-A donde vamos? Y
por qué queres ayudarme?
El viento golpeaba con mucha fuerza la cara de la chica, volaban a una
velocidad tremenda.
Hikari se asomo a ver hacia abajo, pudo ver solo una macha verdusca que
corría bajo ellos, iban tan rápido que nada se distinguía bien. Estaba un
poco asustada.
-Contéstame! –gritó ella con voz imperativa.
-Regla numero uno –dijo el extraño con voz cortante –Si queres ser fuerte,
intenta preguntar lo menos posible.
-Pero… -Empezó a decir la niña, pero al final optó por dejar la frase
inconclusa.
En ese momento, el pokemon en el que volaban aceleró repentinamente,
desapareciendo entre las nubes sin dejar rastro.
Mientras tanto en Blackthorn…
-Al carajo con los dragones de mierda!! Yo voy igual –dijo Touji
poniéndose de pie.
-Ok, hace lo que quieras, me voy a reír cuando esa mina y sus dragones te
den por atrás –respondió Harry.
-No seria mejor que esperes hasta obtener mas información de ella?–dijo
Rika.
-Mmm…
-Dale Touji, seguro te va a ir bien! –lo animó Reiko.
-Esta bien, después de todo, si perdés, siempre podes volver a intentarlo,
y vas a estar mejor preparado –Dijo Rika.
-Estas demasiado seguro… te apuesto a que no duras mas de seis minutos y
medio… si me ganas hago lo que vos quieras, pero si perdés vas a tener que
disfrazarte de un Gloom, y tenes que ir a comprar a una farmacia una
docena de enemas –desafió con expresión maliciosa.
-Que???!!!
Reiko soltó una carcajada, mientras que Rika reía con disimulo.
-Ok, vas a ver que voy a ganar, y vas a tener que ponerte un vestido rosa
y gritar en medio de la cuidad “No soy Gaaaaaay!!!” como el señor
Garrison.
-Hecho –aceptó, y estrecharon manos.
-Pendejo pervertido… -murmuro Touji cuando estaban saliendo del centro
pokemon.
-Homofóbico de mierda, anda ensayando porque Clair no es ninguna joda…
El grupo se dirigió al último gimnasio, su último obstáculo “oficial”
antes de poner sus pies en la Convención Plateada, el destino de su viaje.
Se pararon frente al imponente edificio, era el gimnasio más impresionante
que habían visto, sus enormes puertas de roca tallada estaban decoradas
con las figuras de dos hermosos Dragonair entrelazados.
Se quedaron mirando la estructura aparentemente rustica del lugar.
Touji dio un paso al frente, y algo temeroso extendió la mano para golpear
la puerta, pero ésta se abrió de par en par antes de que llegue a tocarla,
emitiendo un sonido estremecedor.
El entrenador retrocedió, algo sorprendido.
-Un desafío es un acto sagrado, una vez que empiezas no podrás volver
atrás –anuncio una voz femenina y fría –Jóvenes retadores, bienvenidos al
Gimnasio Blackthorn, soy Clair, por favor acompáñenme.
-Y esta de que libro salio? –murmuró Harry.
-No se, pero yo no entro ahí ni en pedo –contestó Touji.
-Te busco el disfraz?
-Shhh, dejen de decir boludeces y entren –cortó Reiko mientras los
empujaba.
Caminaron algo dudosos. El interior del gimnasio era por lejos lo mas
moderno que habían visto en esa cuidad hasta ahora.
La plataforma también era de roca, pero pulida de una manera tal que
brillaba como plata.
-Quien de ustedes tendrá el honor de ser derrotado por mi?
-No tenes confianza… no tenes… -acotó Harry en voz baja.
-Este… yo –dijo Touji sin mucha seguridad en su tono de voz.
-Bien, toma posición y empecemos a jugar, quiero terminar rápido.
Touji se presentó y se puso en su lugar.
El clásico referí anunció en voz muy alta:
-Esta es una batalla oficial entre la Líder de Gimnasio Clair, y el
retador, Touji Watsuki del Pueblo New Bark, usaran dos Pokemon cada uno,
sin limite de tiempo, que comience la batalla!
-Bien, vamos Denkeshi!! –gritó Touji mientras arrojaba con mucha fuerza la
pokebola al campo de batalla.
-Denkeshi?? –Preguntó Reiko incrédula –Esta loco, como va a mandarlo a él
contra pokemon dragones!
-No se que tenga planeado Touji, pero espero que funcione –dijo Rika algo
preocupada.
-Jo jo jo –rió despectivamente Clair mientras señalaba al pequeño pokemon
de Touji –un Pikachu? Llegaste hasta acá usado un Pikachu? Esto va a ser
mas rápido de lo que pensaba. Dragonair, deslumbra a estos ingenuos con tu
belleza y poder.
 |
 |
La mujer arrojó una pokebola muy alto, la cual se abrió, encandilando con
su resplandor a Touji y su pokemon.
Una mística criatura se dejó ver, sus movimientos eran gráciles y
elegantes. Un aura azulada lo rodeaba.
Touji era incapaz de pronunciar una orden, no podía dejar de mirar al
dragón que levitaba frente a él.
Denkeshi miró un segundo a su amo, como esperando que le dijera que hacer.
-No pensás atacar? Muy bien, entonces ataco yo. Dragonair, usa tu Portazo.
-Mierda! Usa Doble equipo!!
La serpiente se lanzó como una bala hacia su adversario, mostrando una
asombrosa velocidad, pero éste estaba lejos de dejarse golpear, se
multiplicó velozmente, justo en el momento en que Dragonair descargaba un
terrible golpe con su cola sobre él, sin embargo, solo deshizo una
ilusión.
-Muy bien Denkeshi! Usa Rayo!!
-Solo fue suerte, pero ya me aburrí de jugar con ratones, Dragonair, Hiper
Rayo ahora!
Pikachu lanzó su descarga, al tiempo que una esfera de luz se formaba en
la boca del dragón, disparó su descomunal ataque en el instante en que la
descarga iba a alcanzarlo.
Ambos ataques chocaron provocando un furioso estrépito, el gimnasio entero
tembló por completo.
Pikachu sudaba horrores para contener semejante poder, el Hiper Rayo
ganaba terreno a un ritmo preocupante, Touji miraba aterrado como el
mortal ataque se acercaba más y más a su pokemon.
Denkeshi se esforzaba con toda su alma, pero no era suficiente, Dragonair
frunció en entrecejo al ver resistencia, y aumentó enormemente la presión,
eso fue demasiado; el Hiper Rayo arrastró la electricidad de Denkeshi por
completo, y estalló sobre él.
-Mierdaaaa!!!!!!
De entre la monstruosa explosión, Touji pudo ver un pequeño cuerpo
amarillo que salió despedido violentamente, se estrelló contra el techo
del Gym (del cual se desprendió un pedazo) y cayó como un peso muerto al
suelo.
Touji no podía creerlo, nunca había visto a su pokemon caer tan rápido y
de una manera tan brutal.
-Eso te pasa por venir a jugar a mi gimnasio, esto no es un jardín de
infantes –dijo Clair en tono despreciativo.
El entrenador no respondió a eso, solo levantó a Denkeshi para comprobar
su estado, el cual como cabría esperar era lastimoso.
Con las manos temblando de ira y a la vez terror, lo guardó en su
pokebola.
-Esa mierda no va a salir entera de acá –dijo Touji amenazante.
Dragonair levantó su cabeza orgullosamente.
-Volco, vamos a enseñarles!!!
-No seas pelotudo!!! –le gritó Harry, sin poder evitar levantarse de su
lugar –empiezo a creer que de verdad quiere
pedir esos enemas… -murmuró.
-Callate! Ya vas a ver que Volco va a vencer –contestó molesto.
Volco se trono los huesos de los dedos y el cuello. Lanzo una mirada
impertinente al dragón y de repente, cada flama de su cuerpo ardió con
furia.
-Buena actitud, pero se necesita mucho mas que eso para derrotarme –acotó
la Líder en tono desalentador.
La rabia de Touji hacía que no prestara atención a los comentarios de su
rival, y sin pensar más ordenó:
-Lanzallamas!!!
-Rayo Burbuja!
Los ataques fueron disparados al mismo tiempo y su colisión provocó que
las flamas escupidas se convirtieran en vapor, el cual se extendió por
todo el Gym, dejando a los dos pokemon a ciegas.
-Volco, no te descuides!
Magmar se quedó quieto, agudizando todos sus sentidos, buscando cualquier
sombra, cualquier sonido, cualquier olor, que pudiera indicar la posición
de su oponente.
Todo estaba muy silencioso.
Algo brilló repentinamente detrás de Volco.
-Cuidado!!!
Una gran cantidad de pequeñas esferas resplandecientes se dirigieron a una
velocidad pasmosa hacia él.
En una demostración de reflejos y exactitud increíble, el pokemon de fuego
se volvió hacia el ataque, encendió sus puños y deshizo con ellos cada una
de las burbujas, provocando pequeños estallidos de vapor.
Las blancas orejas del Dragón se dejaron ver entre el vaho.
-Ataca con Polución!!
El contaminado y asqueroso humo negro fue disparado hacia él, pero la
bestia de Clair se elevó a gran altura para evitar intoxicarse y descendió
en picado hacia Magmar.
-Concentrate Volco! No podemos perder contra ese gusano de mierda, usa
rayo confuso!
-Maaag! –gritó el fogoso monstruo, al tiempo que formaba una esfera negra
entre sus manos.
Cuando el vapor se dispersó, los ojos ensombrecidos de Magmar estaban
fijos en su rival.
-Dispara!!
-No dejes que lo haga! –ordenó Clair.
Cuando estuvo suficientemente cerca, éste le disparó el rayo confuso en
plena cara.
El dragón siguió de largo, pero en lugar de golpear a su oponente, se dio
de cabeza contra el suelo.
Una sonrisa burlona se dibujó en la cara del Magmar.
-Bien! Aprovechá ahora para atacarlo! –dijo Touji triunfalmente.
Volco se volvió hacia su caído rival, con el puño derecho encendido y
preparado se propuso a terminar con el, pero Dragonair fue mas rápido y
enrolló su alargado cuerpo alrededor del de su enemigo, presionando cada
músculo con su fuerza descomunal.
-Carajo!!! Tratá de soltarte!!
Volco intentó liberarse, pero estaba completamente inmovilizado, Dragonair
presionaba con cada vez mayor fuerza.
-Vamos Volco! Aguantá!!
En la cara del pokemon se reflejaba mucho dolor, se estaba asfixiando.
-Es lo que mereces por tratar de ponernos en ridículo –dijo Clair con
frialdad.
Dragonair seguía apretando a su presa, oprimiéndolo despiadadamente.
-Mierda!!!
-Rendite Touji, esto puede traer consecuencias graves –dijo Rika con
seriedad.
-No!! Volco puede hacerlo…
-No vale la pena! –exclamó Reiko.
-P-pero…
Se escuchó un crujido estremecedor, y en ese momento Volco dejó de
resistirse, había perdido el sentido.
-Dale pelotudo! Si sigue así lo va a matar!! –le gritó Harry.
Touji abrió los ojos de par en par, shokeado por las palabras de sus
amigos.
-Me- me rin…
-Dragonair, suficiente, soltalo.
El dragón aflojó sus ataduras, Volco se deslizó hasta el suelo, mientras
que el pokemon de Clair se posó con elegancia detrás de su dueña.
Touji corrió hacia Volco, y se arrodilló a su lado.
-Volco, reacioná! –gritó desesperado. El Magmar no daba señales de vida.
-Perdoname… por mi culpa… por mi culpa estas… -dijo mientras lo abrazaba.
-Evidentemente no aprendiste mucho con tu viaje, si por orgullo permitiste
que tu pokemon terminara así, no estas preparado para mi gimnasio, y mucho
menos para el Torneo de la Liga Jotho –dijo Clair fríamente.
Touji no emitió palabra, en realidad no sabia que decir. Solo guardó a
Volco, se puso de pie, dio media vuelta y se retiró.
Sus compañeros fueron tras él en silencio.
En una apartada zona montañosa, la tranquilidad del atardecer solo es
interrumpida por una salvaje colisión de ataques.
Una bandada de Pidgey salio volando del lugar, apresuradamente.
-Basta, es suficiente por ahora…
-Si, esta bien…
El joven y la niña se sentaron tranquilamente a descansar.
-De verdad voy a hacerme mas fuerte con esto? –Preguntó Hikari, algo
dudosa –Ah, perdón, me olvide, regla numero uno… -agregó en tono irónico.
El extraño ni se inmutó, solamente siguió mirando la puesta de sol.
-Que te pasa?! Por que no hablas?!
-Porque hablas por los dos –respondió sin dejar de ver el espectáculo.
-Que simpático… Todavía no me dijiste por que me queres ayudar.
-Ya lo vas a saber…
El silencio invadió la montaña, el sol estaba casi oculto en el horizonte.
-Me pregunto si en casa me estarán buscando… -dijo la niña en voz baja y
algo distante –Ya hace una semana completa desde que estamos acá,
entrenando. En casa siempre… siempre hay alguien que se preocupa por mí…
solo porque le pagan para hacerlo, pero ninguno lo siente realmente.
La persona a su lado no emitió palabra alguna.
-Antes era diferente… no estábamos tan bien económicamente, pero al menos
yo era mas feliz, y creo que mis padres también. Quisiera volver a esa
época, ahora rara vez los veo y cuando lo hago es muy poco el tiempo que
pasamos sin que empiecen a discutir… |
 |
-No vale la pena soñar con recuerdos, el tiempo avanza en línea recta y no
nos esta permitido interferir.
Hikari lo miró unos instantes.
-Debes haber pasado por momentos difíciles…
-Que te hace pensar eso?
-Tenes una mirada muy fría, pero a la vez muy triste…
-Nuestro pasado hace lo que somos en el presente… Pero hay veces que no
comprendo como es que llegue a esto…
El silencio los envolvió nuevamente, Hikari comprendió entonces, que no
era momento para más preguntas…
Touji había pasado toda la semana entrenando duramente, tras la trágica
derrota contra Clair, sus ánimos se habían ido al suelo.
Decidió investigar todo lo posible sobre su oponente, no iba a correr
riesgos esta vez, eso era seguro.
Gracias a ello, ahora sabía muchas más cosas que antes, algunas positivas,
otras... no tanto.
Sabía que ese Dragonair no representaba ni un 30% del poder de la líder,
sabía que no había mostrado todo su potencial, y también sabia de la
existencia de una bestia en su arsenal, una que temió enfrentar desde el
mismo momento en el que llegó a Blackthorn.
Para esos momentos Touji descansaba de su entrenamiento y se dirigía con
paso tranquilo al centro pokemon a ver el estado de Volco, ya había pasado
una semana y seguía enyesado, pero estable. Tenía dos costillas rotas y
muchas contusiones.
Sabía que si iba tendría que soportar otro sermón de la enfermera Joy,
pero ya estaba acostumbrado.
Después de visitar a su pokemon, Touji decidió irse a dormir para
despertarse temprano y seguir entrenando.
-Touji… -lo interrumpió Rika cuando subía la escalera con paso cansado.
-Que pasa?
-Baja un segundo, tengo algo para vos.
-Eh… para mi? S-si, enseguida! –dijo y bajó apresuradamente la escalera.
-Dame la mano.
Touji extendió la mano tembloroso.
Rika puso su mano sobre la de el, entregándole algo.
-Te la regalo, usarla es tu decisión… Buenas noches –dijo con una sonrisa
y subió la escalera camino a su habitación.
-Bu-buenas no-noches –dijo sonrojado –“que me dio?” –pensó y miró su mano
–Pero! Esto… esto es…
La noche ya había
caído en la montaña donde Hikari era entrenada por el joven misterioso.
-Hacia mucho que no veía un atardecer, la verdad fue muy… muy…
-Si… Hubo un tiempo en el que veía atardeceres como esos a diario…
-Y que pasó entonces?
El muchacho se puso de pie, mirando a las estrellas que se asomaban
tímidamente en la noche.
-Es tarde, vamos a comer?
-Así evitas siempre las preguntas comprometedoras?
-Smaug…
De entre las sombras apareció una bestia imponente y descendió suave y
silenciosamente junto a su amo.
Su mirada era tranquila, pero muchos bien sabían que en ciertos momentos
era comparable a un volcán en erupción.
-No te gustaría saber como evito las preguntas comprometedoras –dijo con
una sonrisa sádica.
-Claro… -dijo Hikari mientras daba un paso hacia atrás.
-Vamos.
-Espera –dijo y extendió la mano hacia él –Me llamo Hikari Hokari y vos
sos…?
Hubo un momento de silencio y duda. Un fuerte viento azotó la montaña, que
agitó los cabellos claros de Hikari, así como los del joven, de un matiz
azabache, lo único que contrastaba con su sombría apariencia general era
un largo pañuelo de un rojo brillante, que volaba junto a su pelo.
-Kosuke… -dijo y estrechó la mano de la niña –Kosuke Watsuki…
Continuara…
|