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CENTRAL UNITARIA DE TRABAJADORES (CUT), COLOMBIA | ||
Los mineros del carbón paralizaron las minas del Cesar y los puertos del Magdalena | ||
Por Gustavo Rubén Triana Suárez (*) | ||
Rebanadas de Realidad - CUT, Colombia, Bogotá, 25/05/06.- El 17 de mayo 1000 trabajadores al servicio de la multinacional suiza Glencore, iniciaron la huelga en Carbones La Jagua. El 22 del mismo mes, 4000 obreros inician el cese de actividades en las minas explotadas por la Drummond de Estados Unidos y ubicada en el municipio de La Loma, al igual que el transporte y los puertos de Cienaga y Santa Marta, desde donde se exporta el carbón. Su sindicato Sintraminergetica había presentado los Pliegos de Peticiones y finalizado las etapas legales de negociación sin resolver los aspectos centrales, situación que condujo a que los trabajadores de las empresas, Glencore, Drummond y Prodeco, votaran por inmensa mayoría la huelga. La subdirectivas de la CUT en Cesar y Magdalena han estado prestas a brindar la solidaridad a estas luchas y se han pronunciado con comunicados, acompañamiento y están organizando encuentros de solidaridad y movilizaciones. Las peticiones centrales de los compañeros huelguistas son, la humanización del trabajo en la mina, enganche directo de los trabajadores subcontratados, ajuste salarial e inversión en obras de beneficio para la comunidad tales como, mejorar y dotar adecuadamente los centros de salud para atender personas perjudicada por la contaminación ambiental resultante de la explotación del mineral y reparación de las vías destruidas por las tractomulas que transportan el carbón. En la concesión explotada por la Drummond se exige la extensión de la convención a 2500 obreros temporales y de contratistas y subcontratistas. En ambos casos los tercerizados reciben salarios inferiores a los estipulados convencionalmente, tienen serios problemas con los aportes para salud y pensiones y les birlan derechos como las cesantías, vacaciones, primas y los auxilios para educación de sus hijos, entre otros. Las multinacionales saquean nuestro carbón mediante contratos de concesión que son propios de épocas coloniales, en los mismos se estipula que la multinacional se apropia del total de la producción y solo pagan los impuestos de industria y comercio y unas miserables regalías del 10%. Cuando la tonelada de carbón en el mercado mundial alcanza los 60 dólares, los costos de producción en estas minas no superan los 20 dólares tonelada; se deduce entonces que la utilidad es astronómica, mientras que al país que es el dueño del suelo y el subsuelo le toca una ínfima parte. A cambio de la bonanza para los extranjeros; los gobiernos de la oligarquía vendepatria han aceptado que los trabajadores sean sobreexplotados, las comunidades afectadas con la contaminación de una explotación inadecuada y antitecnica, las carreteras públicas destruidas, el mar contaminado y el turismo que todavía es nuestro impactado negativamente. Los trabajadores colombianos y el movimiento sindical debemos emular la batalla de los compañeros mineros afiliados a Sintraminergetica. Es el único camino a seguir para reconquistar los derechos de organización, contratación colectiva y huelga, que las multinacionales y los patronos colombianos nos han arrebatado con la complicidad de los gobiernos neoliberales y usando incluso la violencia y el terrorismo en su despropósito. Se hace necesario mantener la más férrea unidad y proponerse un trabajo paciente de educación y organización para vincular los trabajadores tercerizados a nuestros sindicatos, no para acomodarnos y hacerle el juego a la desregulación, sino para conducirlos por la senda de la movilización y la lucha contra tan oprobiosas formas de explotación. Toca empezar de nuevo y rememorar las batallas que Raúl Eduardo Mahecha y Floro Piedrahita dieron contra la United Fruit y la Tropical Oil a principios del siglo pasado, cuando no había legislación laboral ni reconocimiento de los sindicatos. Esta batalla que libran hoy los compañeros trabajadores del carbón contra las multinacionales y por conquistar estabilidad en el empleo, tiene un gran significado para los trabajadores, puesto que sintetiza la lucha contra la principal política con que la oligarquía y el imperialismo pretenden aniquilar al movimiento sindical colombiano. | ||
(*) Secretario de Asuntos Energéticos, CUT, Colombia. Web |