El cauce del agua

 

... entre mi mano y el lugar donde grita la lluvia... ya no hay espacio... estoy llorando... y no puedo contenerme... no puedo... ni tampoco puedo detener las gotas ácidas del cielo abierto, que sangra... y sangra, y sangra, y sangra, y sangra, y sangra, y sangra.... tengo los brazos extendidos como un mártir empapando todo el campo de batalla... la lluvia... no me siento un héroe.... sangra, sangra, sangra......... abatiendo el silencio que me atraviesa, como un haz de luz negra.... no me siento un héroe.... no siento que se haya calmado nada dentro del pecho... el corazón late, y los pulmones se llenan de agua... pero mis manos todavía recogen la sangre, llueve, sobre el campo que me rodea... sin distinguir los contornos de la figura que yace a pocos metros de mi... sobre un charco de lluvia.... de sangre... mi primer combate a muerte... la iniciación... un perdedor destripado en el suelo, otro erguido, llorando... con los brazos abiertos en campo abierto.................................... y el enano, también de pie bajo la lluvia, cubriéndose con la capa la mitad del rostro se mantiene pasivo... pero algo oscuro le remueve por dentro... fija la mirada en la profundidad de mis pupilas y las escruta... parece que puede distinguirlas a pesar de que todo se diluye a nuestro alrededor... como el cadáver que es un bulto empapado de sangre...... me he descubierto la cabeza pero el agua ni me purifica ni me devuelve el habla.... solo tiemblo... me devuelve el miedo, me devuelve el estómago, me devuelve la realidad que había quedado enterrada en algún lugar... me devuelve la verdadera conciencia de mis actos, de mi decisión... y al bulto muerto... y al enano, mi mentor... mi señor... al que siento entregarme por dentro cada noche... Seuth, el enano... el de las piernas cortas.... mi único y verdadero maestro en el aprendizaje de la vida... un híbrido con alma de salamandra en esta tierra de anfibios... lo siento... escrutando.. mis pupilas, húmedas, diluidas.... en el campo que el mismo eligió para iniciarme como señora de la paz y de la guerra y puño derecho de mi hermano Hol.lw cuando gobierne nuestras tierras.......... ¿pero como dirigir un ejercito si nunca se han clavado las garras en la piel de un hombre?..... soy la elegida... mi sangre impura es una bendición para mi pueblo... la estirpe de los dragones blancos siempre cría al protector del hogar con sangre de perros de caza.... y mi madre, era humana........... llueve sangre... el enano ya no se resguarda con la capa y se dirige hacia mi... todavía grita la lluvia... y mis manos siguen recogiéndola... porque a modo de rezo ahora estoy a la altura del enano, de rodillas, llorando... esta tan cerca de mi cuerpo que me oye temblar.. y se acerca mucho.. como para cogerme por los hombros y besarme... levantaos mi señora.... y acompañadme... su voz ordena, grave, y no quiero seguirle pero obedezco contrayéndome lo más dentro que puedo, rígida, temblando, empapada de sangre... y sin embargo.. si me lo pidiera, si acercara la barbilla hasta rozar con su barba mi cuello jugando con la levedad de su lengua como si fuera una pluma.. si deslizara la lengua por el lóbulo de mi oreja... me entregaría allí mismo como me entregado salvaje y hambrienta a  la carne de aquel cadáver que yace en el campo.... sigo a mi mentor hasta los pies del muerto.... que no es un hombre... es un saco de heno.... pero eso en realidad, ya no tiene importancia, porque a quien he destripado hasta convertirlo en un amasijo de sangre, para mi, era un hombre.... ya lo tengo a mis pies.

- No creía que fuerais capaz de hacerlo... pero si, podéis hacerlo... matar.. ciegamente... tendré que tragarme mis palabras delante del consejo... confieso que aunque os he estado preparando, aunque he intentado que fluyera en vos vuestra naturaleza humana.... yo.... se han cerrado los círculos y los ciclos... podéis matar.... yo... dioses antiguos... podéis.
- No era un hombre... era uno de vuestros engaños...
- Si hubiera sido un hombre... también estaría en el suelo... abierto.
- Es un saco... y no, no soy capaz.
- Si, si que lo sois... durante la lucha, y yo soy testigo de ello, para vos, no ha sido un saco, nada sabíais... estabais furiosa y ciega... era un hombre. Arremetiendo... mordiendo... destripando... como he dicho...
- ... no soy capaz...
- ... me trago mis palabras, señora... habéis dado muerte a un hombre en combate... ahora ya podemos volver ante vuestro consejo... a vuestro padre y hermano les gustara saber que estáis preparada.
- No, no lo estoy... no puedo... no se lo contéis... decidle que todavía no estoy preparada... y ... no puedo tomar posesión del ejército.... no voy a estarlo nunca......
- Levantaos de nuevo.. y adoptad la posición  que una futura señora de la paz y de la guerra debe mostrar siempre delante de su pueblo.... las flaquezas se guardan en la alcoba... y ni siquiera yo debería veros en este estado... no lloréis más ... y levantaos, señora mía, levantaos..... no me obliguéis.... a daros una orden...
- ... no digáis nada todavía, dejadme un poco más de tiempo...
- El tiempo no os va servir para escapar.
-...pero si para poder prepararme mejor... me duele mucho...
-... la cabeza, la lluvia os despejará...
- No, si me duele la cabeza, pero necesito volver a mi alcoba... y dormir... mucho. Necesito un poco más de tiempo. Necesito que todavía me enseñéis más.
- Lo que he visto me basta para saber... y en caliente vuestro instinto no duda... porque... la punta se ha clavado donde tenía que clavarse... donde más dolor produce... tenéis el alma del guerrero... yo lo había negado delante de la corte... y os juro que ahora que mis ojos no me engañan mi papel como mediador, ha terminado... asumiréis el cargo... me debo a vos, pero primero, a vuestro padre.
- ... la condena, no el cargo... era un saco de heno y estoy temblando...
- Porque no era un saco. Si no queréis estar bajo esta lluvia, volvamos al castillo. Seguidme.
- ¿lo recojo?
-¿es un saco para vos?
- Si.........
- ¿es un saco para vos, señora?
- No.
- Entonces lo cargaré yo, y lo enterraremos antes de llegar.
- No, puedo con él.
- Lo cargaré yo
 
A lomos del enano el cuerpo cae y se balancea una y otra vez... no tiene un rostro definido, ni insignias, ni honores, ni alma, ni una razón para enfrentarse a una futura señora de caza, de la paz y de la guerra. Bajo la lluvia dos figura que avanzan y del campo abierto entran en un bosque, una figura alargada, la otra se la come la maleza... pero la figura alargada se somete a la que se traga el bosque... y no deja de pensar en el haz de luz negra que la ha atravesado... y en si será capaz de soportar que la atraviese de nuevo.... no le duele haber podido destrozar una vida... le duele que Seuth tiemble en su interior y se aleje... y no se atreva, como ha estado a punto de hacerlo, a acariciarla bajo la ropa..... creía poder domar su naturaleza humana hasta extinguir la violencia.... solo mantener caliente bajo las mantas su cuerpo y a su señora..... pero................. entre mi mano y el lugar donde grita la lluvia... ya no hay espacio....... la lluvia que ya no es lluvia, que ya no es sangre, que ya no es agua, grava en mi pecho el día de la iniciación... es ahora parte de mi cuerpo... lo empapa todo, lo abate todo... no me siento un héroe.... el enano... esperaba que huyera........ y ahora el que huye asustado es él....................... encenderé con una llamarada de fuego el interior del círculo del consejo...... hay demasiada lluvia.... la tierra supura y podemos enterrar el saco en silencio.... si vuelve a acercar su barbilla a mi cuello le morderé los labios.... pero ya no va a hacerlo, nunca...........necesito dormir todavía unas horas.

FIN

 

  Volver a Relatos