Finalizó la jornada, a lo largo del día el hombre pasó
una y otra vez con su arado dando vuelta la tierra,
enterrando ese tapiz verde donde poco antes habían
pastado sus vacas.
Y al mirar Juan la tarea realizada, confirmó lo que ya
sabía al comenzarla, duro era el trabajo de preparar el
suelo para recibir la semilla, mucho había que hacer
antes de ver los frutos que iba a obtener en la cosecha.
Arar, rastrear, fertilizar, sembrar, aplicar herbicidas,
limpiar entre las plantas combatiendo los yuyos. Estos
solo eran algunos de los trabajos a realizar para
conseguir lo que quería, lo que necesitaba, pero Juan
estaba contento.
Día a día estaba pendiente de su cultivo, seguía el
crecimiento de esas pequeñas plantas, las ayudaba en lo
que podía.
El agua de lluvia era por el y sus plantas bienvenida
siempre que no fuera acompañada por una tormenta.
Esa cosecha que esperaba, dependía de muchas cosas pero
Juan estaba tranquilo.
Había hecho todo lo que tenía que hacer, ahora
dependía de otros factores hasta llegar a levantar el
grano. Pero Juan estaba sereno y se fue a descansar.
Toco y me voy
Nota: Recomendamos que visiten el museo virtual, en esa
sección se van a encontrar con temas muy interesantes y
con fotos que son documentos históricos como las
referidas al globo que usaron Zuloaga y Bradley para
cruzar la cordillera de Los Andes.
Deseamos que disfruten con esta visita los volvemos a
esperar cuando ustedes quieran.
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