4:
Con
el mismo presupuesto que hoy consumen las empresas privatizadas y solo
le dan servicio ferroviario a poco más que la Capital Federal, en la
época de FERROCARRILES ARGENTINOS se daba servicio a gran parte del
país.
5: El
modelo de las empresas privatizadas se ha mostrado totalmente incapaz
de generar una industria ferroviaria nacional, más bien terminó de
destruir la que se creó en la época del ferrocarril estatal.
6:
Un ferrocarril de cargas en manos del Estado permitiría en promedio
reducir en 50 U$D el valor del transporte de la tonelada de granos
puesta en puerto, que es el valor parasitario que cobra el acopiador
ahora socio de las empresas privadas de ferrocarriles.
7: Un
ferrocarril de cargas en manos del Estado permitiría incentivar la
pequeña y mediana producción agropecuaria, contraponiendo así un
freno a la desmedida concentración agropecuaria en curso.
8:
Es falso, que para las industrias del Estado, reduciendo personal se
reducen al mismo tiempo costos, ya que las personas que dejan de
trabajar debe seguir alimentándoselas, pero estas personas dejan de
producir recursos útiles para la sociedad, por lo cual el balance
neto para la misma es negativo.
9: Las
empresas privadas han sido totalmente incapaces de mantener la
integridad del sistema ferroviario nacional.
Esto
se demuestra, en por ejemplo la imposibilidad de transportar metanol
desde el sur hasta Puerto La Plata, por
desinteligencia entre las empresas, que
terminaron en una resolución judicial que impide ese transporte.
10: Las
empresas privadas han sido incapaces de mantener estándares técnicos
unificados, lo cual lleva a un encarecimiento inadmisible de los
equipos auxiliares que deben disponerse sobre las locomotoras para
transponer los espacios de las distintas empresas, entre otras cosas.
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