
Soneto a la Galera
de Dávila
De Lavalle a Dolores la galera
guapeando surcaba los senderos,
ida y vuelta sus fieles cadeneros
apuraban la marcha tesonera.
De fieras travesías
fue pionera
transportando encomiendas; pasajeros,
que muchas veces eran prisioneros
llevados a cumplir pena severa.
El asfalto cubrió la
trayectoria
de las huellas marcadas con coraje
y el progreso borró la bella historia
grabada en lo profundo del paisaje.
Con el último viaje
se fue un día
quedando en la memoria su osadía.
Refiere la leyenda
que trotando
Ánima Negra atrás de la galera,
solía andar, tal vez como esperando
que la posta final lo detuviera...
(c)Norma Ester Montenegro
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información sobre la Galera de Dávila
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