¿Cuál fue el primer antecedente mundial de la aparición de la mujer en el contrapunto?
El primer antecedente fue el que inspiró a Lope de Vega en su obra
“ La Pícara Justina”según relata:”el rey compró a un mercader babilonio una doncella, por la cual se le pedía un alto precio .Para probar su valor, se la sometió a un contrapunto de preguntas y respuestas con los juglares del palacio, del que salió airosa.
Las Bertsolaris Vascas: están unidas en una “Asociación de amigos del Bertsolarismo” con sede en San Sebastián (son actualmente sesenta, entre hombres y mujeres).La Bertsolatris más destacada se llama María Elena, e improvisa cantando “a capella”. En sus presentaciones la acompaña el bertsolaris Egaña y las traducciones las realiza Koldo Tapia. En las escuelas de bertsolarismo asisten 250 alumnos y allí las bertsolaris ejercen la docencia. Hay campeonatos intercolegiales anuales donde participan 2.000 alumnos (entre niños y niñas) y 200 son seleccionados improvisando frente al público.
En Puerto Rico, la primera trovadora se llamó MIMI CURBELO y actualmente la más conocida es, Victoria Sanabria Colón, de 25 años, que improvisa en décimas. Tuve la suerte de conocerla en el mes de noviembre de 2001 y le ví cantar decimillas hexasilábicas.
En Chile, Cecilia Astorga, esposa del payador Pedro Yánez, se ha convertido en la primera payadora chilena. De cuna campesina, Cecilia posee una maravillosa voz y una preclara inspiración. Actúa junto a su esposo y los colegas Manuel Sánchez, Eduardo Peralta y Santos Rubio.
En el año 1995 canté por primera vez en Cuba, en la Plaza de la Revolución con Tomasita Quiala, una joven no vidente, que tiene actualmente menos de 40 años de edad. El día que nos conocimos, Tomasita me saludó improvisando de la siguiente manera:
“Querida Marta Susana
van mis afectos más grandes
siento el fragor de tus Andes
vibrando en tierra cubana.
Sentimiento que me hermana
a la más humana fé
y en tu San Martín se ve
multiplicada la estampa
del gaucho, el tango y La Pampa
en la sonrisa del Che”.
Tomasita es sorprendente, pues realiza algo que, entre nosotros, los payadores, es una proeza: Pide cuatro versos con, con dos de los cuales inicia la décima y con dos termina, luego realiza otra décima colocando esos mismos pies forzados del final, al principio.
Supongamos que desde la tribuna, alguien le grita: “En esta noche estrellada” y otro le dice “ que es la vida sin amor”, otro sugiere “por las madres y los niños” y por último le dicen “debemos juntar las manos”
entonces Tomasita dice:
“En esta noche estrellada”
“por las madres y los niños”
duendes reparten cariños
y besos en cada almohada.
Una niña abandonada
llora a solas su dolor,
y al verla le da calor
mientras musita el anciano
“debemos juntar las manos”
“¿Qué es la vida sin amor?”
“¿Qué es la vida sin amor?”
“debemos juntar las manos”
para que nuestros hermanos
no vivan en el dolor.
Conservar , como la flor
la pureza del armiño
no retacean el cariño
y anuncian una alborada
“en esta noche estrellada”
“por las madres y los niños”.
Tomasita improvisa junto a Raúl Herrera y Alexis Pimienta. Yo he tenido la suerte de improvisar con ella dos veces que fui a Cuba (en 1995 y 1999) en Méjico en l997, en Islas Canarias en 1998 y en la Argentina (Tandil) en el año 2000. Tomasita es mamá de un niño.
En cuanto a Argentina, el primer nombre que registra la historia, es el de Ruperta Fernandez, nacida en el distrito de Yeso, Departamento de La Paz, y que según cuenta Marcelino Román, era curandera y payadora y tenía la particularidad de andar con su guitarra encintada con las banderas de todo el continente.
A principios de siglo, asoma el nombre de Aída Reina, discípula de Gabino Ezeiza, quien es la encargada de llevar el canto improvisado a Europa.
En el libro de Víctor Di Santo “El canto del payador en el circo criollo” figuran algunas payadoras, pero el mismo Di Santo duda que hayan sido reales sus méritos, ya que en esa época era obligatoria la presencia de un payador en los centros tradicionalistas, por lo que – se supone – algunas serían inventadas.
En la ciudad de Dolores( Argentina) la cuna de Abel Fleurí se destacaron los nombres de Susana Velázquez y Susana Repetto, la primera, fallecida prematuramente y la segunda una queridísima compañera conocida como la “ maestra payadora”, quien agrega a su vida el no menos satisfactorio galardón de ser también la mamá de un joven payador y de una niña .
La tierra de Ruperta Fernández, nos ha dado a otra brillante payadora: Liliana Salvat, considerada y respetada por sus grandes méritos. Actualmente reside en Buenos Aires, es madre de un niño y sigue, junto a su esposo, Manuel Ocaña, recorriendo los más diversos escenarios del país.
En nuestra Patagonia Argentina habitan dos jóvenes mapuches: Argentina Salles y Verónica Remeikes, payadoras que están dando sus primeros pasos en el arte.
Por mi parte, soy nacida en Avellaneda ( Pcia de Buenos Aires), madre de tres hijos, y abracé esta vocación a los 14 años.
Atesoro como un recuerdo querido, mi amistad con Carlos Molina y la gira que compartiéramos en 1989 por Australia.
Quiero por último mencionar como antecedente histórico en el Uruguay a Victoria, la payadora que cantaba en las murallas, arengando a las tropas, a la joven Lourdes Scasso y a Mariela Acevedo, la primera payadora profesional.
He tenido la suerte de estar en Cuba, Méjico, España, Puerto Rico y la República Oriental del Uruguay, donde pude recorrer 18 departamentos de este bendito país con los más grandes payadores de esta tierra.
La inclusión de la figura de la mujer en el arte repentista, es complementaria y no competitiva, con respecto al hombre. La mujer aporta desde su sensibilidad, desde su naturaleza, un enfoque distinto, que puede o no ser coincidente con el hombre, pero – insisto – ES DISTINTO.
Por ejemplo un payador puede cantarle a la maternidad, pero jamás, podrá hacerlo como una madre, temas tan polémicos como el aborto, la mujer golpeada, el acoso, la discriminación que la mujer sufre todavía o la violación, suenan más profundos y más ciertos en labios de una mujer.
En” décimas para mi hijo” dice la payadora argentina Liliana Salvat.
y yo sé bien que el abuelo
que tenía su mismo nombre
sueña con verlo hecho un hombre
en algún rincón del cielo.
Ternura de mi desvelo,
besitos con gusto a miel
si cuando digo Manuel
el corazón se me sale,
no hay aplauso que se iguale
a las tortitas de él.
Por la mañana, un ajó
canta sobre el día que aclara,
y una caricia en mi cara
me anuncia que despertó.
Por la noche un arrorró
le susurro complacida,
cae un beso sin que él pida
sobre su piel que es mi piel
¡Ay Dios si supiera él
que es el dueño de mi vida!
Hago votos por que en el futuro, surjan nuevas payadoras.