Es
muy difícil calificar un show o ser objetivo en una crónica cuando uno
no puede ser prescindente habida cuenta que por el afecto y una larga
historia compartida terminás sintiéndote mas parte de la banda que del público
y esto me sucedió con el show de Calipso del miércoles pasado en el
marco del Ciclo Americasalsa de Bandas en Ron y Son.
Me sentí ya desde cuando salí
de casa que iba a compartir con ellos uno mas de los tantos shows en que
estuvimos juntos en estos 13 años que llevo dedicados a la movida
salsera, tanto es así que me olvidé la cámara fotográfica, luego pude
entender porqué no fui a cubrir un show, fui a encontrarme con mis
amigos.
Del show en sí que quieren que les cuente, que atraparon a la gente con
su sabor, calidad y ese particular "todo justo y en su lugar"
con que un asistente definió el sonido compacto y ajustado del sexteto,
las muchas virtudes de Calipso hay que encontrarlas primero en la elección
del repertorio, atractivo e inteligente de acuerdo a la formación (Congas
y Bongó, Timbales, Teclados, Bajo, 1º guitarra y guitarra rítmica
alternando con percusión menor), sabrosos y reconocidos sones y guarachas
mezcladas con alguna cumbia tradicional y aderezadas
con algún merengue, otro mérito está en la absoluta corrección de los
músicos que reconoce puntos altos en las tumbadoras de Black Davis y la
voz absolutamente sonera de Mambo Mendez, ambos líderes del grupo y también
en las brillantes intervenciones de la 1º guitarra y el bajo, sin dejar
afuera a las damas del grupo que aportan brillo y variedad en los coros y
en sus ejecuciones instrumentales.
A
mi lado Miguel Gonzalez, dj de La Salsera y propietario de la disquería
La Catedral de la Salsa, sujeto entendido como pocos en estos menesteres
salseros, me comenta en un momento "Como estos chicos no tienen un
disco!!!", si lo tienen "Solo el amor es real" y se viene
el segundo, así que pronto amigo lector vas a tener donde encontrar ambos
cd.
El color en la verdadera fiesta que fué esta presentación de mis amigos
de Calipso lo dieron los muchos visitantes latinoamericanos que se dieron
cita en el lugar, además de los cubanos que habitualmente se puede
encontrar en el lugar hubo asistentes de Chile, de Venezuela (una ruidosa
y divertida delegación), de Brasil y de Colombia, por eso el final fué a
full con todo el público bailando en la pista, un divertimento grupal con
buena música y buenas compañías.
Has de comprender amigo internauta que habiendo olvidado la cámara fotográfica
las fotos de esta nota son de archivo, . . . . . . . . .y bueno yo también
quise bailar todo el tiempo.
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