Artículo de ORIENTACIÓN PARA LA REVOLUCION SOCIALISTA N° 45

LAS LUCHAS DE NUESTRA CLASE

 La actual ola de luchas de los trabajadores, son el síntoma de un proceso mucho mas profundo, que es necesario analizar, como parte del largo proceso de acumulación, política, ideológica y organizativa de nuestra clase.

Estas luchas, tal como lo demostraron los compañeros ferroviarios, no abarcan solamente las luchas por el aumento de salarios, se extienden también a la lucha por la reducción de la jornada de trabajo, por la defensa de las fabricas recuperadas, contra los despidos, por la libertad de los compañeros detenidos y procesados, contra la burocracia sindical y demás cuestiones que afectan a nuestra clase.

De todos modos, sin subestimar la importancia de estos pasos, que vienen a cubrir una de las debilidades del movimiento durante estos anos, en lo que se refiere al papel en las luchas de los trabajadores ocupados, seria importante tener en cuenta lo que Marx afirmaba, cuando decía  que ¨La clase obrera no debe exagerar ante sus propios ojos el resultado final de estas luchas diarias. No debe olvidar que lucha contra los efectos, pero no contra las causas de esos efectos, que lo que hace es contener el movimiento descendente, pero no cambiar su dirección, que aplica paliativos pero no cura la enfermedad¨ y agregaba que no hay que ¨Limitarse a una guerra de guerrillas contra los efectos del sistema existente, en vez de esforzarse al mismo tiempo, por cambiarlo, en vez de emplear sus esfuerzos como palanca para la emancipación definitiva de la clase obrera¨.

De aquí la importancia de reforzar la lucha ideológica, frente a la burguesía, la burocracia sindical y frente a los oportunistas de todos los colores, que ahora, ante las luchas, vuelven a descubrir ¨que la clase obrera existe¨.

En este terreno, la única manera de razonar de modo materialista, es no contraponerle a una idea, otra idea, y entablar así, una especie de batalla interminable entre las mismas. El único método correcto, es el de confrontar las ideas con la realidad, con los resultados de la practica social.

Por ejemplo, si en la lucha ideológica que se esta librando en torno a la caracterización y posicionamiento frente al gobierno de Kirchner, todos aquellos Destacamentos y militantes, que apoyándonos en los hechos concretos, en la realidad objetiva de nuestra clase y de las demás capas explotadas de nuestra sociedad, hemos caracterizado al Gobierno como la expresión del continuismo, y el defensor de los intereses de las multinacionales y del gran capital local, luego de confrontar nuestras ideas con la realidad, llegáramos a la conclusión de que nos hemos equivocado, hoy estaría sonando para todos nosotros la hora de la autocrítica. Pero no es así, la realidad, la lucha de clases, confirma que más amplios sectores de nuestra clase, van llegando a esta misma conclusión. Y buena parte de esto, es decir, la creciente perdida de confianza en este gobierno, es lo que esta en la base de las luchas de nuestra clase.

Estas luchas, también ayudan a ir esclareciendo otros debates, por ejemplo, si el ciclo abierto el 19 y 20 de diciembre, ha sido, o no, cerrado por la burguesía, si el movimiento obrero y popular esta ante una nueva derrota, o si tal, como sostenemos nosotros, el movimiento esta recomponiendo sus fuerzas, reelaborando sus programas y objetivos de lucha y reagrupándose en torno a los mismos, para enfrentar, en mejores condiciones, al gobierno y a quienes lo ayudan en su tarea de hambrear y reprimir al Pueblo. Seguramente, en esta situación, no faltaran quienes pasen del derrotismo, a un sentimiento de euforia, ni quienes victimas de un triunfalismo precoz, consideren que la burguesía ya esta acorralada, y que frente a nuestra clase y la conquista del poder, no hay mayores obstáculos políticos e ideológicos que vencer.

Nosotros creemos que los militantes clasistas, los activistas gremiales y sociales, debemos debatir y precisar los contenidos, los objetivos políticos, económicos y organizativos de nuestras luchas, analizar como avanzamos en la unidad entre los compañeros ocupados y desocupados, como unificamos un programa común para toda nuestra clase, los campesinos sin tierra, los pueblos originarios y la juventud. Solo si nuestra clase, logra sumar a las luchas por sus reivindicaciones inmediatas, las reivindicaciones de todos los explotados y humillados por el gran capital, estará en condiciones de transformarse en la fuerza dirigente de los mismos, y profundizar la lucha por barrer con el dominio de la burguesía y el imperialismo.

Creemos que este plano mas general de la política de nuestra clase, debe expresarse en un proyecto político sindical, que no se limite a la justa y necesaria defensa del salario y de los intereses profesionales o corporativos. Las corrientes clasistas debemos articular en un solo puno la lucha económica con la lucha política, la lucha antiburocrática, con la lucha antipatronal, la lucha contra el gobierno, con la lucha contra toda la burguesía y el sistema capitalista.

En este sentido, desde hace tiempo hemos planteado nuestra propuesta de marchar a construir UNA NUEVA CENTRAL DE TRABAJADORES, CLASISTA, INTERNACIONALISTA Y PATRIOTICA, independiente del estado, las patronales y los partidos de la burguesía. Por supuesto que siempre nos hemos encargado de señalar, que esta nueva central debe ser el producto, el resultado, de las luchas de nuestra clase, que la misma debe apoyarse en un cambio profundo en la conciencia de los trabajadores, que dicha nueva central, es imposible de materializar, sin que una parte importante de nuestra clase rompa con la influencia que aun mantiene la burguesía, especialmente el P.J. sobre ella. En una palabra, para materializar dicha Central, deberemos recorrer todo un camino de luchas y debates, en donde los militantes clasistas, vayamos ganando cuerpos de delegados, comisiones internas, recuperando algunos sindicatos y formando otros nuevos, allí donde los trabajadores así lo decidan.

En definitiva, se trata de romper con un modelo sindical, construido desde el estado en la década del 40-50, que ata con mil cadenas al movimiento obrero al aparato estatal y a los manejos de sus funcionarios y burócratas, romper un modelo sindical que otorga a una burocracia corrupta y empresarial, un poder omnímodo sobre las organizaciones y el manejo de los dineros de los trabajadores. En definitiva, quebrar un modelo sindical, que junto a las patronales y al estado, conforman la santísima trinidad que aplasta y ahoga a nuestra clase y a sus luchas.

La CTA, que intento plantarse como una Central alternativa, ha fracasado resueltamente en este intento. Jamás ha cuestionado el modelo sindical estatal-patronal-burocrático. Todo lo que hizo su conducción fue aprovechar a su favor las ventajas que este le ofrecía, y reproducir en versión socialdemócrata y socialcristiana, todos los vicios que prometía eliminar.

Estas luchas han demostrado toda la inutilidad de la burocracia, han servido para desenmascarar la parodia del Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil, que acordó un salario mínimo de 450$, cuando el propio Gobierno reconoce que la canasta recontrabásica esta en 750$. Han contribuido a desenmascarar aun más al gobierno como el custodio de las enormes ganancias de los empresarios y del pago de la deuda externa. Han demostrado que ¨ el ciclo virtuoso de la economía que tanto aplaude la burguesía, se asienta en los bajos salarios, el trabajo en negro, en millones de desocupados y que no se puede sostener sin reprimir a los trabajadores. Ahora los burócratas le ruegan al gobierno que otorgue un aumente por decreto, con el objetivo de detener las luchas, pero estas continuaran, los compañeros de Subterráneos, ferroviarios, maestros, estatales, SIMECA, Zanón, Río Turbio, Telefónicos etc. muestran que el proceso de recomposición de la moral combativa esta en marcha y que se va quebrando el temor a la perdida del trabajo.

Si ha estas luchas, las dotamos de claros objetivos políticos, iremos rompiendo, en este camino, con el modelo sindical estatal-patronal-burocrático. El nuevo sindicalismo que construirá nuestra clase, se basara en las asambleas obreras, la revocación de los mandatos, la rotación en los cargos, la continuidad en la producción de los compañeros electos, un régimen de licencias solo para cumplir tareas, el pago conciente y voluntario de las cuotas sindicales y no como ocurre ahora, en donde la misma es descontada por la patronal. Los gérmenes de esta política hoy están en mejores condiciones para expresarse. Los compañeros clasistas, los que se esfuerzan por luchar, los que enfrentan las prácticas burocráticas, tanto en la CGT como en la CTA, deben reflexionar sobre la necesidad de coordinar las luchas por fuera de las estructuras burocráticas. No se trata de no trabajar en los sindicatos que están en manos de los mismos, se trata de que junto a eso, formemos coordinadoras de base, interfabriles, intersindicales etc. en donde se vaya expresando la conciencia obrera y la disposición a la lucha. Toda política independiente de los patrones, el estado y la burocracia, debe expresarse en una fuerza política-sindical concreta de nuestra clase. Si no construimos esa fuerza, no tendremos esa independencia, y ha esto deben contribuir los nuevos reagrupamientos que van surgiendo. El 3· aniversario del 19 y 20 puede ser un momento para que esto se exprese, rodeando el paro y movilización convocado para ese día por los compañeros del SIMECA.

En el marco de estas luchas, los diversos Destacamentos revolucionarios, debemos contribuir construyendo Partido en las fabricas y gremios, aportando al desarrollo de las agrupaciones clasistas y alentando los reagrupamientos y formas de coordinación que nuestra clase se va dando.