¿Qué es lo que hace al hombre ser como cada cual es?... el ambiente, el entorno en el cual desarrolla su vida puede ser esencial, también lo es en una forma primordial la educación recibida pero puede el hombre torcer su destino invariable, gozar, sufrir, llorar, reír, son circunstancias que éste atraviesa sin duda, sin que lo busque demasiado, le cae como "peludo de regalo"; porque se puede creer que se busque la felicidad, que se busque la diversión, un motivo por el cual estar alegres, pero por el contrario no es dable pensar que el hombre busque motivos para estar amargado, triste, desanimado, y sin embargo se cae en esta clase de situaciones que no sabe cómo dio con ellas.
Y quien puede llegar a comprender esa situación de desesperanza en que se encuentra el hombre sino quien pasó por esa o similar situación, porque aparte de entender, comprende a su prójimo, por eso tiene mucho valor en esta vida terrena la solidaridad, el hacer todo lo posible que esté en nuestras manos para ayudar; alguien lo podrá hacer materialmente, lo que no significa esto que el dinero sea imprescindible en estos casos, no, cuando decimos materialmente entendemos ese término por todo aquello que humanamente podamos hacer por nuestro prójimo, otros lo podrán hacer espiritualmente con la oración.
Orar por una persona tiene doble efecto porque a la vez que se pide por alguien que no somos nosotros, ya sea para que consiga lo deseado, para que sane si está enferma, porque cambie de actitud ante la vida si está equivocada según nuestro juicio, o por mil motivos más, la oración hace efecto también en quien en este caso ora para pedir una gracia para otro, eso se registra en su espíritu que encuentra un bálsamo para su inquietud, un remedio para su propia herida. Orar es beneficioso por quien se ora y para quien ora, como ya lo dijimos doble efecto y orando de esta manera también es doble el mérito porque no se pide para uno y sí para nuestro prójimo.
En nuestras oraciones debemos pedir a Dios que nos haga fuertes a fin de que así como solemos vivir las alegrías que Él nos depara, sepamos vivir los momentos en los cuales un motivo nos entristece, pero debemos discernir los motivos entre los que eventualmente pueden ser enviados por Dios y los que nos "fabricamos" nosotros mismos con una actitud errónea ante la Vida, eso tan lindo que Dios nos dio.