"§"
" Solo quería decirte..."
Te amo...
con el amor de siempre,
como en aquel primer beso,
cuando conocí el sabor de la
vida en otra vida,
y sentía cosquillas en mis
dedos,
mientras tomaba de la
noche las estrellas,
para prenderlas en tu pecho.
Te amo...
Como cuando despertaba tus
sentidos
al recorrer tus formas...
intentando llenar mi alma
con la esencia de tu ser.
Te amo...
como el mar embravecido,
que con fuerza golpea
en la roca sus oleajes,
al ir hacia a ti
desnudo en cuerpo y Alma,
despojado de falsedades y
ropajes.
Te amo...
con la calma de una tarde,
la mirada allá a lo lejos
observando el horizonte,
sintiendo en mi interior
como nacen de la magia,
los más puros sentimientos.
Te amo...
por las noches cuando duermes
y la paz se trasunta en tu postura,
sabiendo que mis Ángeles
te custodian en silencio...
Te amo...
por lo que fuiste y lo que sos...
por lo que diste y lo que das
cada día...
cada instante...
transformando mi tristeza,
en suave gozo,
como solo lo haces vos.
Te amo...
en cada pensamiento que atesoro,
cada palabra,
cada gesto,
que me fuiste regalando
y cubren con su luz,
el universo donde moro.
Te amo...
en las caricias que te ofrezco,
en la rudeza de mi abrazo,
o la suavidad del roce,
al tocar tu figura cuando paso.
Te amo...
cuando ardes de deseo
y estallas de pasión,
o cuando sin decirlo,
tan solo necesitas suavidad
en el gesto,
la palabra...
y respeto en el silencio.
Te amo...
Cuando el sol asoma en la mañana,
y miro tu figura reposar en
nuestra cama,
viajando en el mundo de los sueños.
Seguramente dando formas,
a proyectos de mañanas venturosas
que luego haces realidad,
al bajar tus pies al mundo
y rozar en vuelo las baldosas.
Amo esas manos
que pareciendo frágiles,
contienen la magia de la vida.
Las que transforman
sueños en realidades,
llevando sorpresas y alegrías,
partiendo de la nada y un bosquejo.
Amo tu mirada pícara y profunda,
la caricia silenciosa que en la
noche,
despiertan mis sentidos vigilantes.
Amo la madurez del pensamiento y la
palabra,
el consejo atinado que concilia,
la razón que aplaca las pasiones
y el sentimiento constante que une la
familia.
Amo las marcas que el tiempo va
dejando,
y al mirarte...
los recuerdos acuden presurosos a mi
mente.
Alegrías, sufrimientos,
lucha, tesón y privaciones,
eran cosas tan comunes
que sin saber...
nos iban madurando.
Así aprendimos...
que no siempre era bueno,
confiar el destino en otra gente.
Fuimos elaborando lentamente nuestros
días,
forjando en cada paso cauteloso,
el mañana que deseábamos que fuera,
transformando cada piedra en un
castillo,
cada esfuerzo en una historia,
y así levantamos nuestro mundo poco a
poco.
Allí crecieron juntos los
retoños
que la vida sabiamente nos obsequio.
Te miro hacer y el corazón...
se me encoge de ternura,
cuando tus manos van bordando fantasías.
Sé que te ves...
regalando amor a manos llenas,
a esas almitas que aun no llegan.
Las que llenaran de caricias
todos tus días
y serán de tu vida la razón.
Donde iras sembrando con
paciencia
pequeñas semillas de sabiduría,
que la vida te enseño con duros
golpes,
sin poder quebrar en nada tu entereza.
Sé que por las tardes imaginas
aquellos retozones que vendrán,
los que llenaran la casa de ruidosa algarabía,
riendo, corriendo y persiguiendo
fantasías.
Mientras aprenden de tu ejemplo,
que la vida si bien puede ser
dura...
te acerca como gotas de rocío,
las benditas alegrías.
También sé que en forma de fábulas
en sus mentes de niños iras dejando,
aquellas
enseñanzas aprendidas,
que habrá piedras y espinas
que les crucen el camino,
pero siempre estarán
quienes los aman,
para calmar con la magia
del beso y la caricia sus heridas,
permitiendo que reclinen
sus cabezas contra el pecho
para contener su llanto.
Transformando los brazos en
murallas,
que los cubrirán tan suave como un
manto...
El canto de los pájaros me trae
a este mundo nuevamente,
y sin romper la magia del momento...
te beso en la frente suavemente.
Así
con ese gesto silente,
pronuncio
mil palabras,
entrego mi Ser en la caricia
y me marcho lentamente,
llevándome tu imagen en mi
alma,
tomado de tu mano imaginaria,
sintiendo como ríe el corazón,
al sentir que aún en ausencia...
me acompañas.
Carlos
Lopus
18/12/04
~***~
Estas
líneas fueron escritas como
un humilde
presente,
a esa hermosa persona
que
la vida me acerco.
El
día 19/12/2004,se
cumplieron 30 años de caminar juntos...
Teníamos
tan solo 19 años, cuando desafiando al mundo,
teniéndonos
solo el uno al otro, iniciamos juntos este camino.
Hubo
llantos y alegrías...
desazón
y esperanzas renacidas de la lucha por la vida.
En
medio de ese cúmulo de experiencias y vivencias
que
íbamos gozando, padeciendo y compartiendo,
se
sucedieron un montón de pequeñas anécdotas,
que
forman nuestra propia historia,
y
pasaron a ser ese pequeño
gran tesoro, que enriquece nuestras Almas.
Tres hermosos regalos
Dios nos obsequio,
para
que aprendamos la bendita y no menos dura lección,
de
crecer y ser padres a la vez.
Como
es inevitable, hubo
muchos cambios en nuestras vidas,
pero
algo permaneció inalterable...el
sentimiento,
que
aún en las peores tormentas, se deja sentir...
como
reclamando su espacio y su tiempo.
Hoy,
con la madurez de los años y
aprendiendo de errores cometidos,
puedo
decir en paz conmigo mismo, lo
que siento...
y
como lo siento.
Así
nacieron estas estrofas, para
Ella...
para
mi esposa Liliana.
Carlos
Lopus
Male
~**~
§
Buenos Aires - Argentina
Publicado
el 23/08/2005
~*~
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