Festejos Día Del Niño
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Sábado 2 De Agosto De 2003 |
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Los Residentes Chaqueños de Villa Carlos Paz festejaron el Día Del Niño con más de 200 chicos del Barrio Colinas y de Las Latitas, al oeste de Carlos Paz. |
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“Depende del hambre del niño” dijo una de las emisoras radiales de Villa
Carlos Paz al momento de preguntarse por las cantidades necesarias para el
Chocolate que estábamos organizando, para el sábado 2 de agosto. Y
el hambre era importante. Casi imposible de cubrirlo con facturas, pan,
criollitos, leche y chocolate que Carlos Paz nos daba. Casi, hasta que una
madre, mientras hacía lo imposible por esconder las lágrimas y la tarde caía
por detrás del serro que separa a Colinas de Las Latitas, reflexionó: “Gracias porque es la primera vez que mis hijos me dicen
mamá me no quiero más chocolate. Estoy lleno”. Recién habían pasado unos minutos de la hora 17, y el chocolate se
mantenía caliente sobre las brazas en el patio de la casa de Aurora Maldonado.
“¿Qué hacemos?” Fue la pregunta que resonó y de lo profundo de las necesidades
conocidas la respuesta fue única: “¡Vamos a la Quinta 1º (El Zanjón)!” Lentamente, para que no se derrame el chocolate que llevábamos, los
vehículos de los integrantes de Comisión Directiva de la Asociación De
Residentes Chaqueños remontaron las calles de Colinas. ¡Otro barrio nos
esperaba! Llegamos y nadie sabía que iríamos. Mucho menos, para qué íbamos a
ese barrio que, frente al desconocimiento de muchos de los carlospacenses,
está a escasos metros del Centro Viejo y con muchas necesidades básicas insatisfechas.
Poco menos de ocho cuadras. No teníamos ni mesas ni donde sentarlos a los chicos. Pero estaba su
necesidad y su deseo de una taza caliente de chocolate y unas facturas. Un regalo
tan sabroso como inesperado. Los baúles de los autos fueron improvisados mesones para sostener los
recipientes del chocolate. Una cancha de fútbol, el repentino comedor. Las
piedras y el piso, los asientos de los chicos. La necesidad, la de cada
jornada. No faltó quien preguntara de qué partido político éramos ni los que
aseguraban que los del barrio no merecían que les diéramos nada... porque
todos son una manga de... La respuesta era simple y siempre la misma: “No somos políticos. No buscamos
votos para nada ni nadie. Y, mientras tengan hambre, ganas de chocolate y
facturas, tenemos algo que darles. Luego, nos vamos”. Tan simple como una realidad que atestigua que todo depende del
hambre del niño, que no dejamos de ver. |
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Asociación De Residentes Chaqueños |
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