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A propósito del acto del 25 de mayo: Concertación política y concentración del poder | ||
Por Julio Godio (*) | ||
Rebanadas de Realidad - Buenos Aires, 29/05/06.- Sumario
1. La composición social y política del acto | ||
El 25 de mayo -luego del Tedeum tradicional en esta fecha patria- se realizo el gran acto preparado personalmente por Kirchner desde hacía tres meses. El Presidente se enfrenta con su primer gran acto político con alta imagen positiva. Según los principales encuestadores, su imagen positiva ronda el 75%. Esos mismos sondeos coinciden en afirmar que si las elecciones fueran en estos días, el Presidente conseguiría la reelección en primera vuelta. También han registrado que si Kirchner no se presentara a la reelección y lo hiciese su esposa Cristina Kirchner, ésta tendría muy buenas chances. Estas son las conclusiones comunes a que arriban las consultoras Analogías, el Centro de Estudios de la Opinión Pública (CEOP), Equis, IPSOS - Mora y Araujo y Graciela Rohmer. Estas consultoras también coinciden en que los candidatos opositores mejor posicionados están muy lejos del nivel de Kirchner: Mauricio Macri (9%) y Elisa Carrió (7,5%). Roberto Lavagna aún no ha sido medido luego de su reciente reaparición en la escena política. Las encuestas fueron hechas en Capital Federal y el Gran Buenos Aires. (1) Participaron en el acto unas 150.000 personas. Fue transmitido por varios canales televisivos de alcance nacional. Cuatro agrupamientos constituyeron la arquitectura del acto, a saber:
También participaron y movilizaron militantes varios intendentes de la UCR de la provincia de Buenos Aires: Gustavo Pousse (San Isidro), Enrique García (Vicente López) y Elías Eseverri (Olavarría). Participaron asimismo 20 intendentes de la UCR Córdoba. Los dos gobernadores radicales adictos al kirchnerismo no participaron, para no agravar la crisis de la UCR, pero se reunirán a fin de mes en la provincia de Mendoza, bajo el liderazgo del gobernador de esa provincia Julio Cobos y del de Corrientes, Arturo Colombi. ¿Cuál fue el clima reinante en estas columnas? Es cierto que cada una marchó con carteles que las identificaban (incluido el nombre del jefe político), pero lo hicieron casi en silencio. No hubo vítores a Perón. Sólo algunos a Evita. Tampoco hubo insultos entre las columnas (inteligentemente distribuidas para que no se encontrasen, por ejemplo, los movimientos piqueteros con los sindicatos). El clima general se correspondió con el objetivo de Kirchner: convocar a un acto "plural", primer paso hacia lo que denomina "Concertación Política" (2). Por lo tanto, si bien este acto reafirmó de hecho la eventual candidatura presidencial de Kirchner en 2007, no hubo tampoco cánticos sobre ella. (3) En síntesis fue un acto sin euforia, en el cual participaban corrientes con historias políticas diferentes. Cada uno de los sectores concurría para apoyar al Presidente, pero mostrando al mismo tiempo que no será fácil transformar esta convergencia en un compacto político. Hubo sí un hecho simbólico: el palco principal fue ocupado a las 16 horas por el Presidente Kirchner y su esposa Cristina, acompañados por dos sectores especiales. Por un lado, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y por otro lado por el Ministro del Interior (Aníbal Fernández), el Jefe de Gabinete (Alberto Fernández), el Jefe de la SIDE (Héctor Icazuriaga) y el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zanini. Así, el símbolo de los derechos humanos y el símbolo del "círculo íntimo" del poder eran los sectores que acompañaban a Kirchner y su esposa Cristina. Esos dos símbolos fueron los elegidos por el nuevo caudillo político para señalar que seguirá gobernando sin mayores intermediarios. El gran acto fue un acto de estilo peronista: los participantes principales eran los trabajadores/as asalariados y los sectores más pobres y desempleados. La clase media kirchnerista no tuvo gran presencia, salvo en grupos menores dentro del FVP-PJ y en "autoconvocados". En un país poblado mayoritariamente a fines del siglo XIX por inmigrantes europeos y criollos, hubo muy pocos "rubios" y predominaron los "cabellos negros".(4) Los cabecitas negras" de Perón una vez más poblaron la Plaza de Mayo, siendo en su mayoría jóvenes de entre 18 y 25 años. 2. El discurso del Presidente | ||
El discurso del Presidente fue breve pero preciso. Comenzó destacando que "al fin, un día volvimos a la gloriosa Plaza de Mayo". Se refería a que su generación de jóvenes peronistas revolucionarios de los '70, al final, había logrado el poder. Dijo:
Luego procedió a presentar una primera idea de la nueva síntesis ideológica: kirchnerismo es identidad peronista, simbolizada en Eva Perón, pero también incorpora a esa identidad a las organizaciones de derechos humanos. Dijo:
Luego, pasó a reivindicar su gestión de gobierno, centrada en su actitud de enfrentamiento con el FMI, pero también en su decisión de pagarle para terminar con la dependencia. Dijo:
Reivindicó el rol del Estado como promotor del desarrollo, y su programa neodesarrollista. Pero alertando que los intereses del establishment son fuertes y que no están dispuestos a aceptar su derrota. Luego le pidió al pueblo argentino que lo apoye, porque:
Dentro de su estrategia de "concertación", adelantó que:
Por último, retomó su idea de que no había hablado desde el balcón de la Casa Rosada porque era el "balcón de Perón y Eva Perón". Pero insinuando que no era un revaival de Perón, sino el líder, en esta fase histórica del país de la formación de una Concertación "a la criolla" a través de la sumatoria pluralista de distintas corrientes políticas, sindicales y sociales afines a su gobierno, el Presidente dijo:
3. Una oposición estéril junto con atisbos de críticas razonables. | ||
Es evidente que la llamada oposición -que en realidad es un conjunto heterogéneo de fuerzas de centro-derecha (PRO-Recrear y MPN), centro social-liberal (UCR, ARI, PS) e izquierda tradicional (PC y otros)- no atina hasta ahora a superar el estadio de las posiciones "defensivas" en las que las ha colocado desde 2003 el peronismo-kirchnerismo en constante ofensiva. Las críticas desde la oposición se centraron en la utilización de los recursos financieros del Estado para pagar a los participantes en el acto. También se asoció a la crítica Elisa Carrió, al señalar que los participantes habrían sido pagados (subsidios al desempleo, viáticos a los sindicatos y el FPV, etc.). La izquierda acusó, a través del Partido Comunista, que Kirchner sólo había utilizado el acto para "ejercitar su doble discurso". Por último, el presidente de la UCR, Roberto Iglesias, manifestó que "Kirchner me hizo acordar a Menem".(5) La oposición, en distintas vertientes pero convergentes de "confusión ideológica politica", solo atina a ver en el kirchnerismo una especie de nueva versión del fascismo italiano, como le ocurrió en 1945 a la oposición liberal-popular y así le fue de mal. Para la oposición Kirchner estaría enfermo de " hegemonismo". En esta desoladora escena de la oposición, sólo dos voces intentaron establecer críticas razonables al kirchnerismo. Dos voces críticas pero muy interesantes fueron esbozadas por el fuertemente opositor diario La Nación y por la Iglesia Católica. El mismo día del gran acto, el influyente diario de centro-derecha liberal La Nación dedicó el editorial al tema "Tres años de Kirchner en el poder".(6) Se trata de un editorial que hace un balance equilibrado pero incisivo de los tres años de gestión del Presidente Kirchner. Comienza por reconocer que la evolución de la economía ha sido positiva por la combinación de condiciones internacionales (incremento de precios de productos como la soja y el petróleo) y la gestión hasta fines de 2005 del Ministro de Economía Roberto Lavagna. Destaca que también la renegociación de la deuda pública es otro logro. Pero introduce la primera crítica al señalar que el fantasma de la inflación no se resolverá con controles de precios y "bravuconadas" contra los empresarios, sino con una adecuada política monetaria. El editorial critica el "hegemonismo" de Kirchner. Hace hincapié en que si bien el Presidente ha aportado a reconstruir el poder del Estado, es criticable su afán por haberse mostrado en varias ocasiones "agresivo" con sectores empresariales. Según La Nación, la resolución de los problemas económicos sólo será posible con un aumento del nivel de las inversiones y no con intervencionismo estatal en la economía. Además, La Nación considera que Kirchner no colabora con la creación de un "clima ideal" para aumentar las inversiones, en tanto es débil frente a los movimientos piqueteros, al mismo tiempo que se enfrenta con las instituciones militares al reivindicar a la generación de jóvenes que se identificaron con los Montoneros en los años '70. Para La Nación el déficit principal de Kirchner se localiza en sus pretensiones de hegemonismo a costa de la "calidad institucional". En un apretado párrafo el editorial sintetiza así la idea:
La otra crítica interesante e importante fue la esbozada por la Iglesia Católica. En la homilía del Tedeum del 25 de Mayo, el Arzobispo de Buenos Aires y Cardenal Primado Jorge Bergoglio ubicó esas críticas a Kirchner dentro de una crítica global al sectarismo político reinante hoy tanto en el gobierno y como en la oposición. Pero localizö esta crítica dentro una amplia reflexión política de Bergoglio dirigida a la "sociedad política". Dijo:
Según Bergoglio, esas actitudes conducen a enfrentamientos sin fin, a los que calificó como provocadores de desorden y caos. Son actitudes que muestran a los políticos como "inseguros e inmaduros". Destacó que esas actitudes sectarias se incurren desde el gobierno kirchnerista y desde la oposición. Señaló que son actitudes asociadas con la "pobreza evangélica", dado que "el verdadero poder y a la autoridad nace de la convocatoria a una confianza, no a la manipulación, el amedrentamiento y la prepotencia". En síntesis, Bergoglio envió un claro mensaje al gobierno: la Iglesia Católica no cederá ante amenazas, pero tampoco promoverá el "odio". Al mismo tiempo, la Iglesia Católica se dirige a la oposición política para hacer saber que no se sumará nunca a las críticas oportunistas y de ocasión de una oposición fragmentada y estéril. Toda la homilía fue resumida en un párrafo:
4. Conclusiones | ||
El Presidente Kirchner ha logrado con el mega-acto del 25 de Mayo traducir en una propuesta políticoorganizativa los resultados de las elecciones nacionales de octubre de 2005. Se trata de comenzar a crear una organización política que represente un amplio transversal sustento electoral. Sin duda, la meta de Kirchner y su "círculo íntimo" es constituir en un par de años una poderosa fuerza política kirchnerista organiza como convergencia " pluralista" de fueras políticas, sindicales y sociales. Kirchner piensa en una gran fuerza política hegemónica. Pero hegemónica en tanto mayoritaria y con suficiente cohesión y decisión política para gobernar, promoviendo el desarrollo y garantizando la democracia política. La hegemonía es solo una estrategia legítima, cuando no se confunde con el dominio puramente defensivo (como ocurrió con Perón entre l954-1955), que es el disciplinamiento forzado y por lo tanto efímero de la sociedad por el Estado. La composición socio-política del acto del 25 de Mayo ya alumbra sobre dos ideas básicas que tienen Kirchner y su círculo íntimo sobre la nueva organización política. Primera idea: se trata de fundar una fuerza política de matriz peronista actualizada, con capacidades para incorporar, dentro de la ideología kirchnerista, a otras tendencias políticas y sociales. El primer paso hacia ese objetivo estratégico es lo que Kirchner denomina "concertación". Segunda idea: garantizar que la figura de Kirchner esté "por encima" de su creación organizativa. Sería el guía y el árbitro de la nueva organización política. Veamos el desarrollo de la primera idea: en el acto del 25 de Mayo, concurrieron unas 150.000 personas. La mayoría se correspondían con la historia social del peronismo: eran trabajadores/as asalariados mas sectores pobres. El 70% eran jóvenes de entre 18 y 25 años. El 90% pertenecían a diversas organizaciones políticas, sindicales y sociales, a saber: el partido FPV y segmentos dl PJ "autorreformado", los grandes sindicatos y sus dirigentes miembros de la CGT y sólo un sector sindical de la CTA, los movimiento piqueteros kirchneristas (ahora transformados en organizadores del sector social urbano de la economía) y los movimientos de derechos humanos, que simbolizan la resistencia y denuncia sobre la última dictadura (Madres y Abuelas de Plaza de Mayo). En este acto Kirchner logró hacer adherir a un sector importante de gobernadores (Mendoza y Misiones) y a participar físicamente a muchos intendentes de la UCR (principalmente del Gran Buenos Aires y de Córdoba). Los componentes de la Concertación recién comienzan a articularse bajo el liderazgo de Kirchner. Algunos vienen de duros enfrentamientos entre sí. Todos aceptaron disciplinadamente la consigna principal de la concertación: "acto plural". Al mismo tiempo, mostraron claramente un hecho: los funcionarios del Estado nacional y provincial deben dirigir el procesos de construcción de la concertación. Por eso las columnas mostraron el hecho insólito de ser encabezadas por ministros del gabinete nacional, por el gobernador Felipe Solá y por otros altos funcionarios del Estado. Son los "funcionarios militantes". ¿Es acaso la Concertación "solo" una construcción "desde arriba"? No. Es parece ser el único camino posible dentro de un gran cambio político impulsado desde la alturas del poder, pero sustentado en el resultado en las elecciones presidencial y provinciales de 2003. Durante tres años de gestión han cosechado éxitos. En octubre de 2005 el kirchnerismo, con un perfil mas definido, fue el gran vencedor en las elecciones legislativas. Este proceso fue creando un clima favorable para acuerdos políticos y mayor confianza personal entre peronistas y "transversales puros" radicales, socialistas, demócrata cristianos, etc. (aunque debe destacarse que los principales dirigentes transversales son ex-Frente Grande- Alianza ahora redefinidos como "ex-peronistas transversalizados" por sus derroteros políticos dentro de la vorágine que vive el país desde mediados de los noventa). ¿Es acaso la Concertación una operación de utilización de los ciudadanos como masa de maniobra? Nunca debe descartarse este peligro, más hoy que la política se construye con gran pragmatismo en todo el mundo. Tampoco debe excluirse que en algunos de los altos funcionarios-militantes predomine la idea maquiavélica pero rudimentaria de que basta con controlar el aparato estatal para gobernar y que la concertación será una creación "ad hoc" y sin estructuras estables que garanticen la participación política de las bases sociopolíticas de sustentación.. Pero si en la Plaza de Mayo hubo 150.000 personas estas no fueron manipuladas, sencillamente fueron movilizadas por organizaciones políticas y sociales en un país que desde diciembre de 2001 vive todavía un fin de época. No son personas que se movilicen solo porque les pagan el viaje y almuerzo. Apoyan a esta gobierno porque- con diferentes expectativas - aspiran a una gobernabilidad sustentada en el desarrollo económico y social. La Concertación se concretaría a través de etapas. La primera y próxima etapa que la espera es muy funcional a Kirchner, que sabe que no puede "fusionar" por decreto a sus componentes. Las diferentes identidades políticas existentes dentro de la Concertación exigen un proceso real de integración Así, por ejemplo, en las elecciones nacionales de 2007 la Concertación podría darse - dentro del régimen de ley de lemas -que un dirigente sindical pueda competir con un dirigente político (o social) para una gobernación, pero todos ellos bajo el mismo paraguas de la concertación y del propio Kirchner. ¿Los componentes del acto le dieron sólo temporalmente sus adhesiones y votos a Kirchner? Sí, en el sentido de que muchos dirigentes políticos, sindicales y sociales todavía están aferrados al pasado y no descartan que la "Operación Concertación" descarrile. No, en el sentido de que la línea de fuerza peronista-kirchnerista es lo suficientemente poderosa como para incorporar a decenas de miles de dirigentes y tendencias de distintas procedencias. Pero para lograrlo, será necesario cementar el proceso organizando una nueva cultura política con eje en las propuestas y tácticas del kirchnerismo. ¿Que es entonces el kirchnerismo? Es una especie de post-peronismo nacionalista desarrollista que se sustenta en "pluralidades" cobijadas por esta versión criolla criolla (no la chilena) de la concertación. ¿Qué le faltó en este acto a Kirchner? Las organizaciones empresarias mas importantes del país publicaron el día 21 una solicitada en los grandes diarios nacionales (Clarín y La Nación) en la que dicen apoyar una gestión que " supo encauzar una economía en decadencia hacia un sendero de fuerte crecimiento". Es un paso. Pero, en su mayoría no comulgan con los fundamentos de la políticas neodesarrollistas del gobierno. Como le ocurrió a Perón en 1946. En el mundo empresario, pese al crecimiento económico, coexisten anacronismos ideológicos junto con temores no siempre infundados por las prácticas. La homilía del Cardenal Primado Jorge Bergoglio también debe preocuparle al gobierno, porque ha sido muy claro en referencia a actitudes de soberbia y prepotencia , aunque también criticando la intolerancia como un rasgo común del kirchnerismo y de la oposición. Con mucha sabiduría, Bergoglio ubicó a estos peligros como producto de la "inseguridad e inmadurez" de toda la clase política. La advertencia de Bergoglio debe ser atendida más cuan este país sufre todavía las secuelas de la gran y fatídica división de la sociedad entre nacionalistas y liberales que se produjo durante la década de los treinta del siglo pasado. Por último, ¿sería sabio que Kirchner no se presentase para la reelección y en cambio ocupase su lugar su esposa Cristina? Seguramente no lo fue en el pasado, cuando Perón decidió erróneamente, sin calcular los riesgos, nominar a su esposa como candidata a la vicepresidencia. Pero hoy, si Kirchner tiene claro que lo que está constituyendo ante todo es una organización política de larga duración, entonces podría ser una operación muy interesante. Kirchner -lo ha dicho- ya no es "sólo" Perón, sino también algo "nuevo". Cristina, importante personalidad política, es la antípoda de Isabel. Pero entonces la consigna debería ser "Cristina al gobierno. Kirchner a dirigir la Concertación". Claro, una decisión así sería una revolución política para este país en el cual gobierno y partido tienden periódicamente a fusionarse, provocando la ruina de varios grandes políticos. Si la contendiente principal de Cristina fuese Lilita Carrió el cambio cultural sería muy significativo | ||
Nota: | ||
(1) "Kirchner arranca el último año de gobierno con alta imagen positiva", Clarín, 24/5/06. | ||
(2) Ver Julio Godio, "Se perfila el acto kirchnerista del 25 de mayo: la 'Operación Concertación'", 22/5/06. | ||
(3) "Una plaza repleta en la que faltó la euforia", La Nación, 26/5/06. | ||
(4) "Rotunda muestra de poder de Kirchner", Clarín, 26/5/06. | ||
(5) "Tres años de gestión", Clarín, 26/5/06. | ||
(6) La Nación, 25/5/06. | ||
(7) "En el Tedeum, Bergoglió criticó 'la manipulación y la prepotencia'", Clarín, 26/8/06. | ||
(*)Director del Instituto del Mundo del Trabajo. |