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Estreno: 13 de junio de 2002

Deslucida película argentina

"Vagón fumador" (Argentina/2001). Guión, edición y dirección: Verónica Chen. Con Cecilia Bengolea, Leonardo Brezicki, Adrián Fondari y Pablo Razuk. Fotografía: Nicolás Theodossiou. Música: Edgardo Rudnitsky. Escenografía: Julián D´Angiolillo. Sonido: Juan Pablo Di Bitonto. Presentada por Primer Plano Film Group. Duración: 91 minutos. Para mayores de 16 años.
Nuestra opinión: regular.
Autor: Diego Battle

Esta opera prima de la joven directora Verónica Chen se sumerge en la noche porteña en busca de criaturas solitarias, casi marginales, que encuentran una extraña conexión emocional entre ellas.

La película está construida como un largo flashback que reconstruye las vivencias de Reni, una veinteañera que canta en una banda de rock. Una noche ella ve que en un cajero automático dos hombres mantienen una rápida relación sexual. Desde ese instante, Reni queda seducida por Andrés, un taxiboy con el que irá enhebrando una relación afectiva sin demasiadas certidumbres, pero con mucho de compañerismo y aventura.

Chen concentra casi toda la película en la relación entre estos dos personajes procedentes de universos casi opuestos e incorpora como tercer gran elemento dramático las calles, las plazas, los bares, las pizzerías de Buenos Aires, con toda la belleza y la degradación que afloran cuando buena parte de la ciudad duerme. Este rico aprovechamiento de los paisajes urbanos nocturnos (desde la decadente calle Lavalle hasta la Plaza San Martín donde paran los taxiboys) resulta uno de los mayores aciertos de Chen, que incorpora un sesgo por momentos documentalista en el que presta su cámara a seres anónimos que deambulan por las veredas casi desiertas.

La directora —que desde la presentación del film en el Festival de Buenos Aires de 2001 recorrió otros 17 festivales internacionales antes de llegar al estreno comercial— trabaja la conexión entre Reni y Andrés a través de largas caminatas y charlas sobre temas aparentemente intrascendentes, un efímero y casi casual encuentro sexual, hasta llegar a una suerte de iniciación de ella en la prostitución a partir de la relación que ambos mantienen con un violento cliente.

Más allá de sus excesos de estilización en ciertos clips sobre la vida nocturna (especialmente en lo que respecta a la abusiva utilización de la cámara lenta); de ciertos momentos en los que los diálogos buscan una ambiciosa referencia literaria y pierden credibilidad; de algunos pasajes de registro onírico, casi surrealista, muy poco logrados; y de la omnipresente y abrumadora banda de sonido, lo que hace naufragar parte de las buenas intenciones, de los hallazgos de guión y del evidente talento que tiene Chen es la falta de un rumbo (por más que trate una historia sobre la falta de rumbo) para una película que alcanza cierto interés hasta promediar el relato y luego se desbarranca por completo.

Hay en Chen un interés por encontrar otras historias, otros personajes, otra ciudad, un universo muy diferente del que viene trabajando buena parte del nuevo cine argentino. Se intuye, se alcanza a percibir en ella, una mirada muy personal, una gran libertad creativa que en "Vagón fumador" sólo aflora por momentos. Será cuestión, entonces, de seguir de cerca la carrera de una realizadora prometedora, más allá de las apuntadas carencias de este debut en el largometraje.

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