REFLEXIONES


Cuentan
Que...

Cuentan que cierto día en un
monasterio Zen-Budista, los monjes se encontrarón con la
muerte de uno de sus guardianes y fue preciso encontrar
un substituto.
El Gran Maestro convocó a todos los
discípulos para determinar quién sería el nuevo
centinela. El Maestro, con mucha tranquilidad y calma,
dijo:
- Asumirá el puesto el primer monje
que resuelva el problema que voy a presentar.
Entonces, colocó una preciosa mesita
de finas maderas en el centro de la enorme sala en q
estaban reunidos, y encima de está colocó un jarrón de
porcelana con un diseño de exquisito gusto y
refinamiento, con varias rosas amarillas de
extraordinaria belleza en él. Y dijo así:
- ¡Aquí está el problema! -
señalando directamente al precioso jarrón.
Todos quedaron asombrados mirando
aquella escena: un jarrón de de extremo valor y belleza,
con maravillosas flores en su interior.
¿Qué representaría? ¿Qué hacer?
¿Cuál era el enigma encerrado detrás de todo esto?
¿Dónde estaba el problema?
En ese instante, uno de los
discípulos sacó una espada, miró al Gran Maestro y a
todos sus compañeros, se dirigió al centro de la sala
y... ¡zaz! Blandiendo la espada, destruyó todo de un
solo golpe. La escena fue impresionante.
Tan pronto el discípulo retornó a su
lugar, el Gran Maestro dijo con voz contundente:
- Usted será el nuevo Guardián del
monasterio.
Moraleja:
No importa cuál sea el problema, ni
que sea algo lindísimo, si ves un problema precisa ser
eliminado. Un problema es un problema, y como tal, es un
imperativo categórico eliminarlo. No importa que se
trate de una mujer sensacional y atractiva, o de un
hombre maravilloso y seductor, o de un gran amor que se
acabó.
Por más lindo que sea o haya sido,
si ya no existe más sentido para él en tu vida, tiene q
ser suprimido... Muchas personas cargan en su vida
entera el peso de cosas q fueron importantes en el
pasado y que hoy solamente ocupan un espacio inútil en
sus corazones y mentes. Espacio que es indispensable
para recrear la vida.
Limpia tu vida. Comienza con las
gavetas y armarios, hasta llegar a las personas del
pasado que no hacen más sentido en tu vida y que están
ocupando un espacio en tu corazón, un espacio
indispensable para ser ocupado por tu alegría de vivir.

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