Diversas organizaciones
populares y vecinos de Loma hermosa se congregaron el viernes 20 de junio
en la plaza Churruca para denunciar los asesinatos de Choco y Walter, dos
jóvenes acribillados por la espalda por miembros de la Policía
Bonaerense.
Más de cien personas se acercaron al acto para denunciar este caso de
Gatillo Fácil. América, madre de Sebastián "Choco" Cabrera,
se dirigió al vecindario con un altavoz y afirmó que los jóvenes
son "víctimas de este sistema, sin trabajo, sin futuro, en una
sociedad injusta para los pobres". Estuvieron presentes CORREPI,
HIJOS, Comuneros Libres, Movimiento Barrios de Pie, varios comedores
barriales, familiares, vecinos y amigos de las víctimas del gatillo fácil,
entre otros.
Supuestamente Choco y Walter habrían intentado robar un ciclomotor Honda
a una pareja de policías. Las pericias demostrarían que los jóvenes
fueron baleados a 20 metros de distancia por el sargento Walter Méndez y
su novia la cabo Adriana Paroni, la noche del lunes 2 de junio. Además
Choco fue rematado en el lugar ya que, según la pericia, algunos disparos
indican que la posición del tirador fue con rodilla en tierra. Walter, de
16 años, falleció dos días después en el Hospital Bocalandro. Según
CORREPI, "los testigos que se presentaron espontáneamente a la
familia ya han comenzado a ser amenazados por la policía".
Luego de que varios familiares de víctimas del gatillo fácil
pronunciaran palabras de denuncia al sistema represivo y reclamos por
justicia, la columna marchó unas cinco cuadras hasta la casa de la cabo
Adriana Paroni para realizar un escrache. En el trayecto se repartieron
volantes y varios vecinos se sumaron al acto. Con aerosoles se pintaron
diversas consignas antirrepresivas en el frente de la casa, al grito de
"como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a
buscar", con el objeto de que los asesinos sean objeto de repudio
social y de lograr el compromiso de los vecinos para que este tipo de
actos no queden impunes.
Reiteradas veces la columna fue observada por móviles policiales que
circulaban por la zona de modo intimidatorio. Sin embargo, este tipo de
manifestaciones da una muestra de cómo la organización popular puede
comenzar a vencer la impunidad y el aislamiento que provocan las fuerzas
represivas en el conurbano.
Sergio "Cucú" Cabrera, hermano de Choco, es militante CORREPI y
también fue víctima de la bonaerense cuando le aplicaron "submarino
seco" en la comisaría 1ª de San Martín. Además colabora
activamente en un comedor popular en Martín Coronado. Afirmó que
"la lucha contra el gatillo fácil es sólo una de las patas de
nuestra tarea. Después está la denuncia política sobre la agresión que
sufrimos los sectores populares. En este caso en particular yo soy
doblemente víctima. Ya fui torturado por esta policía y ahora me toca
como familiar sufrir la muerte de mi hermano en manos de un policía que
lo mata por la espalda".
En un comunicado sobre este caso la CORREPI explicó: "Cucú sabe por
qué mataron a su hermano. Sabe aquello de la 'represión preventiva',
sabe aquello del 'control social', sabe que no es el policía Botrón -que
lo torturó a él- o el policía Méndez, sino que es toda la institución,
y que la represión responde al poder político".
Dentro de un mes, con fecha a confirmar, se convocará a un festival
antirrepresivo en la plaza Churruca, donde participarán murgas y bandas.
Para colaborar en la preparación del festival hay que dirigirse al
comedor popular de Martín Coronado, ubicado en Panamá 7249.
ANRED y Agencia Rodolfo Walsh
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