EL
TESTAMENTO
El
viejo había muerto. A través de los años, papá se caracterizó por haber
disfrutado plenamente su vida. Nadie sabía, a ciencia cierta, cuánto había
dejado; lo que sí era una realidad, es que siempre fue muy generoso con
todos nosotros. Viajábamos juntos por lo menos una vez al año; Sorprendía
constantemente a cada uno de nosotros con algún regalo; qué decir de su
mesa a la hora de la comida, y no porque hubiera grandes manjares, sino
por que siempre ofrecía lo mejor que tenía. Nada se guardaba para una
mejor ocasión; parecía que todo estaba para ser disfrutado ese día, hacía
de cada encuentro la mejor reunión.
Trabajó muy duro durante toda su vida; se le veía laborar hasta en
domingos. Lo más curioso es que lo disfrutaba plenamente; jamás le escuché
quejarse por ello. Interrumpía frecuentemente su tarea para jugar con
nosotros. Me sorprendía tanto, que hasta un día le pregunté a mamá si papá
había tenido infancia, pues a veces se comportaba como un niño, pues
disfrutaba y reía como si lo fuera.
El
notario citó a la familia en pleno: mis hermanos, mamá, algunos amigos y
parientes cercanos; el objetivo era conocer su testamento. La expectativa
crecía, pues papá fue siempre reservado en cuanto a sus finanzas
personales; sabíamos, por su forma de ser, que nunca contraía deudas, pues
lo que adquiría era porque antes ya contaba con los recursos necesarios
para hacerlo.
El
notario solemnemente inició la ceremonia:
Han sido convocados todos ustedes a solicitud expresa de su difunto padre,
y están aquí sin faltar ninguno de los que quería, deseo advertirles que
su última voluntad es que respeten profundamente su testamento, y si
tienen alguna reclamación, porque alguno de ustedes se sienta injustamente
tratado, deberán hacerlo personalmente ante él, cuando les toque
alcanzarlo en el más allá el notario agregó -: Yo sólo les transmito
textualmente los deseos del difunto -pensé en ese momento que papá mantuvo
el buen humor aun después de muerto-. El abogado continuó:
"En primer lugar, deseo heredar todo lo que poseo al ser que me acompañó
durante toda mi vida, que compartió alegrías, esperanzas y frustraciones,
a quien tejió para mí, con su ternura, un manto de amor, con el cual pude
cubrir mis heridas; a ti, mujer -se refería a mamá-, te dejo todos los
bienes, hubiera deseado que fueran más, pues no habría fortuna en el mundo
para darte las gracias por lo que me diste. Si volviera a vivir, haría lo
mismo, amarte, e imaginaría mil formas más para demostrártelo."
"A
mis amigos les dejo mis libros; ellos fueron sus principales
protagonistas, fueron mis maestros, compañeros y luchadores de sueños. Es
con ustedes con quienes tengo la deuda más hermosa, la expresión más pura
del amor: la amistad. Ustedes se identificarán en cada página de mis
obras; hagan una rifa democrática, y sin importar qué les toque, estén
ciertos de que en cada una de mis obras va un trozo de mi ser. "
"Finalmente, a mis hijos, a quienes dejé al último por la noticia que les
daré: Hijos míos ¡me lo gasté todo! Mi única herencia es el recuerdo que
les pude dejar; cada momento que disfruté con ustedes. Les confieso que
ustedes fueron mi mayor tesoro, son ustedes la única herencia real que
dejo al mundo; sé que seguiré viviendo a través de cada uno de ustedes; su
existir debe ser digno. Recuerden que nadie puede ser feliz si no vive de
acuerdo con sus convicciones; escuchen a su maestro interior, su
conciencia les dirá siempre si están actuando correctamente. Cuando su
actuar sea coherente con su interior, el mundo girará alrededor de
ustedes. Sean siempre sencillos, y nunca dejen de admirarse ante la
grandeza de la creación. El misterio nos rodea al contemplar el milagro de
un amanecer o el vuelo de una mariposa. Velen y protejan a su madre, no
olviden que en su vientre fueron forjados y que sus cuidados y ternura
fueron su alimento diario; jamás les abandonó y nunca puso condiciones
para amarlos. Cuando ella muera, despídanla con una sonrisa de
agradecimiento y tengan la certeza de que finalmente estará junto a mí.
Nunca olviden que, además de proteger a los suyos y de proveerles la mejor
vida, deben servir a un ideal, lo único digno por lo que deben vivir.
Tengan presente que ustedes deben sumarse a la grandeza de la creación,
crezcan, aprendan y sobre todo, luchen por erradicar la miseria y el
abandono de tantos niños que viven en la más aberrante marginación. A
ustedes, en suerte, les tocó un mundo con más posibilidades, en cambio,
ellos, nacieron en el olvido. Levántense como paladines ante la
injusticia, nunca mientan y vivan éticamente buscando siempre el bien.
Disfruten lo que Dios les concede día a día y amen la belleza como un don
que diariamente se les entrega. Ofrézcanme una sonrisa cada vez que me
recuerden, porque como padre, en cualquier lugar que me encuentre, será el
motivo más profundo que me hará feliz."
El
silencio se hizo total en la reunión, cada uno tratando de asimilar la
última voluntad de papá. De pronto, mamá sonrió dándonos una señal de
complicidad. Para demostrarle que su mensaje lo habíamos recibido con
amor, nos miramos unos a otros y le ofrecimos
lo que
él nos había pedido: UNA SONRISA.
Enviado por :
Ramiro |