Psicoterapia
que no esclaviza
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Dice Freud:

EL PROBLEMA

“...Para concluir, querría considerar una situación que pertenece al futuro y a muchos de ustedes les parecerá fantástica; sin embargo, merece, a mi criterio, que uno se prepare mentalmente para ella. Ustedes saben que nuestra eficacia terapéutica no es muy grande. Sólo constituimos un puñado de personas, y cada uno de nosotros, aún con empeñosa labor, no puede consagrarse en un año más que a un corto número de enfermos. Con relación a la enorme miseria neurótica que existe en el mundo y que acaso no es necesaria, lo que podemos remover es ínfimo desde el punto de vista cuantitativo. Además, las condiciones de nuestra existencia nos restringen a los estratos superiores y pudientes de nuestra sociedad, que suelen escoger sus médicos y en esta elección se apartan del psicoanálisis llevados por toda clase de prejuicios. Por el momento nada podemos hacer en favor de las vastas capas populares cuyo sufrimiento neurótico es mucho más grave.

LA HIPOTESIS (EN QUE FREUD NO RENUNCIA A LA ATENCION)

Ahora supongamos que una organización cualquiera nos permitiese multiplicar nuestro número hasta el punto de poder tratar grandes masas de hombres. Por otro lado, puede preverse que alguna vez la conciencia moral de la sociedad despertará y le recordará que el pobre no tiene menores derechos a la terapia anímica que los que ya se le acuerdan en materia de cirugía básica. Y que las neurosis no constituyen menor amenaza para la salud popular que la tuberculosis, y que por lo tanto, lo que a ésta, no se las puede dejar libradas al impotente cuidado del individuo perteneciente a las filas del pueblo. Se crearán entonces sanatorios o lugares de consulta a los que se asignarán médicos de formación psicoanalítica, quienes, aplicando el análisis, volverán más capaces de resistencia y más productivos a hombres que de otra manera se entregarían a la bebida, a mujeres que corren grave peligro de caer quebrantadas bajo la carga de las privaciones, a niños a quienes sólo les aguarda la opción entre el embrutecimiento o la neurosis. Estos tratamientos serán gratuitos. Puede pasar mucho tiempo antes de que el Estado sienta como obligatorios estos deberes. Y las circunstancias del presente acaso difieran todavía más ese momento; así, es probable que sea la beneficencia privada la que inicie tales institutos. De todos modos, alguna vez ocurrirá.

AHORA SI, ADECUEMOS EL DISPOSITIVO MUCHACHOS

Cuando suceda, se nos planteará la tarea de adecuar nuestra técnica a las nuevas condiciones. No dudo de que el acierto de nuestras hipótesis psicológicas impresionará también a las personas incultas, pero nos veremos precisados a buscar para nuestras teorías la expresión más simple e intuitiva. Haremos probablemente la experiencia de que el pobre está todavía más menos dispuesto que el rico a renunciar a su neurosis; en efecto, no lo seduce la dura vida que le espera, y la condición de enfermo le significa otro título para la asistencia social. Es posible que en muchos casos sólo consigamos resultados positivos si podemos aunar la terapia analítica con un apoyo material, al modo del emperador José. También es muy probable que en la aplicación de nuestra terapia a las masas nos veamos precisados de alear el oro puro del análisis con el cobre de la sugestión directa, y quizás el influjo hipnótico vuelva a hallar cabida, como ha ocurrido en el tratamiento de los neuróticos de guerra. Pero cualquiera que sea la forma futura de esta psicoterapia para el pueblo, y no importa qué elementos la constituyan finalmente, no cabe ninguna duda de que sus ingredientes más eficaces e importantes seguirán siendo los que ella tome del psicoanálisis riguroso, ajeno a todo partidismo.”

Sigmund Freud
"Los Nuevos caminos de la Terapia Analítica".
1918. Obras Completas, Amorrortu Editores.

Todos los textos son de Freud, los subrayados y títulos míos. Se podrían desprender de aquí un montón de cosas que no hacen directamente al motivo del presente, pero quiero ahora dedicarme...


E. Fromm dice

" El nacimiento no es un acto; es un proceso. El fin de la vida es nacer plenamente, aunque su tragedia es que la mayoría de nosotros muera antes de haber nacido así. Vivir es nacer a cada instante. La muerte se produce cuando ese nacimiento se detiene. Fisiológicamente, nuestro sistema celular está en un proceso de continuo nacimiento; psicológicamente, sin embargo, la mayoría de nosotros dejamos de nacer en determinado momento. Algunos nacen muertos; siguen viviendo fisiológicamente si bién mentalmente, su aspiración es volver al ceno materno, a la tierra, a la oscuridad, a la muerte; estan locos o muy serca de estarlo:otros muchos van un poco mas lejos por el camino de la vida. No obstante, no pueden romper el cordon umbilical del todo, como si dijeramos; permanecen simbioticamente, ligados a la madre, al padre, a la familia, a la raza, el estado, la posición social, el dinero, los dioses, etc.;nunca surgen plenamente como ellos mismos y en consecuencia, nunca nacen plenamente".

Alli hace una cita de Meister Eckart del libro " Benedictus" en la que se desarrolla la coincidencia entre el pensamiento mistico cristiano y el Zen.En la que se plantea un permanente nacimiento a otras naturalezas del hombre.

Incluye un analisis de los pasos que da otro Agustin, San Agustin. La determinación de un hombre de asumir esa busqueda y en ella la del Encuentro con el Padre,esta vinculada a esos sucesivos nacimientos.

 

 

 


 

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