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REFLEXIONES


Dificultades

A veces la marcha es tan veloz que
tienes la sensación de no ser tú quien camina y hasta
puedes creer que ciertos hechos que te suceden tienen
que ver con fuerzas superiores a las tuyas. Lo llamas
destino, suerte, karma, voluntad divina y llegas aún a
decir "la vida lo quiso así".
Pero si observas bien descubrirás
que eres tú quien crea el sendero por el que vas. ¿Acaso
no te crees merecedor de tu suerte? Escucha esta
historia:
Había una vez un marinero,
empecinado en lustrar sus zapatos. Soñaba bajar a tierra
con sus zapatos prolijos y brillantes. Estaba sentado en
la cubierta de la barca. La barca navegaba por un océano
inmenso bajo el cielo azul. En el cielo azul soplaba un
viento suave y constante que inflaba las velas y en la
cubierta el marinero soñaba bajar a tierra con sus
zapatos brillantes. El timón se movía solo sin nadie que
lo guiara por lo tanto cada golpe de corriente cada
cambio de viento hacían que la barca girara hacia allí o
allá sin rumbo definido. Pero el marinero seguía
lustrando sus zapatos soñando con el día del desembarco.
¿Ves buscador?
La vida de tantos hombres se parece
al soñar con ese momento glorioso en el cual pueden
llegar a puerto con sus zapatos relucientes. Pero no
toman el timón y por eso van a la deriva. Han confundido
el sentido: para ellos valen tanto sus zapatos como la
dirección de su barca. Acéptalo de una vez tu destino
tiene más que ver contigo que con el girar de los
planetas. Puedes lamentarte de la dureza del momento que
transitas pero ¿podrías aprender si no existieran los
escollos las trampas y las dificultades y todo aquello
que te empuja a superarte?
Si no existieran frenos en tu marcha
los tendrías que inventar: es el fuego lo que templa el
acero de tu espada no el candor de los jazmines.
Buscador si encuentras un obstáculo que te impide seguir
adelante observa atentamente la situación e intenta
diferenciar si se trata de una dificultad como atravesar
un río o si en cambio es una contradicción interna y
pretendes que el agua retroceda.
Si es ésta última será mejor que
aclares tu pensamiento y recuerdes el rumbo de tu
búsqueda no sea cosa que el río te cubra. Pero si es
sólo un problema dale la bienvenida porque sin problema
no hay solución. Después fabrica puentes, canoas,
aprende a nadar, busca el modo de superar ese nudo
sabiendo que en el proceso de superarlo está la
enseñanza. Observa también si el conflicto se da por una
situación del camino o si en cambio se establece con
otra persona.
Al ver en alguien un obstáculo para
tu marcha estás juzgando al otro estás viendo un reflejo
de tí mismo que se opone a tu intención de marchar. Este
tipo de conflicto con los demás alimenta tu ego y al
dividir a las personas entre quienes odias o amas solo
te encadenas al sufrimiento. Siempre que fuerzas la
situación aumentas la dificultad y tal vez el problema
que quieres resolver sea mayor que tus fuerzas. Entonces
no te opongas: observa ese río que te detiene, e imita
el sabio fluir del agua que busca un atajo o la mínima
grieta por donde filtrar.
Pero si aún así no logras proseguir
el camino espera con paciencia a que te lleguen más
fuerzas o a que la dificultad se debilite y el río baje
de nivel. Por ley natural, todo funciona de este modo.
Entonces, buscador, toma el timón de tus decisiones y
avanza resuelto. Tener coraje quiere decir actuar con el
corazón: cuando aceptas que son tus pies los que se
mueven y no la supuesta voluntad de lo adverso un canto
se eleva dentro de tí una melodía que reconoces. Este
canto, buscador, es la clave de tu búsqueda
Enviado por : Imanol

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