đHwww.oocities.org/ar/misa_tridentina07/sermones/sermon25.htmwww.oocities.org/ar/misa_tridentina07/sermones/sermon25.htmdelayedxłUŐJ˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙˙Č I|ŇOKtext/html?2÷Ň˙˙˙˙b‰.HFri, 06 Apr 2007 13:02:31 GMTÉ Mozilla/4.5 (compatible; HTTrack 3.0x; Windows 98)en, *˛UŐJŇ Sermones: Viernes Santo - Miseria y gloria de la Cruz - P. Grossouw Sermones: Viernes Santo - Miseria y gloria de la Cruz - P. Grossouw

VIERNES SANTO
 MISERIA Y GLORIA DE LA CRUZ

Padre W. Grossou
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    ĄOh vińa mía escogida, que Yo mismo planté! żCómo te has convertido en amargura, para crucificarme a Mí y preferir a Barrabás!" (Responsorio de Maitines). El Salvador se queja desde la cruz de la ingratitud de su pueblo y de la ingratitud de todos nosotros. La sagrada Pasión, que hemos estado meditando amorosamente estas semanas, alcanza hoy su punto culminante con la muerte amarga. El Señor pende del madero infamante, abandonado, desconocido, deshonrado. Inclina la cabeza y entrega su espíritu.

   Duélese la Iglesia, porque se le quita su Esposo. La desnudez y abandono en que se quedan los altares, simbolizan este dolor. No se celebra ninguna Misa. La presencia eucarística queda interrumpida, la lámpara del sagrario se extingue.

   Nuestra actitud debe ser hoy estar espiritualmente junto a la cruz con la que se nos ha dado por Madre, hincarnos ante esos pies sangrantes que se hallan horadados por nosotros, y meditar su muerte. Meditar, noble y sinceramente, que muere por mí.

   La Iglesia llora, pero bendice al Señor. "Adoramos tu cruz, oh Seńor, y alabamos y glorificamos tu santa resurrección. Porque he ahí que por el madero ha venido la alegría al mundo entero." Sabe la Iglesia que hoy hemos sido redimidos. Y levanta la cruz, instrumento de ignominia, y la muestra en medio del sagrado recinto como signo de redención, después de que la hemos venerado y besado postrados a sus pies.

   El grano de trigo que cae en tierra no permanece sólo, sino que produce ricos frutos. Los hijos de Dios recuerdan las palabras divinas: "En los días de su carne ofreció plegarias y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que le podía salvar de la muerte y fue escuchado por razón de su reverencia. Y siendo el Hijo, aprendió de las cosas que padeció lo que era obediencia, y en su perfección consumada vino a ser causa de salud eterna para todos los que le obedecen, proclamado por Dios Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec" (Hebr. 5, 7-10; Lección nona de Maitines).

   Ahora descansa en el sepulcro. "En paz me acuesto y me duermo" (Sal. 4,9; Antífona de los Maitines de1 Sábado Pascual). La Pasión ha amainado y la paz comienza a descender a la tierra. Nosotros con las mujeres hacemos la guardia junto al sepulcro, aguardando su resurrección. Y encerramos su Pasión en nuestro corazón para que Él resucite en nosotros. Guardamos en nuestro espíritu y en nuestro cuerpo su muerte para que su vida también sea eficaz en nosotros y el poder de su resurrección se comunique a nuestro cuerpo mortal (2 Cor. 4. 10-11).

 

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