Editorial

Indudablemente los primeros meses del año arrastran los vientos favorables de la recuperación de la construcción, que muestran los indicadores oficiales. Las estadísticas han confirmado que el 2003 fue el primer año que mostró incremento en el nivel de actividad de la construcción desde la gran depresión iniciada en 1998, con un aumento acumulado del 37,6% en relación al 2002.

Para poder analizar correctamente estos índices, es necesario tener presente que dicha recuperación obedece principalmente al "clima" que se vive en la actualidad, fundamentalmente ligado a la apertura del corralón, los bajos costos de construcción en dólares, y la ausencia de alternativas de inversión, lo que ha puesto las mayores expectativas y el peso de la recuperación, en el sector privado.

La proyección y distribución federal del presupuesto de la Obra Pública también es altamente positivo, sobre todo hay que des-tacar el esfuerzo que se está realizando desde el Gobierno Nacional, particularmente desde el Ministerio de Planificación Federal e Inversión, para recuperar el papel directriz y planificador de la inversión en nuestro País, devolviendo al Estado el rol regulador y de control.

En nuestra provincia esto tiene particular importancia por el cúmulo de obras con que participamos en el presupuesto, que van entre otras, desde los planes de construcción de 3300 viviendas, la continuidad de las obras viales y de infraestructura escolar, la interconexión eléctrica de las centrales de Catamontaña y Güemes y el proyecto en estudio de reactivación del ferrocarril, como herramienta fundamental en el sistema de transporte.

También son factores que motivan esta recuperación, la situación que se vive en la actualidad, producto de la coyuntura internacional y de la recuperación del nivel de actividad, basado entre otras cosas, en que la parte de la Deuda Externa que está en default en los hechos ha significado un importante ahorro de recursos, que de alguna manera han sido inyectados al gasto interno, principalmente al presupuesto de la Obra Pública.

Por eso es necesario destacar que en la construcción, la recuperación de largo plazo solo será posible si se crean condiciones políticas para la vuelta del crédito hipotecario y la recuperación del poder adquisitivo de los asalariados, que la depresión económica y las sucesivas crisis redujeron a su mínima expresión.

Este panorama es alentador para el desarrollo de la ingeniería y seguramente que presentará oportunidades para la profesión, que debemos aprovechar, ya sea que nos toque desempeñar nos en el sector público o privado.

En ese sentido la decisión de nuestra Junta Directiva de instituir el Premio Anual para los Ingenieros destacados, revalorizando el trabajo de nuestros matriculados en distintos ámbitos de participación, contribuye a mejorar y resaltar el correcto desempeño de los profesionales, para que sirva de ejemplo a las nuevas generaciones de jóvenes ingenieros.

Es en este contexto que entendemos que "La Ingeniería Argentina se ha puesto en marcha y necesitará rápidamente de la formación política de sus cuadros dirigentes, si pretende incidir en el proceso abierto en nuestro País".

Finalmente, en nuestra institución ha llegado el tiempo de un nuevo turno electoral. Seguramente que este servirá para plebiscitar entre los matriculados, el rumbo que nuestro colegio ha tomado. También será momento para discutir aciertos y errores y planificar los nuevos desafíos que se nos presentan.

El hecho de no habernos apartados de nuestra Misión y Visión y el esfuerzo por cumplir con los Objetivos trazados para la actual administración hace dos años, nos muestran cual es el camino por transitar. Son muestras de esto, los 73 nuevos matriculados, los 30 cargos conseguidos en Educación no formal y ratificados para este año, los casi 60 ingenieros contrata-dos o a contratar para realizar Conducción Técnica en las cooperativas de viviendas del Plan de Emergencia Habitacional , los 16 convenios firmados con municipios y comisiones en el marco del Programa Componente de Mate riales que crea atrás tantas fuentes de trabajo y la casi culminación del proyecto de reactivación de la Planta de Cerámica Roja en Palpalá, con la ocupación de 15 ingenieros del medio.

También, mantener los espacios de representación que hoy ocupa el Colegio nos compromete ha seguir capacitándonos en las técnicas de conducción y dirección, y por sobre todas las cosas en las herramientas políticas que son necesarias dominar para construir planes, programas y proyectos que muestren un alto con-tenido social y contribuyan a mejorar la calidad de vida de los jujeños.

Es cierto que el trabajo realizado por nuestro colegio ha creado grandes expectativas entre los matriculados y las organizaciones de nuestra sociedad, lo que ha puesto en su accionar diario una gran cuota de responsabilidad y compromete aún más a quienes tienen responsabilidades institucionales a seguir trabajando para mantener y mejorar el espacio que hoy ocupamos los ingenieros.-

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