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Petróleo mezclado con corrupción, miseria, enfermedad y sangre | |||
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Por Eugenio Pordomingo (*) | |||
Rebanadas de Realidad - Espacios Europeos, España, 29/04/06.- Ahora están de moda las "hojas de rutas". Y no me refiero a las turísticas, gastronómicas y sexuales, que de todo hay en la Viña del Señor, sino a las políticas, por llamarlas de alguna forma. Aunque yo las llamaría "rutas del engaño", o de la "distracción" o de la "desinformación"… En definitiva, del negocio. El denominado "proceso de paz" en el País Vasco lleva consigo una "hoja de ruta"; como también la tuvo el eterno drama palestino-israelí. Y la tiene Irán, como la tuvo Irak. Ahora suena una nueva "hoja de ruta", aunque ésta con menos alharacas, con menos ruido, casi en silencio. A hurtadillas y de puntillas. Aquí, los tambores de Calanda no se oyen, no ensordecen. En este caso, los protagonistas, más bien las víctimas, son guineanos, negros, y no merece la pena dedicarles tiempo ni espacio en los medios de comunicación. Pero, ¡coñó!, resulta que esos negros, además de ser personas como los demás, con idénticos derechos que el resto de los mortales, pues resulta que han sido hasta españoles, con Documento Nacional de Identidad idéntico al del resto de los hispanos. Me estoy refiriendo a Guinea Ecuatorial, que fue, incluso, una provincia más de España, igual que el Sáhara Occidental. Por diversas razones, más tarde les "concedimos" la independencia y finalmente, como casi siempre, les dejamos, les abandonamos... Bueno, aclaremos la cuestión. No los dejamos. Les dejaron. Los españoles, los españolitos de a pié, no tuvimos nada que ver en esa decisión que el tiempo arrastra. Fueron los políticos, unos por omisión y otros por decisión. Incluyo en este paquete -me refiero a los culpables- a dictadores, presidentes y reyes, además de funcionarios sin escrúpulos y a empresarios corrompidos y corruptores. No merece la pena ahora ahondar en todo ello. No hay auditorio suficiente ni interesado. De momento no es el momento. Pero se acerca a pasos agigantados. Dicen que Teodoro Obiang Nguema está en los Estados Unidos de Norteamérica, rodeado de un importante séquito de sus "incondicionales"; que ha ido a recibir serias advertencias del Gobierno de los EE.UU., para que democratice el país, libere a los presos, deje de matar y torturar y no se cuantas cosas más… Algunos guineanos, sobre todo los que residen en España, ven en este viaje una posible solución a los males de su pueblo. Estos crédulos, no se si son almas cándidas, que esperan que el maná les va a caer de Imperio, en forma de democracia, libertad y reparto de dividendos del petróleo, o ¿qué? ¿Acaso alguien con dos dedos en la frente puede pensar que allí le van a leer la cartilla a Obiang o a recriminarle sobre los inhumanos métodos que emplea con presos, opositores o no? ¿Es que Bush le va a obligar a dejar el poder y repartir el dinero del petróleo entre su pueblo? Me asombra que todavía quede gente tan ilusa, a la vista de los datos que nos ofrece la historia, incluso la más reciente. Si la Administración norteamericana hubiese querido que las bondades de la democracia, la libertad y el reparto de los recursos de los hidrocarburos llegasen al pueblo de Guinea Ecuatorial, podía haber hecho algunos gestos. Por ejemplo, bloquear las numerosas cuentas bancarias que Teodoro Obiang Nguema tiene en los EE.UU., y en los paraísos fiscales de medio mundo -también en este suelo patrio-, o hacer públicos los contratos entre el dictador y las multinacionales del petróleo, o haber terminado el proceso del escandaloso "asunto" Riggs Bank. Los EE.UU., conocen de sobra lo que acontece en Guinea Ecuatorial desde tiempos inmemoriales. Por ejemplo, en el año 2004 la Administración Bush elaboró un amplio dossier sobre Derechos Humanos, uno de cuyos párrafos dice así: "El historial del gobierno -se refiere a Guinea Ecuatorial- en cuanto a derechos humanos sigue siendo pobre y éste ha continuado cometiendo graves abusos. Los ciudadanos no tienen medio de cambiar el gobierno por medios pacíficos. Las fuerzas de seguridad cometieron numerosas transgresiones, torturas, palizas y otros abusos físicos a prisioneros y sospechosos, algunos de los cuales terminaron con la muerte de las víctimas. Estos abusos se cometieron generalmente de forma impune". Esto, comparado con la realidad cotidiana no es nada. Esto que se relata más bien parece una broma, y de mal gusto. Y aún así no han hecho nada. ¿Acaso lo van a hacer ahora? La solución a los males que padece el pueblo guineano tiene que llegar de la mano de los mismos guineanos. Pero de los guineanos que quieren de verdad dar un vuelco a la situación, y en favor del pueblo, no de los que quieren arreglar sus quitas personales con la "familia" o con el mismo Obiang; por este lado no vendrá ningún cambio. De España, vamos del Gobierno -de este y del anterior y de los otros-, por desgracia, los guineanos no deben esperar nada. Vamos, sí; deben esperar lo que ya es habitual: migajas que reparten algunos a cuentagotas y palmaditas en la espalda. Mientras tanto, el dictador, osa exigir a la nación más antigua de Europa, la extradición de uno de los opositores afincados en España desde hace más de veinte años. Pero la osadía no termina ahí. Además, Obiang pretende que el feo asunto de los "sicarios" se silencie… A eso vinieron a España, en viajes separados, primero, Pastor Micha, ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y, después, el Fiscal General José Oló… Entre tanto, algunos "blancos" se dedican a tratar de boicotear todo intento de que la oposición guineana en España aune fuerzas. Mal asunto este. Malo, muy malo… Pero, ya se sabe que toda acción tiene su reacción. Y ahora que estamos en pleno retorno de Semana Santa, no estaría de más que muchos europeos -especialmente españoles- pensemos que el carburante con el que llenamos los depósitos de nuestros vehículos, va mezclado con fuertes dosis de corrupción, miseria, enfermedad y sangre. Y mucha de esta sangre, es del pueblo guineano. Y esto debe saberlo también el pueblo norteamericano… | |||
(*) Sociólogo. Colabora con los medios de información más importantes de España. Autor de "Fraga, a la búsqueda del poder". En la actualidad está preparando otro trabajo sobre el paso de José María Aznar por la Presidencia española. Además es Director de Espacios Europeos y colaborador de Rebanadas de Realidad. |