Buenos
Aires, 1° de enero de 2003
Compañeros
y compañeras:
Hoy, siendo
1° de enero, empezamos el año los HIJOS viniendo a este lugar a escrachar a un
hijo de puta como lo es Massera, que aunque se esté muriendo nunca le vamos a
perdonar los crímenes cometidos contra nuestro pueblo.
Hubo
30.000 personas que fueron desaparecidas en este país y mientras tenemos pibes
que se nos mueren de hambre en Tucumán, acá adentro hay un asesino, un
torturador, un violador que tiene los mejores cuidados y los mejores médicos.
Mientras
ésto sucede nuestro pueblo se está
cagando de hambre y hay una continuidad de eso.
No
venimos a brindar por la muerte, porque brindar por la muerte sería brindar por
Massera, que es uno de sus representantes.
Nosotros
venimos aquí para empezar el año luchando. Es una promesa que tenemos para con
nuestros viejos y con los 30.000 compañeros desaparecidos y cada uno de
aquellos compañeros que el poder viene tumbando en la lucha, como Darío, como
Maximiliano y tantos otros más.
Vinimos
acá para brindar por la vida.
Venimos
acá para brindar por el proyecto que encarnaron nuestros padres y sus 30.000
compañeros, por ese proyecto que le fue negado por un hijo de puta como éste.
Venimos
a brindar por todos los compañeros que en los barrios vienen construyendo con
dignidad una historia diferente, algo distinto a lo que nos dejaron como
herencia estos asesinos.
Venimos
a brindar también porque hoy se cumple un aniversario más de la Revolución
Cubana, esa revolución que inspiró e iluminó a muchos de nuestros viejos en
su lucha y en su práctica política.
También
hoy se cumple un aniversario más del levantamiento zapatista, una de las
primeras veces que los pueblos originarios de México dijeron basta y se
levantaron en armas. Hasta hoy se sigue sosteniendo esa lucha.
Venimos
a brindar también porque hoy en Brasil está asumiendo un gobierno popular y
esperamos que este gobierno que se dice popular, impulsado por la lucha de
nuestros hermanos los compañeros campesinos del Movimiento Sin Tierra asuma el
compromiso que tiene para con ese pueblo y con la justicia y que una de las
primeras acciones del gobierno de Lula sea otorgar la extradición de Stroessner
que está pedida por la justicia española y de Oviedo, que está pedido por la
justicia de varios países, entre ellos Paraguay mismo.
Esperemos
que desde este momento, desde hoy en adelante Brasil deje de ser uno de los
lugares donde la impunidad al igual que en nuestro país lamentablemente sigue
gozando de absoluta salud más allá de que estén internados estos asesinos.
Venimos
a brindar por nuestros viejos y por lo que ellos encararon, por el proyecto que
significaban ellos, porque no los mataron porque...tenían...ideas “raras”,
no. Los mataron porque había proyectos diferentes en juego. Y el proyecto que
triunfó no era el de nuestros padres pero la vigencia de su lucha es la misma.
La
miseria que sufre nuestro pueblo hoy está mucho más profundizada que en la década
del ´70 cuando nuestros padres tomaron las armas y decidieron defender sus
ideales y decidieron enfrentar la lucha de nuestro pueblo armados.
Nosotros
venimos a festejar eso, no la muerte.
Así
que compañeros, descorchemos nuestras botellas y empecemos este año brindando
no por la muerte de este hijo de puta. Por la vida, por las vidas que el negó.
Y le deseamos una muy larga agonía y que el próximo genocida muerto no tenga
el privilegio de que sea una muerte natural, y que sea el pueblo en su conjunto
el que decida de qué forma, en qué momento y como los genocidas de
nuestro pueblo van a cumplir con su castigo.
Muchas
gracias compañeros.
Los
invitamos a brindar a todos aunque sea simbólicamente. La mayoría de nuestro
pueblo anoche ha brindado con agua, así que no esta mal si levantamos la mano
solamente como un símbolo.
Muchas gracias. Esta actividad es para recordarles que los HIJOS aún cuando un genocida esta muriéndose:
NO
OLVIDAMOS - NO
PERDONAMOS - NO NOS RECONCILIAMOS
30.000
compañeros desaparecidos. Presente. Ahora
y siempre.