La fiesta de unos pocos

¿Arte o Ciencia?

Hace ya un tiempo, en mi paso por la Universidad, recuerdo cuando un profesor nos explicaba los fundamentos del Derecho Político y los describía como un arte y también una ciencia.

Esta dualidad está dada en las argucias para acceder, mantener o recuperar el poder que consistirían en el arte de la política y por otra parte, en aquellos fundamentos profundos que definen ese objeto de estudio que es la política, que sería la ciencia.

Siempre me quedó la duda, ya que un objeto puede ser materia de un estudio científico, cuando se lo toma en su integridad y constituye algo universal y abarcativo de otros elementos que lo componen. También la duda pasaba por el tema del método a aplicarse en el estudio. Pero, como así es aceptado ¿quién soy yo para cuestionar esto?.

Evidentemente cuando el profesor hablaba de arte, no se refería a un arte bello, sino a un arte práctico, o sea a las técnicas para lograr objetivos.

Hoy, cuatro días después de las elecciones legislativas, leo, veo y escucho los comentarios que hacen los políticos sobre los 4.000.000 de votos "bronca", como lo llaman ellos o votos "víctimas", como los llamo yo.

El presidente, culpando a los que él cree responsables (Terragno, Moreau, Ibarra) y tiene razón.

Terragno, Moreau y otros, culpando al gobierno y tienen razón. Es más, el señor Moreau dice que los argentinos que votamos así, estamos en contra de la política económica implementada en los últimos 11 años. Y yo le agrego que tampoco estábamos de acuerdo con la política implementada por el gobierno de Alfonsín.

Los demás festejan, caso del P.J., donde vimos a Duhalde, junto a Ubaldini, Moyano y otros, en pleno festejo o el A.R.I., donde resaltan el éxito obtenido en tan poco tiempo.

¿Qué festejan?, ¿que estamos destruidos económica y moralmente o bien que empieza otra fiesta para ellos, o las dos cosas juntas?

Y viene a mi memoria, que el domingo, antes de ir a votar leí un artículo del diario Clarín, donde el hijo del Excelentísimo señor Presidente, el señor Antonio De la Rua, opina muy suelto que está bien que el padre lance la campaña presidencial para el 2003, ya que con ello impediría la disgregación de las fuerzas internas de la Alianza. ¿Qué fuerzas?. O sea que este "señor", sólo piensa en las técnicas para acceder, mantener o recuperar el poder.

Yo los pregunto a todos:

¿Han estudiado la segunda parte de la materia?, ya que por lo visto han agotado todos los esfuerzos en estudiar las técnicas políticas y se han olvidado de los valores fundamentales.

Hoy sale un "famoso" historiador a llamarnos "tontos" o un calificativo similar a los que votamos de esa manera. Y claro desde su punto de vista tiene razón, el tendrá que defender sus privilegios, ya que la historia que se contará en el mañana será la que él cuente y no la que nosotros soportamos todos los días.

Pero quiero aclararles el por qué de mi voto, si no fue suficiente con lo publicado en otros artículos. ¿Quieren saber que vemos?, pues yo antes de votar observé y sentí todo esto:

"Contemplé seres medrosos: vi como los Ángeles de la Felicidad peleaban con los Diablos de la Miseria, y entre ellos se erguía el Hombre, unas veces arrastrado por la Esperanza, y otras por la Desesperación.

Vi cómo jugaban el Amor y el Odio con el corazón humano; el Amor, ocultándole su culpa y adormeciéndole con el vino de la sumisión, de la loa y de la adulación; en tanto que el Odio lo provocaba, sellaba sus oídos y cegaba sus ojos a la Verdad.

Y observé que la ciudad andaba a gatas, como un niño de sus suburbios, y que se agarraba al vestido del hijo de Adán. Y allá, a lo lejos, divisé las lozanas campiñas que sollozaban por la tribulación del Hombre.

Vi sacerdotes echando espumarajos como raposas taimadas; y falsos Mesías que conspiraban y maquinaban contra la felicidad del Hombre.

Y fui testigo de cómo el Hombre pedía auxilio a la Sabiduría para que lo liberase; pero la Sabiduría no quiso escuchar sus gritos, porque la había desairado cuando ella le habló en las calles de la ciudad.

Y observé cómo los predicadores levantaban su vista hacia los cielos en gesto de adoración, mientras sus corazones se enfangaban en las ciénagas de la Codicia.

Y vi a un joven que trataba de conquistar el corazón de una doncella con sus palabras seductoras; pero sus verdaderos sentimientos estaban adormecidos, y su divinidad se encontraba muy lejos.

Advertí que los legisladores charlaban como tontos, perdiendo el tiempo y vendiendo sus mercancías en los mercados del Engaño y la Hipocresía.

Divisé a los médicos, que jugaban con las almas de los ingenuos y de corazón sencillo.

Vi que los ignorantes estaban sentados junto a los sabios, elevando su pasado al trono de la gloria, adornando su presente con los delicados mantos de la abundancia y preparando un diván suntuoso para el futuro.

Observé cómo los pobres, desamparados arrojaban la semilla, y cómo se apoderaban los. fuertes de la cosecha; en tanto que la opresión, mal llamada Ley, hacía centinela a lo que estaba aconteciendo.

Vi a los ladrones de la Ignorancia saqueando los tesoros del Saber, en tanto que los custodios de la Luz se hundían en el sueño profundo de la inacción.

Y descubrí a dos amantes; pero la mujer era como un laúd en manos de un hombre que no sabe tañerlo, sino que sólo entiende de ásperas estridencias.

Y divisé a las fuerzas del Saber sitiando la ciudad del Privilegio Heredado; pero eran escasos en número y no tardaron en ser dispersados.

Y vi a la Libertad caminando a solas, llamando a las puertas de las casas e implorando un albergue; pero nadie hacía caso de sus palabras suplicantes.

Después contemplé el espectáculo de la Prodigalidad avanzando a pasos arrogantes en todo su esplendor ante la multitud, que la aclamaba como si fuese la Libertad.

Y vi a la Religión sepultada en libros, y a la Duda ocupando su lugar.

Y presencié cómo el hombre se ataviaba con el ropaje de la Paciencia, como manto para ocultar su Cobardía, y noté que llamaba Tolerancia a la Pereza, y Cortesía al Miedo.

Y observé cómo el intruso se sentaba a la sabia mesa del Conocimiento, barbotando groserías, en tanto que los invitados guardaban silencio.

Y vi que el oro llenaba las manos de los despilfarradores, que lo empleaban para obrar el mal y llevar a cabo sus perversidades; y vi también el oro en manos de los miserables, como carnaza del odio. Pero, en cambio, no vi oro alguno en manos de los sabios."

Y a todo esto hemos llegado gracias a los padecimientos que sufrimos tras las mentiras que nos dicen. Vemos un mundo que se dirige hacia nuestro caos y nos convencen de ir en otro sentido, pero cuando asumen van hacia el lado de vuestras conveniencias, que es nuestro caos.

¿Cuál es la diferencia entre votar mentiras o no votar?