"Prensa Subterránea" VINCIT QUI DURAT (Barón de Río Negro) Director José Gobello Año XIX - Nro. 536 - Buenos Aires, 14 de abril de 2001 Correspondencia a José Gobello - Casilla de Correo 1144 Correo Central 1000 - Buenos Aires |
"EL GENERAL CAVALLO Y EL NUEVO ESTILO DE GOLPE"
En tiempos pasados la situación de crisis política y ausencia de poder que hoy estamos viviendo seguramente hubiese sido resuelta con un golpe de estado, que también, seguramente, hubiesen propiciado los políticos opositores al gobierno de turno. Tal ha sido la realidad de los argentinos desde que ocurrió el primer golpe de estado.
A partir de allí los militares comenzaron a ser la tercera pata política de esta seudodemocracia criolla (sin querer faltar el respeto a esta última palabra), cuyo comportamiento significaba que cuando los políticos que gobernaban se acercaban a la plenitud de sus fracasos, debido al propio peso de su falta de interés por el bien común y a la corrupción que los rodeaba, alentados por la oposición llegaban los militares para poner las cosas en orden. Al decir de un prestigioso conservador argentino "hasta era saludable para el país que de tanto en tanto vinieran los militares a poner un poco de aire fresco en esta alicaída y desordenada democracia".
Esas palabras y lo sucedido con el ministro Cavallo me han llevado a escribir estas líneas. Desde mi punto de vista, lo ocurrido con Cavallo confirma lo que siempre he sostenido y tantas críticas me ha acarreado: los argentinos no somos democráticos. Por nuestra forma de ser, nuestra idiosincrasia, nuestra cultura, etc., a diferencia de los anglosajones priorizamos la figura del hombre y no las instituciones. Por ello y por más que muchos confundidos se rasguen las vestiduras, lo ocurrido con Cavallo es la confirmación exacta de lo que estoy describiendo. La Argentina está llena de peronistas y radicales, pero no por lo que significan los partidos políticos respectivos sino por la trascendencia de sus caudillos: Perón e Yrigoyen.
Hoy que ya no hay golpes militares para salvar a los políticos de sus propias incapacidades, éstos se han preguntado "y ahora quién podrá salvarnos". Sin duda que cuando este interrogante comenzó a rondar en la mente de los argentinos, la mayoría puso su pensamiento en una persona y no en el funcionamiento concreto de las instituciones.
Y más allá de toda lógica, de golpe y porrazo apareció el "general" Cavallo, el mismo que, curiosamente, fue el iniciador de este modelo económico al que se opusieron quienes hoy nos gobiernan y que, precisamente por eso fueron elegidos para que nos gobernaran. A ello hay que agregar que, al igual que con el golpe de estado tradicional, que no se podía dar sin la previa complacencia de quienes nos dominan - es decir, el poder anglonorteamericano - en el nuevo estilo de golpe tampoco, ya que el FMI, que es la misma cosa, fue quien posibilitó el acceso de Cavallo al poder.
Pero, por si todo esto no bastase para demostrar que es de hipócritas decir que somos democráticos, puede agregarse que las instituciones políticas de la Nación han dado al ministro de economía poderes extraordinarios, porque el sistema que ellos integran es lento y poco efectivo para resolver la crisis. Semejante contradicción, lejos de provocar la reacción del pueblo argentino frente a tanto autoritarismo, es considerada como una suerte de última oportunidad, algo así como que "si no nos salva éste, no nos salva nadie", pues está claro que en el imaginario colectivo argentino persiste la creencia de que si hoy le pasa algo al "general" Cavallo, nos quedamos sin futuro.
Hugo Reinaldo Abete
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¿Quién Vivó al General Videla?
"INTOLERANCIA Y DISCRIMINACIÓN"
En los diarios capitalinos y algunos del interior, durante los días jueves 5 y viernes 6, se publicó en forma destacada la noticia de que los actores Elena Cruz y Fernando Siro habían sido expulsados de la Asociación Argentina de Actores porque encabezaron un grupo de personas que vivaron al ex presidente de facto frente a su domicilio y respaldaron la gestión de un genocida castigado por la Justicia. Es una pena que la AAA haya tomado esta decisión, por cuanto los fundamentos del castigo son de una falsedad absoluta. Al respecto informo a la ciudadanía que:
1 ) El acto no fue organizado ni inducido por los actores castigados. Quien escribe estas líneas fue el organizador y conductor del acto y lo afirmo con orgullo patriótico, haciéndome responsable de las eventuales consecuencias. Los actores fueron mis invitados.
2) El teniente General Videla no salió en ningún momento al balcón y en consecuencia no pudo saludar ni agradecer.
3) El acto, que duró breves minutos, consistió solamente en la entonación del Himno Nacional, con fervor patriótico y a capella, culminando con un Viva la Patria. No hubo en absoluto vivas al general Videla.
4) La Policía Federal que custodiaba el domicilio del ex-presidente, con un grupo al mando de un oficial, a quien se le pidió previamente permiso, pueden dar fe de mis aseveraciones.
5) Los concurrentes al acto, aproximadamente 50 entre hombres y mujeres, citados entre amigos y conocidos, sin propaganda masiva ni avisos publicitarios, se ubicaron ordenada y civilizadamente sobre el cordón de la acera, sin obstruir el tránsito de peatones y vehículos. No rompieron vidrieras ni pintaron graffiti, es decir, se retiraron en orden y sin escándalo, demostrando su educación y responsabilidad.
6) Los policías presentes, testigos calificados, siguieron el acto sin tener necesidad de intervenir y fue llamativo que desde varios balcones se sumaran personas que nos acompañaron; entonando la canción patria desde esos lugares como una forma de adhesión voluntaria.
7) Destaco que en todos los comunicados se utilizan los términos "genocida" y "genocidio", términos muy impactantes y expresivos, inventados ya en 1983 por Alfonsín y su entorno, para descalificar la guerra contra la subversión terrorista y que en absoluto puede aplicarse a este caso. Me permito aconsejar a la AAA que utilicen el diccionario o consulten la definición que al respecto han dado las Naciones Unidas. Así podrán evitar en el futuro esta demostración de ignorancia.
8) Susana Salerno, de la oficina de prensa de la AAA, aseguró que "no se trataba de una persecución ideológica, porque cada persona tiene derecho a expresar su opinión. Este caso constituye un delito porque Siro y Cruz respaldaron la gestión de un genocida castigado por la Justicia". Lo expresado por Salerno es exactamente lo opuesto a lo ocurrido. La AAA ha discriminado a dos de sus socios, en una demostración de intolerancia, exagerando e ideologizando los hechos.
9) Por el contrario, la motivación del acto fue que en el día 24 de marzo, por disposición del gobierno de nuestra ciudad, se organizó el "Festival del odio y la venganza", realizado con una amplia publicidad, recordaciones, actos alusivos y comentarios en todos los medios escritos, orales y visuales, en una medida asfixiante e intolerable.
Ese pequeño grupo de personas, para contraponer en una modesta medida al ataque a los militares, quiso expresar, de una manera simbólica, con un acto simple, que nuestro país vive en un sistema seudo-democrático aunque nada republicano, gracias a que los militares, empujados por muchos políticos y bajo la conducción del general Videla, habían derrotado a la subversión marxista y terrorista, adiestrada y pagada desde el exterior, evitando que esa subversión instalara en nuestro país un gobierno comunista y sumara a la Argentina a la órbita soviética.
Los militares derrotaron en una guerra cruel a los que nos quisieron imponer por las armas una dictadura marxista, tan ajena a nuestro sistema de vida. Muchos de los culpables de la anárquica situación vivida en las décadas del 60 y 70 ocupan actualmente cargos de jerarquía en el gobierno, habiendo algunos de ellos cobrado suculentas indemnizaciones o colaborado para que Hagelin pudiera embolsar 700.000 dólares en efectivo, abandonando el país de inmediato.
10) El jefe de gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires gastó dinero de los contribuyentes, destinado a financiar los actos contra el proceso y su publicidad correspondiente y además, algo de suma gravedad, se busca lavar el cerebro de los niños ocultando la verdad histórica y falseando los sucesos con una versión deformada, parcial e interesada. Ha demostrado ser un aventajado alumno de Gramsci.
11) Para las futuras celebraciones deberán cambiar la fecha del 24 de marzo por la del 6 de octubre, porque en este día - ante los continuos asesinatos indiscriminados, secuestros extorsivos, ataques a cuarteles y comisarías, bombas aleves, impuestos revolucionarios a empresas, etc. etc. y a la ineficacia de los medios de represión, no por falta de profesionalidad sino por la magnitud del ataque - se publicaron varios decretos firmados por Luder (en ausencia de la Presidente), acompañados por las firmas de todos los ministros, algunos de ellos ahora en el poder, que ordenaron a las Fuerzas Armadas aniquilar a la subversión terrorista (léase bien, declaración de guerra legal y no represión ilegal) y la actuación de los militares en esa guerra fue siempre la misma, antes y después del 24 de marzo, y ningún político hizo en esos seis meses ninguna observación, sino todo lo contrario, encomiaron y apoyaron esos procedimientos militares.
La fijación de la fecha de iniciación de la guerra en el día 24 de marzo, fue una hábil maniobra de Alfonsín, para soslayar con hipocresía la responsabilidad de los políticos que han quedado eximidos de todas sus culpas. Pareciera que los fogoneros del odio hubieran triunfado.
12) Las Fuerzas Armadas ganaron las guerras en los combates y las perdieron en las mesas de la paz. Por eso hoy se vive la situación de desprestigio para aquellas.
13) Toda la información sobre el simple acto de cantar el Himno Nacional y dar un Viva a la Patria, falseada con premeditación y alevosía, fue proporcionada por una sola persona, el periodista en temas de cultura Osvaldo Quiroga, quien para fomentar su odio a los militares miente premeditadamente con felonía propia de un ideologizado. Comunicó dichas mentiras a una agencia de noticias, y así tuvo una abundante figuración en todos los medios escritos, orales y visuales, con repercusiones mayúsculas e increíbles, como lo es el pedido de que el general Videla finalice su detención domiciliaria y sea trasladado a una cárcel común. De tal manera que esa única información de Quiroga, pletórica de mentiras realizada no por desconocimiento sino por premeditación, ha conseguido sus objetivos persecutorios. La información de Quiroga nunca fue verificada con otras fuentes.
Me siento culpable de los problemas y molestias al general Videla y a los actores Siro y Cruz, pero nunca imaginé que cantar el himno y vivar a la patria tuvieran tan pésimas consecuencias debido a la perversidad y al odio de una sola persona que ha conseguido largamente sus propósitos persecutorios. Mi ingenuidad chocó con desventaja con el poder mediático.
14) Me queda una última y penosa conclusión: si cantar el Himno Nacional y dar un Viva la Patria son tomados como apología del delito y permiten ejercer acciones para perjudicar a personas de bien, pienso que estamos viviendo en una dictadura.
Miguel V. García
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"DE ESTO TAMPOCO NO SE HABLA"
De todo lo que podría yo señalar de lo mucho que se ha dicho y escrito en estos días con referencia a los sucesos de 1976, quiero destacar una omisión que deforma completamente la óptica para contemplar esos y otros acontecimientos similares o conexos: no he escuchado ni leído una sola mención al objetivo que llevó a la subversión a tomar las armas contra la República.
Que yo sepa en ningún momento se dijo que la subversión procuraba instalar en el país un gobierno comunista y sumar a la Argentina a la órbita soviética. Si se lo hubiera dicho, habría quedado claro que lo que enlutó a nuestra patria desde 1964 no fue la lucha entre un gobierno y sus opositores sino lo que el canciller Zavala Ortiz explicó en la Cámara de Diputados el 19 de marzo de aquel año: "hay una guerra revolucionaria declarada a las organizaciones, a las repúblicas, a las democracias o no democracias vigentes en Latinoamérica, contra la que tendremos que tomar las medidas correspondientes."
Para salvar tamaña omisión es bueno recordar que la Argentina fue uno de los campos de batalla de la guerra fría y que los argentinos sufrimos, desde mucho antes y al margen del 24 de marzo de 1976, una guerra entre los que nos quisieron imponer con las armas una sangrienta dictadura marxista en lo interno y satelizarnos en lo externo a los dictados soviéticos, y lo que defendimos fue nuestro sistema de vida y la soberanía nacional.
Luciano Benjamín Menéndez
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"DELITO DE OPINIÓN"
Tomado de ´La Nación´ del 13 de abril de 2001
Ha generado un pésimo antecedente la sanción impuesta a dos destacados actores - ciudadanos con derecho a la libre exppresión - por manifestar una opinión respecto de un tumultuoso período de la historia política nacional. Es preocupante la actitud de quienes, arrogándose el carácter de magistrados, invocaron la figura legal de "apología del delito" para justificar una sanción difícil de justificar. Esta figura delictiva, muchas veces cuestionada en cuanto convierte en delito el acto de opinar, resulta decididamente inaceptable cuando se la proyecta al campo de los acontecimientos de carácter político.
La sociedad argentina está tratando, por todos los medios a su alcance, de cicatrizar las heridas del pasado, muchas de ellas producto de la misma intolerancia que hoy se reconoce detrás de la expulsión de Elena Cruz y Fernando Siro. Sería deseable que las autoridades de la Asociación Argentina de Actores - entidad que nunca practicó este tipo de discriminaciones - revisara la medida adoptada, danddo una muestra positiva de su capacidad de autocrítica y demostrando así la necesaria sensibilidad a distinguir entre un acto y una opinión. Si es bueno que haya sanciones ejemplarizadoras contra quien ha perpetrado una acción delictiva, no es saludable que se sancione a alguien por haber manifestado públicamente una opinión política.
Si la figura de apología del delito es usada con excesiva liberalidad, se corre el riesgo de institucionalizar el delito de opinión.
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"BIRRA , PORROS, PIÑAS Y AFANOS EN EL FOBAL"
Los argentinos que nos consideramos derechos y humanos nos preguntamos: ¿Qué es el fútbol? El recordado escritor Jorge Luis Bórges cuando le preguntaban por el fútbol contestaba lo mismo. Ahora bien, este invento de los ingleses de 22 tipos corriendo tras una pelota para embocarla en el arco contrario y después gritar gol ¿interesa?
Cuando uno ve la película ´El Hincha´, puede observar a ese profeta llamado Enrique Santos Discépolo gritando en una tribuna con su barra. En camiseta y con el pañuelo de cuatro nudos, ese era el prototipo de hincha futbolero en las décadas de 1940 y 1950. Pero como nada es para siempre, la historia oficial hoy en día es otra.
En los últimos años la violencia se ha instalado entre nosotros. Si recorremos crónicas de los partidos de fútbol de los años videlistas, nos vamos a encontrar que la violencia no existía en las canchas. Las barras bravas no eran esto. El alcohol; los porros y los arrebatos no existían en las tribunas y las familias disfrutaban el espectáculo tranquilamente.
Pero como querían democracia, la verdad de la milanesa ahora es otra: ir a la cancha significa llegar a una fortaleza custodiada por expertos. Toparse con émulos de Sansón, King Kon o Godzilas alimentados por cócteles de drogas y vino en cajita, es el espectáculo con que se deleitan nuestras retinas.
Esas bestias se llaman barras bravas; dementes capaces de matar con saña a quien no comparta sus ideas futbolísticas. Cuando el popular Clemente reclamaba hace unos años desde las páginas de Clarín "un cacho de cultura", no se equivocaba. Esto es cultura. Pelearse por ocupar el centro de la hinchada, fumar porros, pegar con cachiporras y a la salida tirotearse con la taquería o con el equipo contrario. Además ser abanderado de la cultura argentina es obtener luego el trofeo de guerra, que pueden ser dos: la bandera del club adversario o robar cualquier colectivo dé línea, previo saqueo a los pasajeros. Y si el ómnibus lo maneja el jefe de la barra, es mucho mejor.
Todo esto que nos cansamos de leer en los diarios los días lunes parecería una película de ciencia ficción y sin embargo ocurre en cualquier barrio de la Capital o el Gran Buenos Aires que tiene la desgracia de ser vecino de una cancha de fútbol.
Muchas veces esta violencia es fomentada a través de los mismos clubes que les tienen miedo a esos energúmenos y les regalan entradas y pasajes para que entren a la cancha. Lástima que les dan la espalda al partido porque se la pasan robando y drogándose.
Si a eso le sumamos que Maradona devenido en un Rambo en decadencia, agita su remera con el torso desnudó, grita y putea, bienvenida sea nuestra cultura del siglo 21.
Gracias a los jugadores por ganar tan poca plata y ser tan humildes, gracias directores técnicos por enseñarnos el habla popular (pobre lunfardo); gracias Diego por enseñarnos a escupir cada día mejor con el chicle en 1a boca. Gracias Macaya y Araujo por hacernos creer que cada día estoy más crazy.
Card. Oliver Marceaux
PRENSA SUBTERRANEA EN LA RADIO LA OTRA CARA DE LA LUNA Un programa de José Gobello Sábados a las 18 por FM UNIÓN 99,5 MHZ Participación especial. Card. Oliver Marceaux , San Martín, provincia de Buenos Aires * 4729-9604
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El pensamiento político del general Videla (33)
"LA ECLOSIÓN DEL FENÓMENO TERRORISTA"
Los dos aspectos principales de la actual situación internacional - falta de un marco de referencia estable y nuevas formas de conflicto - se han manifestado en diversos episodios, uno de los cuales es, como nadie ignora, la eclosión del fenómeno terrorista a escala mundial.
La falta de una adecuada coordinación para afrontar este grave problema por parte de las países agredidos, así como la necesidad de una correcta evaluación de su raíz política, nos deben alertar, muy seriamente, sobre la urgencia de hallar fórmulas de solución perdurables que permitan su definitiva erradicación.
Esas fórmulas de solución requieren ineludiblemente el dialogo entre los gobiernos y una sincera cooperación internacional, pero además suponen el afianzamiento de los valores y principios cuya vigencia y respeto constituyen condición indispensable para el mundo al que aspiramos.
Creemos firmemente en esos valores y estamos dispuestos a hacer los esfuerzos necesarios para su consolidación a nivel universal.
La libertad, la justicia, la solidaridad, la igualdad jurídica de las naciones, la libre autodeterminación de los pueblos y el resguardo de la dignidad humana son los recaudos insoslayables para una convivencia pacífica y constructiva.
Sólo así será posible que todos los cambios y transformaciones se adecuen con realismo y eficacia a las necesidades y expectativas de los países y sus pueblos.
Ellos, como tales, tienen también obligaciones que asumir. Sean periféricos o centrales, deberán tomar conciencia de una realidad básica: las conductas y las decisiones de cada uno nunca pueden ser irrelevantes con relación al equilibrio del conjunto. En este vasto contexto, actual y potencial, el Japón adquiere una definida personalidad, que se inserta en un mundo donde la interdependencia afirma cada vez más su positivo significado.
Su excepcional y aleccionador nivel de desarrollo, logrado a través del esfuerzo de todos sus sectores culturales, económicos y sociales en un proceso de integración y cooperación regional y mundial, le asignan un carácter de verdadera potencia.
En ese sentido constituye un auténtico ejemplo para todos los países que persiguen metas de plena realización y representa un foco de irradiación de ciencia y tecnología, hacia todos los pueblos que las requieren para su progreso.
Con respecto a la Argentina, la vigencia del derecho, el respeto a las libertades individuales y un clima de efectiva seguridad estimulan la dinámica individual y social en un verdadero marco de igualdad de oportunidades. Asimismo un elevado nivel cultural y artístico y un constante ensanchamiento de la población universitaria son algunos de los signos definitorios de un país que transita, además, la vía de un sostenido crecimiento agropecuario e industrial, que se proyecta en un mayor acceso al bienestar en todas sus manifestaciones.
Ante los periodistas de Tokio, el 11 de octubre de 1979.
PRENSA SUBTERRÁNEA. Edición a cargo de su director y redactor, José Gobello. Casilla de Correo. Correo Central (1000) Buenos Aires. Aparece dos veces por mes. |