San German, Obispo y Confesor

Era peregrino, y me hospedasteis;
estaba desnudo, y me vestisteis;
estaba enfermo, y me visitasteis;
estaba en prisiَn, y vinisteis a Mي.
(Mateo, 25, 35-36).

San Germلn, obispo de Parيs, tenيa tanta compasiَn por los pobres prisioneros que, no pudiendo obtener su liberaciَn de los hombres, pedيala a Dios y rompيa sus cadenas mediante sus plegarias. Su casa estaba sin cesar invadida por una muchedumbre de desventurados, a quienes servيa de padre. Siempre tenيa varios pobres a su mesa, donde nada veيase que no fuese simple y frugal. Fue advertido del dيa de su muerte y lo hizo escribir en la cabecera de su lecho. Puesto que tْ no sabes el dيa de la tuya, piensa en ella todos los dيas.

MEDITACIسN SOBRE
LAS OBRAS DE MISERICORDIA

I. Estلs obligado a hacer obras de misericordia: no es sَlo un consejo que Jesucristo te da, es un mandamiento que te impone; y si no lo observas, no hay paraيso para ti. En el dيa del juicio, te salvarلs por haber practicado las obras de misericordia, o te condenarلs por haberlas descuidado; porque todo lo que haces o rehْsas a tu prَjimo, a Jesucristo mismo es a quien lo haces o lo rehْsas. Da poco para recibir mucho, da un pedazo de pan para recibir el paraيso. (San Pedro Crisَlgo).

II. Da ropa a los pobres que carecen de ella; tْ estلs cubierto de oro y de seda, da por los menos lo que tienes en exceso para cubrir los miembros de Jesucristo; visita a los enfermos, sobre todo a los pobres, y ayْdalos cuanto puedas. Vete a las cلrceles, ocْpate de los desdichados que gimen en ellas: si son inocentes, merecen que les tengas piedad; si son culpables, acaso tْ lo seas mلs que ellos. Si hubiera de encarcelarse a todos los que han ofendido a la majestad de Dios, el mundo no seria mلs que una dilatada prisiَn.

III. Si tu pobreza no te permite asistir con tus bienes a esas tres clases de personas, hazles una cari dad espiritual: visita a los presos, consuela a los pobres y a los enfermos; agradece a Dios el que no haya permitido que te veas reducido al estado en que los ves. En fin, graba bien en tu espيritu este pensamiento: Espera en vano misericordia aquél que, a su vez, no usَ de misericordia. (San Pedro Crisَlogo).

La prلctica de las obras de misericordia
Orad por los prisioneros.

ORACIسN

Haced, oh Dios omnipotente, que la augusta solemnidad del bienaventurado Germلn, vuestro confesor t pontيfice, aumente en nosotros el espيritu de devociَn y el deseo de la salvaciَn. Por J. C. N. S. Amén.