Jorge G. Montero
Secretario General - Comisión Gremial Interna
Refinería de Petróleo - Shell / Dock Sud
Buenos Aires, 19 de enero de 2003.
Los
trabajadores petroleros argentinos saludamos la victoria del pueblo y el
gobierno de la República Bolivariana de Venezuela sobre las fuerzas de
la reacción en un tema vital como es la renacionalización de PDVSA. Este
acontecimiento, a medida que se abre paso ante el bloqueo informativo y
la mentira sistemática de la prensa local, hace carne en los obreros
petroleros y replantea aquí la urgencia de recuperar YPF. “Como está
haciendo Chávez”, se escucha en las conversaciones de nuestros
compañeros.
La
oligarquía, sus grandes medios de prensa -que manipulan descaradamente
la información-, y la burocracia sindical de la CTV han intentado
nuevamente derrocar un gobierno legítimo y democrático, en el marco de
la estrategia del imperialismo estadounidense de controlar las reservas
petroleras mundiales y sojuzgar a los pueblos que están decididos a
defender su soberanía.
Sin
dudas una batalla decisiva se ha desarrollado en torno al control de
PDVSA, donde sectores de la cúpula gerencial en connivencia con los
golpistas, boicotearon primero y sabotearon después la producción
petrolera. Como usted sostuvo: “¿Cuál es el plan de los golpistas y
algunos de sus aliados internos en PDVSA? La privatización de PDVSA. Es
decir, quitarle el corazón a Venezuela...”
El
intento de paralizar y destruir la producción, refinación y distribución
de hidrocarburos, fue respondido en primera instancia por la acción
decidida de los trabajadores petroleros, con apoyo de la Fuerza Armada
Nacional y la movilización del pueblo venezolano. Así el intento de los
“terroristas y fascistas” al servicio del imperialismo ha sido
derrotado. Y esta es una derrota estratégica, que facilitará el proceso
de re-nacionalización de la industria petrolera venezolana; y pondrá los
cimientos al proyecto de creación de “Petroamérica”. El objetivo
de controlar los recursos naturales para la edificación de una
Latinoamérica próspera e igualitaria nos hermana.
La
importancia del combate que ustedes están librando excede absolutamente
la geografía venezolana. Somos conscientes que tras la derrota sufrida
allí, Washington renovará la embestida para convertir a Argentina en la
cabeza de playa que le permita imponer el ALCA y el Plan Colombia.
Está en juego nada menos que la transformación de nuestro país en
colonia de Estados Unidos, la desintegración social e incluso la
fragmentación del territorio. Un desafío crucial que requiere poner de
pie a una fuerza de millones acorde a la magnitud del agravio. Se trata
de la organización de las masas explotadas y oprimidas, afirmada en las
raíces de la independencia, la soberanía y la unidad latinoamericana.
Tamaña empresa traduce como un espejo la situación de Brasil, Uruguay,
Paraguay, Chile, Bolivia, y muy particularmente la Revolución
Bolivariana en Venezuela y la Revolución Cubana. Un tembladeral
continental que ante la ofensiva de anexión de Washington desata las
reservas de lucha y rebeldía de nuestros pueblos.
Desde Caracas, transformada en símbolo de la heroica resistencia contra
el imperialismo y las burguesías a su servicio, las masas bolivarianas y
su gobierno, levantan ante los proletarios, los campesinos y la juventud
de todo el continente las banderas de lucha que resumen una experiencia
de décadas de un combate jalonado por derrotas y victorias, pero en
ningún momento interrumpido por los explotados y oprimidos de
Latinoamérica: contra el imperialismo y la guerra; contra el saqueo y la
explotación; por la independencia de los pueblos y la emancipación de
los trabajadores.
Por
todo esto, los obreros petroleros de Argentina –y con certeza millones
de trabajadores y jóvenes con y sin empleo- nos hacemos eco del llamado
hecho por el compañero boliviana Evo Morales y respaldado y difundido
aquí por el compañero Luis Bilbao, y estamos dispuestos a movilizarnos
en la fecha de marzo que finalmente se fije, así como a enviar delegados
petroleros a manifestar nuestro apoyo en Caracas.
Reciba usted la solidaridad activa de la clase obrera y los trabajadores
petroleros argentinos.