Suburbio
Ra
Alguna vez alguien preguntó: "¿En qué consiste la amistad?". Y recibió esta respuesta: "Amistad significa tolerar y saber aceptar una broma". Claro está, que para arribar a esa respuesta tuvo que mediar una broma y hasta un enojo, y entonces aquella contestación adquiere un proverbial modo de comprensión.
Nadie está exento de caer en actitudes que hieren al prójimo, muchas veces incurrimos involuntariamente en algún desliz, que puede tomar cuerpo en una palabra o en un acto reflejo, que dicha o hecho inopinadamente, produce en el prójimo un cambio de actitud hacia quien fue la fuente emisora del disgusto.
En dicho caso este último podrá optar por caminos tales , como transitar por la indiferencia, pero éste no sería el ideal, lo más razonable es tomar conciencia de la actitud o palabras que fueron causa del disgusto en el prójimo y de allí en más, concretar un nuevo acercamiento con palabras válidas que valoren tanto al presunto menoscabado como anteriormente fue el calibre de la ofensa.
Según ésta sea (claro de ello hay que tomar conciencia) es bueno incluso pedir perdón, sin tener para ello en cuenta la frase de una novela muy en boga hace unos años, que decía: "Amar, es nunca tener que pedir perdón".