Con todas las fórmulas que marca la ley, llega esta nueva aventura de Hollywood sobre la relación entre el maestro y el discípulo, eficazmente resuelta, aunque no brillante, por ese experimentado director que es Roger Donaldson.

Colin Farrell es el protagonista joven de esta cinta, quien hace el papel de James Clayton un amante de las computadoras, que se ve seducido por un veterano de la CIA, jugado por Al Pacino como James Burke, a entrar en el entrenamiento básico —The farm— con la idea de averiguar algo mas adelante sobre la muerte de su padre, ocurrida hace tiempo en circunstancias oscuras.

El recluta, sometido a las mas intensas pruebas, se enamora de otra recluta, Layla (Bridget Moynahan) y luego se superar con creces las pruebas, es seleccionado por Burke para descubrir a un doble agente que pretende infiltrarse en la agencia.

Con las premisas de Pacino "nada es lo que parece" y "no confíes en nadie" el joven discípulo deambulara entre giros y giros poniendo a prueba su capacidad de confiar y de no confiar.

Sin ser una maravilla, y apoyado en un sólido guión, el film consigue entretener y lograr las acertadas actuaciones de sus dos héroes masculinos, enmarcados una buena fotografía, música y solvente dirección.

Ricardo Azaretto