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El ultrasonido, sus usos en dermoestética.

A medida que pasa el tiempo, en el mundo entero, se utiliza cada vez más la tecnología disponible para las distintas afecciones estéticas.

Personalmente he podido comprobar que los resultados son mejores cuando se reúnen en forma conjunta excelentes productos, buenas técnicas y aparatos útiles.

Así como en otro artículo, me referí a la Mesoterapia (técnica de la que me valgo en tratamientos faciales, circulatorios y celulíticos), en este artículo me referiré a los distintos tratamientos que realizo con el aparato de Ultrasonido.

Primero deseo explicarles qué es el ultrasonido. El ultrasonido, al igual que el sonido, son ondas vibratorias de distintas frecuencias que se propagan a través del aire. Cuando esta frecuencia alcanza los 20.000 ciclos por segundo podemos decir que estamos hablando de ultrasonido. Cabe destacar que esta frecuencia escapa al nivel audible del ser humano.

Existen distintos tipos de aparatos de ultrasonido, en mi caso utilizo uno de 3 megaherts, este actúa a nivel del tejido conjuntivo y adiposo. Su acción produce cambios térmicos, mecánicos y químicos en la zona de aplicación.

Al aplicar las ondas de ultrasonido, se produce sobre la zona a tratar un incremento de la temperatura, este calor genera un aumento de la circulación sanguínea local.

La acción mecánica se produce cuando las partículas oscilantes a muy alta frecuencia generan una liberación de las adherencias de fibrosis, la muy conocida piel de naranja.

La acción química es porque permite una mayor activación de las moléculas de oxígeno, generando un incremento de la oxidación de las grasas, produciendo una mayor liberación de energía, lo que implica un aumento considerable de la temperatura.

Es altamente indicado para casos de celulitis y queloides circulatorios, facilita una mejor oxigenación de los tejidos, favorece la reducción de obesidad localizada y ayuda en la modelación corporal. Además actúa produciendo un mayor drenaje circulatorio y una disminución de los edemas regionales.

Con respecto a su aplicación, puedo decir que el ultrasonido se utiliza en combinación con un gel, éste último favorece la absorción, ya que genera una superficie uniforme entre el cabezal del aparato de ultrasonido y la zona a aplicar, impidiendo que exista una capa de aire entre la zona a tratar y el elemento emisor.

Su aplicación es en forma circular, y la superficie a tratar debe ser en círculos no mayores a 10 cm2.

Un tratamiento muy poco conocido es la hidrolipoclasia, consiste en la aplicación de grandes volúmenes de medicación en zonas de adiposidad localizada y/o celulitis, luego se aplica ultrasonido durante 15 minutos aprovechando la acción de cavitación que posee el mismo, la conjunción del ultrasonido y los medicamentos previamente inyectados, producen la ruptura de las células grasas y su eliminación mediante la circulación sanguínea y linfática.

Es posible utilizar el ultrasonido en tratamientos faciales, para estos casos existen cabezales especiales que permiten una mayor penetración de los productos utilizados, asimismo genera un micromasaje subcutáneo, lo que favorece para mejorar la flaccidez muscular y cutánea.

En el caso de várices o piernas varicosas crónicas es un buen complemento del tratamiento a realizar (Mesoterapia, esclerosantes), por lo general, en estos casos existen edemas e induraciones, la aplicación de ultrasonido favorece e incrementa el drenaje de los vasos linfáticos generando una disminución del líquido retenido en las piernas.

Como mencioné en el inicio de este artículo, los avances tecnológicos son sumamente importantes como complemento de los tratamientos médicos a utilizar en las distintas afecciones estéticas que se pueden padecer. Asimismo es primordial la evaluación médica para la correcta elección del tratamiento a realizar.

Dra. Silvia Chapiro.

x_phone.gif (9022 bytes)4571 - 1064  E-mail: silviachapiro@hotmail.com

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