Vuelvo hacia mi

buscando en mi esencia,

ese sentimiento,

la vida que huye,

la risa del Alma,

los viejos recuerdos...

y en cada recodo

de vida interior,

no puedo evitar

sentir tu presencia.

Siento como late en mi el universo.

Hacia el me dirijo cerrando mis ojos,

uniendo mis manos,

buscando las tuyas,

las que al encontrarse

van pariendo un mundo,

van partiendo juntas

sintiendo en la entrega

cada amanecer,

cada flor que abre

rebosando vida,

dejando detrás,

los tristes amores,

el dolor punzante 

de viejas partidas.

Es tal vez por eso

que no me arrepiento

de amar como amo,

porque amo el amor

y de la misma forma

amo así la vida...

Amo la Mujer,

lo que significa...

lo que ella encierra.

Amo su valor,

su mundo interior,

su instinto de vida,

su calor de madre,

su total entrega...

Amo la Mujer

y amo ese misterio

que habita en vos...

porque allí reposa,

y así se cura,

este Alma guerrera,

que desde otras vidas

aún arrastra heridas,

que no cicatrizan

y solo las calma,

el suave calor

de una caricia. 

Cuando en un instante

el tiempo nos junta,

Todo se transforma

volviéndonos uno...

 Y así,

unidos ascendemos,

unidas las manos,

unidas las Almas,

fundidos los cuerpos,

que tan suavemente

batallaron vida...

Así, Suavemente

 nos vamos mezclando

ajenos a todo,

etéreos, ligeros,

como un soplo de brisa,

con dulce nostalgia,

la entrega es total.

Se habla sin palabras,

solo con caricias,

 y escribo en tu alma,

esos sentimientos

que tomando forma,

nacen a la vida.

Mis labios se entreabren,

sin sonido alguno

y volando suave...

recorren tu rostro,

tu torso desnudo,

tu pecho de luna,

tu vientre de cuna.

Reparten amor

y van recorriendo,

muy lento tu cuerpo...

hasta amar tu Alma.

Voy bebiendo lento

las gotas de vida,

que saben a miel

y como manantial,

brotan desde tu interior

transformada en besos.

De la misma forma

me uno a ese vuelo,

y entrego la vida

en cada caricia.

Derramando juntos

hilitos de vida

que en suave hondonada

 se vuelcan al mar.

Otro ciclo empieza,

la noche se arropa

solo con estrellas.

Fuera cantan grillos

que formando un coro,

acunan los cuerpos

que reposan laxos.

Saciado el deseo,

satisfechos, plenos,

porque han obtenido,

su instante de amor...

Así es como siento,

así es como vivo,

instantes fugaces,

ansiados momentos.

Sintiendo la vida

que habita escondida,

detrás de la piel.

Autor: Carlos Lopus ~ Malevo ~

Buenos Aires - Argentina

20/08/2005

~*~

<<§>>