Abuso sexual: Una de las formas más severas de cualquier tipo de agresión, en el caso infantil se utiliza al menor para satisfacer los impulsos sexuales del adulto, justamente este puede ser tan cercano como su propio padre. Este abuso no distingue nivel social ni nivel cultural, constituye uno de los traumas psíquicos más intensos, y sus consecuencias son sumamente destructivas para la personalidad del menor o de cualquier afectado.