REFLEXIONES

LO MÁS IMPORTANTE DE MI VIDA

 

En cierta ocasión, durante una charla que di ante un

grupo de abogados, me hicieron esta pregunta: "¿Qué

es lo más importante que ha hecho en su vida?"

La respuesta me vino a la mente en el acto, pero no

fue la que di, porque las circunstancias no eran las

apropiadas. En mi calidad de Abogado de la industria

del espectáculo, sabía que los asistentes deseaban

escuchar anécdotas sobre mi trabajo con las celebridades.

Pero, he aquí la verdadera, la que surgió de lo más

recóndito de mis recuerdos.

Lo más importante que he hecho en la vida, tuvo

lugar el 8 de Octubre de 1990. Comencé el día

jugando golf con un ex-condiscípulo y amigo mío al

que no había visto en mucho tiempo. Entre jugada y

jugada, conversamos acerca de lo que estaba pasando en la vida de cada

cual.

Me contó que su esposa y él acababan de tener un

bebé. Mientras jugábamos, llegó el padre de mi

amigo, que consternado, le dijo que su bebé había

dejado de respirar y lo habían llevado de urgencia

al hospital. En un instante, mi amigo subió al auto

de su padre y se marchó.

Por un momento me quedé donde estaba, sin acertar a

moverme, pero luego traté de pensar qué debía hacer:

Seguir a mi amigo al hospital? Mi presencia allí,

me dije, no iba a servir de nada, pues la criatura

seguramente estará al cuidado de médicos y

enfermeras, y nada de lo que yo hiciera o dijera iba

a cambiar las cosas.

Brindarle mi apoyo moral? Eso, quizás, pero tanto

él como su esposa provenían de familias numerosas,

sin duda estarán rodeados de parientes, que les

ofrecerán consuelo y el apoyo necesario, pasara lo

que pasara.

Lo único que haría será estorbar. Así, decidí

reunirme con ellos e ir más tarde a ver a mi amigo.

Al poner en marcha el auto que había rentado, me

percaté que mi amigo había dejado su camioneta, con

las llaves puestas, estacionada junto a las canchas.

Decidí pues, cerrar el auto e ir al hospital a

entregarle las llaves.

Como supuse, la sala de espera estaba llena de

familiares que trataban de consolarlos. Entré sin

hacer ruido y me quedé junto a la puerta, tratando

de decidir qué hacer. No tardó en presentarse un

médico, que se acerca a la pareja y, en voz baja

les comunica que su bebé había fallecido.

Durante lo que pareció una eternidad, estuvieron

abrazados, llorando, mientras todos los demás los

rodeamos en medio del silencio y el dolor.

El médico les preguntó si deseaban estar unos

momentos con su hijo. Mi amigo y su esposa se

pusieron de pie, y caminaron resignadamente hacia

la puerta.

Al verme allí, en un rincón, la madre se acercó, me

abrazó y comenzó a llorar. También mi amigo se

refugió en mis brazos.

Gracias por estar aquí, me dijo".

Durante el resto de la mañana, permanecí sentado en

la sala de urgencias del hospital, viendo a mi amigo

y a su esposa sostener en brazos a su bebé y

despedirse de él.

Eso, es lo más importante que he hecho en mi vida.

Aquella experiencia me dejó tres enseñanzas:

Primera:

Lo más importante que he hecho en la vida, ocurrió

cuando no había absolutamente nada que yo pudiera

hacer. Nada de lo que aprendí en la universidad,

ni en los seis años que llevaba ejerciendo mi

profesión, ni todo lo racional que fui para

analizar mis alternativas, me sirvió en tales

circunstancias. A dos personas les sobrevino una

desgracia, y yo era impotente para remediarla. Lo

único que pude hacer fue acompañarlos y esperar el

desenlace. Pero estar allí en esos momentos, en

que alguien me necesitaba, era lo principal.

Segunda:

Estoy convencido, que lo más importante que he

hecho en mi vida, estuvo a punto de no ocurrir,

debido a las cosas que aprendí en la universidad,

al concepto inculcado de ser racional, así como

en mi vida profesional. Al aprender a pensar,

casi me olvidé de sentir. Hoy, no tengo duda

alguna que debí haber subido al coche sin titubear,

y seguir a mi amigo al hospital.

Tercera:

Aprendí que la vida puede cambiar en un instante.

Intelectualmente, todos sabemos esto, pero creemos

que las desdichas les pasan a otros.

Así pues, hacemos planes y concebimos nuestro

futuro como algo tan real, que pareciera que va a

ocurrir. Pero, al ubicarnos en el mañana, dejamos

de advertir todos los presentes que pasan junto a

nosotros, y olvidamos que perder el empleo, sufrir

una enfermedad grave o un accidente, toparse con un

conductor ebrio y miles de cosas más, pueden

alterar ese futuro en un abrir y cerrar de ojos.

En ocasiones, a uno le hace falta vivir una

tragedia, para volver a poner las cosas en

perspectiva.

Desde aquel día, busqué un equilibrio entre el

trabajo y la vida; aprendí que ningún empleo, por

gratificante que sea, compensa perderse unas

vacaciones, romper con la pareja o pasar un día

festivo lejos de la familia.

Y aprendí que lo más importante en la vida, no es

ganar dinero, ni ascender en la escala social, ni

recibir honores... Lo más importante en la vida,

es el tiempo que dedicamos a cultivar una amistad.

Lo más importante de hoy? Compartir esto con mis amigos...