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Estreno: 14 de noviembre de 2002

El regreso de Almodóvar

Hable con ella (España/2002). Guión y dirección: Pedro Almodóvar. Con Javier Cámara, Darío Grandinetti, Leonor Watling, Rosario Flores, Mariola Fuentes y Geraldine Chaplin. Música: Alberto Iglesias. Fotografía: Javier Aguirresarobe. Edición: José Salcedo. Diseño de producción: Antxón Gómez. Producción de El Deseo presentada por 20th Century Fox. Duración: 112 minutos. Para mayores de 16 años.
Nuestra opinión: muy buena.

Autor: Diego Battle

Tras una película pretenciosa, grandilocuente, artificial y demagógica como "Todo sobre mi madre", con la que cumplió el objetivo de ganar su primer premio Oscar, Pedro Almodóvar recupera en "Hable con ella" el placer de jugar al cine, de filmar con la intuición y el corazón antes que con el intelecto. El director español más famoso del mundo se baja del pedestal de "autor que alcanza la madurez" para regresar al estilo visceral, caótico, desatado, experimental y provocativo que llevó el término "almodovariano" a una categoría única e inimitable.

"Hable con ella" es una película extraña, imperfecta y por momentos hasta incómoda para el espectador (la antítesis de "Todo sobre mi madre"), pero que alcanza cumbres emotivas, raptos de inspiración y hallazgos formales que nos devuelven al mejor Almodóvar: despojado, desinhibido y seductor.

Hombres que sufren

Melodrama hilarante o comedia trágica, "Hable con ella" abandona el protagonismo de las mujeres para centrarse en una sensible mirada sobre el costado femenino (más precisamente maternal) de dos hombres que sufren, lloran, consuelan y atienden a sus amores imposibles, mientras va desarrollándose entre ellos una relación de intensa amistad, de mutua identificación, admiración y lealtad.

Benigno (Javier Cámara) es un médico que se obsesiona (y se enamora) de Alicia (Leonor Watling), una joven bailarina que queda en estado de coma tras un accidente automovilístico. Marco (Darío Grandinetti), un escritor argentino que viaja por el mundo para concebir guías turísticas, inicia una relación con Lydia (Rosario Flores), pero esta enigmática y conflictuada torera es brutalmente herida durante una corrida y también queda inconsciente durante meses.

"Hable con ella" es una épica sobre la pasión (amores desesperados que pueden llevar a la locura y a la muerte) y una despojada exploración sobre la soledad, la amistad y la identidad sexual. Es también un homenaje a la historia del cine en el que conviven con armonía desde los clásicos mudos hasta el suspenso hitchcockiano, pasando por el surrealismo buñueliano y la comedia alocada de Preston Sturges o Ernst Lubitsch.

Mezcla de tonos y géneros

En su decimocuarta película, el ya cincuentón Almodóvar se permite experimentar con una narración en la que quiebra constantemente los tiempos del relato, se arriesga a construir un flashback dentro de otro, maneja simetrías perfectas, introduce un corto surrealista, mudo y en blanco y negro de siete minutos llamado "Amante menguante" (inspirado en "El increíble hombre menguante", de Jack Arnold), con un hombre minúsculo que se refugia en la vagina de su inmensa amante, y hasta se da el lujo de mostrar a Pina Bausch en su espectáculo "Café Müller" o a Caetano Veloso cantando en vivo "Cucurrucucú paloma". El resultado es un pastiche de tonos y géneros, músicas e imágenes, de enorme intensidad que, aunque corre el riesgo de abrumar, no dejar de ser subyugante y finalmente irresistible.

Cámara (el patético aprendiz de Santiago Segura en "Torrente") es la gran revelación actoral de "Hable con ella": su contradictorio antihéroe resulta tan querible que el espectador es capaz de entender y perdonar incluso sus extremos comportamientos. Grandinetti (uno de los intérpretes menos "almodovarianos" que puedan imaginarse) aporta toda su presencia para servir como contraste del vulnerable Benigno y su rostro es objeto de varios potentes primeros planos que trabajó con su habitual talento el director de fotografía Javier Aguirresarobe.

En pequeños papeles aparece un seleccionado de grandes intérpretes (Ana Fernández, Chus Lampreave, Loles León, Fele Martínez, Paz Vega, Fernando Guillén Cuervo), mientras que el espíritu lúdico que sobrevuela todo el proyecto permitió incluir cameos de dos divas almodovarianas como Cecilia Roth y Marisa Paredes.

Este Almodóvar renovado nos transporta a un universo tragicómico, contradictorio y desconcertante en el que nos propone una suerte de paradigma de la nueva masculinidad: los otrora machos rudos, contenidos e imperturbables que el séptimo arte tanto ha ayudado a estereotipar le han perdido el miedo a la emoción, dejan aflorar los sentimientos y hasta parecen orgullosos de sus debilidades. En el cine de Almodóvar, queda claro, los hombres también lloran.