La
culpa
no
es
del
chancho,
si
no
del
que
le
da
de
comer.
(refrán
popular)
El
atentado
incendiario
que
destruyó
los
tableros
de
conexión
del
centro
de
control
de
tráfico
y
energía
de
Constitución,
el
edificio
de
Paracas
según
lo
llaman
los
ferroviarios,
ha
sido
sin
duda
intencional,
tal
como
nosotros
señalamos
en
nuestra
anterior
gacetilla.
No
es
una
figura
menor
en
la
política
quien
ha
salido
a
decir
esto,
si
no
que
se
ha
visto
obligado
a
decirlo el
propio
presidente
Kirchner.
Ahora
las
declaraciones
de
los
funcionarios,
entre
ellos
el
propio
Secretario
de
Transporte,
el
cual
en
sus
declaraciones
no
diferenciaba
una
formación
de
un
coche
o
una
tripla,
entre
otros
detalles
que
muestran
lo
acabado
de
su
improvisación,
ha
dejado
traslucir
la
posibilidad
que
se
trate
de
un
autoatentado,
es
decir,
que
deberíamos
buscar
a
los
responsables
en
la propia
empresa
METROPOLITANO.
Los
Usuarios
del
Roca,
Belgrano
Sur
y
San
Martín
en
cambio,
no
tenemos
dudas
de
quien
colocó
los
elementos
que
provocaron
el
incendio
y
nos
acordamos,
de
paso, hace
más
o
menos
un
año,
del
similar
proceso
de
autorrobo
de
las
ventanillas
de
aluminio
que
protagonizó
esta
espectacular
y
no
menos
temeraria
empresa.
Proceso
este
que
terminó
con
la
vida
de
más
de
un
usuario,
que
aunque
la
crónica
diaria
no
lo
haya
registrado,
seguramente
murió
de
frío
al
viajar
por
necesidad
imperiosa,
es
decir,
simplemente
para
ir
a
trabajar
todos
los
días,
al
tener
que
viajar
en
los
coches
sin
ventanas
que
esta
empresa
generosamente
puso
para
esos
pasajeros.
No
olvidamos
que
simultáneamente,
mientras METROPOLITANO
era
saqueado
por
los
desconocidos
de
siempre,
las
otras
líneas
ferroviarias
no
tenían
problema
en
este
sentido,
ni
con
los
desconocidos
ni
con
las
ventanillas.
Pero,
allí
salió
raudo
y presuroso
el
gobierno
de
turno
y
con
la
bolsa
mágica
donde
junta
la
plata
de
nuestros
impuestos
en
un
abrir
y
cerrar
de
bolsa,
solucionó
el
problema,
y
subvención
mediante
aparecieron
las
nuevas
y
horrorosas
ventanas
de
madera
trabables
con
las
cuales
MEROPOLITANO
reemplazó
a
las
de
aluminio.
Hace
un
par
de
meses
a
esta
misma
empresa, un
Juez
de
la
Nación
decidió
confiscarles
por
no
pago,
15
locomotoras,
ese
desconsiderado
Juez,
no
hizo más
que
hacer
lo
que
le
hacen
a
cualquiera
que
compra
en
cuotas
algo
y
que
en
la
cuota
dos
o
tres
de
veinte
deja
de
pagar,
simplemente
se
presentan
en
la
casa
y
amablemente
le
sacan
lo
que
debía
pagar
y
no
pagaba.
Rara
vez
ese
Juez,
en
este
país,
hizo
lo
que
simplemente
tenia
que
hacer.
No
insistiremos
en
el
anecdótico
hecho
de
que
la
plata
se
la
jugaron
en
la
timba
financiera,
y
corralito
mediante,
perdieron.
Pero
no
tanto,
ya
que
nuestro
abnegado
Secretario
de
Transporte
blandiendo
nuevamente
la
bolsa
recaudatoria
en
un
abrir
y
cerrar
de
la
misma
le
solucionó
el
problema
a
la
empresa.
O
más
bien,
Usted
y
yo
que
pagamos
impuestos,
le
solucionamos
el
problema
a
Metropolitano
que
nos
los
paga.
Y
ahora
nuevamente,
ante
la
tragedia
de
Constitución,
nuestro
decidido
Secretario
ha
amenazado
con
usar
nuevamente
la
mágica
bolsa
recaudatoria
para
solucionar
el
insolucionable
problema
de
METROPOLITANO,
eso
sí,
dudando
ante
la
existencia
de
la
famosa
puerta
de
atrás.
La
pregunta
que
nos
hacemos
es:
¿Tal
es
el
grado
de
idiotas
que
nos
consideran,
a
todos
los
habitantes
de
este
bendito
país?
O
no
se
piensan
que
no
nos
hemos
dado
cuenta
que:
Desde
la
CNST
venimos
diciendo
que
para
METROPOLITANO
el
único
camino
de
acción
posible
es
rescindir
el
contrato
y
reestatizar
la
empresa,
el
Secretario
nos
ha
contestado
que
a
METROPOLITANO
a
pesar
de
su
escandaloso
resultado
le
han
extendido,
entre
gallos
y
medianoche,
el
contrato
por
20
años
más,
evitando
decir
que
se
omitió
para
esa
renovación
entre
otras
cosas,
la
licitación
y
la
audiencia
pública.
Nuestro
Secretario,
en
definitiva,
hablando
del
tema
de
METROPOLITANO,
más
que
nuestro
Secretario
parecía
su
socio,
es
decir,
el
socio
de
METROPOLITANO,
y
es
por
ello
que
ahora
decimos
desde
la
CNST
que
junto
con
METROPOLITANO
de
debe
ir
también
el
Secretario.
Secretario
CNST
0221-429-7100
(Int.
1225)