen de sí. Y ese apego se hace sentir como una necesidad. Por
ejemplo, antes de que yo iniciara el camino del conocimiento, mi vida
era una necesidad incesante. Años después de que el nagual Julián me tomara
bajo su tutela yo seguía igualmente lleno de necesidad, quizá hasta más
que antes. Pero hay ejemplos de personas, brujos o personas corrientes,
que no necesitan de nadie. Obtienen paz, armonía, risa, conocimiento,
directamente del espíritu. No necesitan intermediarios. La única ayuda
concreta que has obtenido de mí es que yo ataco tu imagen de sí. Si no
fuera por eso estarías perdiendo el tiempo conmigo. Esa es la única ayuda
real que has obtenido. Hay muy poco valor en la instrucción. Los brujos
sostienen que el descenso del espíritu es lo único que importa, porque
el espíritu mueve el punto de encaje. Y ese movimiento, como bien sabes,
depende del aumento de energía y no de la instrucción."
Don Juan empezó a explicar lo que había hecho. -Soy el nagual; moví tu punto de encaje con el brillo de mis ojos -dijo, como si no tuviera importancia-. Los ojos de todos los seres vivientes pueden mover el punto de encaje; sobre todo si están enfocados en el intento. Bajo condiciones normales la gente enfoca los ojos en el mundo, en busca de comida, refugio, de protección. Me tocó el hombro. -O en busca de amor -agregó, prorrumpiendo en una fuerte carcajada. Don Juan se burlaba constantemente de mi "búsqueda de amor". Nunca olvidó una respuesta ingenua que le di cierta vez al preguntarme él qué buscaba yo en la vida. Un momento antes, me había estado guiando hacia la admisión de que yo no tenía metas claras en mi vida. Bramó de risa al oírme decir que yo buscaba amor. -Un buen cazador hipnotiza a su presa con los ojos -prosiguió-. Es una extraña paradoja, la del cazador. El cazador mueve con la mirada el punto de encaje de su presa, y sin embargo, sus ojos están enfocados en el mundo, en busca de comida. Le pregunté si los brujos podían hipnotizar a la gente con la mirada. Riendo entre dientes, dijo que en realidad lo que yo quería saber era otra cosa: si podía hipnotizar a las mujeres con la mirada, pese a que mis ojos no estaban enfocados en el intento, sino en el mundo, en busca de amor. -Lo que te interesa es la paradoja del cazador -dijo entre carcajadas. Pero luego agregó, en serio, que la válvula de seguridad de los brujos consistía en que, cuando llegaban a enfocar sus ojos en el intento, ya no les interesaba hipnotizar a nadie. -Pero, para mover con el brillo de sus ojos el punto de encaje propio o uno ajeno -continuó- los brujos tienen que ser despiadados. Es decir, deben estar familiarizados con el sitio donde no hay compasión. [El conocimiento silencioso - Carlos Castaneda]
Durante "Semana
Santa" de este año, tuve la oportunidad de compartir unos momentos con
la gente huichola, en la comunidad indígena de San Andrés ubicada en el
estado de Jalisco, México. Alejandro
Otro relato sobre los huicholes de Alejandro El sol del mediodía mantiene secas las calles empolvadas con rojo. Los ranchos se convierten en los únicos refugios para el calor, sobre todo aquellos que han sido transformados en pequeñas despensas de alimentos y bebidas. La gente suele venir a estos almacenes -mitad provisión y mitad bar- para tomar unos refrescos. Sentados en un largo banco de madera, unos huicholes de San Miguel conversan y toman unas latas de cerveza "Modelo". Decido presentarme e iniciar un intercambio de palabras, sentimientos, o vaya a saber qué. Inevitablemente vuelvo a preguntar una y otra vez sobre qué piensan ellos sobre aprender a ser maraacame, sobre los sueños, sobre sus costumbres (para ellos la palabra "costumbre" es sinónimo de fiesta tradicional). Entonces, me entero por primera vez de la existencia de una planta de poder llamada Kieri: - "Mira. Ser maraacame está de lo más difícil. Debes ir a Wirikuta muchas veces y encontrarte con híkuri. Él te enseñará a cantar los cantos sagrados y te ayudará en todo lo que pidas. Pero debes cuidarte y ser muy puro. Pos no puedes ir así nomás. No debes tener sexo un tiempo antes, debes ayunar...esta es la forma. Pero es la forma más larga y te lleva más tiempo. Hay una forma más rápida para ser maraacame. Debes tener un encuentro con una plantita llamada Kieri. Es muy poderosa. Los maraacames que han aprendido a través de Kieri son más poderosos. Mira, tienes que arrodillarte frente a ella o acostarte, y en esa posición clavas tus dientes en su tallo, sin cortarla, solo para chuparla. Y así te quedas prendido toda la noche, haciendo tu pedido. Puedes pedir para saber sobre plantas, o pedir salud para tu familia, o dinero. Lo que sea, Kieri te lo concede. Igual que con Híkuri, no debes tener sexo por lo menos un mes antes de hacer esto. Ni un roce. Nada. De lo más puro tienes que llegarle. Comer poco y muy liviano. Debes limpiar tu mente, estarte tranquilo. Entonces, si estás preparado, Kieri te concederá todo lo que le has pedido. Es muy poderosa. A la mañana, luego de haber estado toda la noche prendido al tallo, la planta te mostrará todo y aprenderás... " Estuve buscando información sobre esta planta, y encontré los datos
que presento a continuación: 1) Según un breve reporte escrito por un tal Bret Blosser, perteneciente
a la "Foundation for the Advancement of Mesoamerican Studies", Kieri es
una deidad encarnada en una planta cuyo nombre sería Solandra guttata,
de la familia de las Solanáceas. Crece en lugares rocosos en la altura
de la sierra, lejos de las comunidades huicholas. Dice Bret que Kieri
es un maestro, y que los huicholes se encuentran con él en el desierto.
2) En un ensayo escrito por Eugene Garfield, publicado el 2 de junio
de 1986 en "Information Scientist - Vol.9", surge que Kieri es como un
obstáculo que los peregrinos huicholes encuentran en su camino. Kieri,
"el Árbol del Viento", es una prueba. Dice que Myerhoff y el antropólogo
Peter Furst, junto al Museo Botánico de la Universidad de Harvard, la
han identificado como la especie "Datura Inoxia", de la familia de la
belladona. Es muy diferente al Peyote. Es venenosa y al que la usa lo
hace sentir enfermo. Según creen los huicholes, provee "visiones demoníacas".
De acuerdo a los mitos huicholes, Kieri era un gran hechicero que fue
derrotado por Tamatz Kayaumare, el dios Venado. 3) Estamos frente a la "Yerba del Diablo" mencionada en "Las enseñanzas de Don Juan" de Carlos Castaneda. En su libro, describe varias formas para preparar esta Datura utilizando sus diferentes partes. Existen varias especies y se debe tener extremo cuidado, dado que hay varios reportes de muertes por la ingestión de esta planta. A modo informativo cabe agregar que algunas daturas son también conocidas bajo el nombre Brugmansia, que resulta ser uno de los ingredientes de la preparación "Ayahuasca" usada en el Amazonas (a veces surgen confusiones respecto a qué se entiende por Ayahuasca, y se debe a que tanto uno de sus componentes -una liana- como la mezcla de plantas final con la cual consiguen la bebida mágica, se llaman Ayahuasca). El significado de la palabra "Ayahuasca" proviene del quichua, y es "la soga (liana) que permite ir al lugar de los muertos". 4) Hay un artículo publicado en internet llamado "Yerba del Diablo: the enigmatic Datura", escrito por John Mc Cloy (http://entheogen.com/datura/yerba.diablo.html), que explica claramente por qué hay una contradicción aparente en la significación de Kieri. Existen dos plantas diferentes que representan al Dios Kieri: una positiva y otra negativa. Dice que el género Solandra -como menciona Bret Blosser en el punto 1)- es una planta muy similar en su aspecto a la Datura, y también produce alcaloides. Apenas se diferencia de la datura porque sus flores son un poco más brillantes que ésta, y con el correr de los días sus colores cambian notablemente. Eso les da la pauta a los huicholes de que la "Solandra" tiene más poder -es el Buen Kieri-. La datura inoxia tiene en general flores blancas. Datura Inoxia es identificada por los huicholes como "Kieri - xra", que significa falso, malo, Kieri loco. La Datura Inoxia o Kieri loco sólo es usada por los hechiceros, pero la Solandra o Buen Kieri es reverenciada por todos e incluso muy ofrendada, aunque rara vez ingerida. 5) Estas plantas también pueden ser reconocidas bajo el nombre Belladona, Floripondio, Florifundio, Campana, Toloache o Trombita. Saludos, Alejandro.
"Las enseñanzas de Don Juan"
de Carlos Castañeda. |
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