Torcacita
enamorada
Milonga
(a Tamara Castro,
con amor)
Las sombras han apagado la dulzura de
su canto, mi verso mojado en llanto en su recuerdo ha
posado. Calandria que ha cautivado al llevar junto a su trino el
donaire femenino hecho bandera en su estampa con retacitos de
pampa trenzados a su destino.
La guitarra compañera en el vaivén de
su vida ha quedado adormecida con las coplas en espera. No es la
feliz mensajera del lirismo de su dueña, en vano en sonar se
empeña cuando un ángel la acaricia intentando la delicia de una
milonga sureña.
Torcacita enamorada plegó sus alas al
viento su vuelo fue corto y lento pero llegó a ser amada. Su
pasión en llamarada sin alarde, sin jactancia vibró firme en la
constancia de florecer en el arte donde quedó un
estandarte esparciendo su fragancia.
Su voz vencerá al olvido por que en
todo corazón sin importar la razón quedó su estilo
prendido. Perdurará en el latido de la estrella amanecida que
veló su corta vida designada para el cielo donde descansa su
anhelo junto a la Paz merecida.
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