El camino no tomado
Dos caminos se
abrieron en un bosque amarillo,
y lamentando no poder tomar ambos,
al tener que decidir por uno,
permanecí mirando uno de ellos
hasta que se perdía en la maleza.
Luego me
dirigí al otro, también posible.
Éste era tal vez más tentador,
con pasto verde y poco transitado.
Sin embargo hasta ese lugar
los dos estaban gastados de igual manera.
Y ahí estaban
ambos aquella mañana,
cubiertos de hojas que no se volverán a pisar.
Dejé el
primero para otro día,
pero, sabiendo que un camino lleva a otro,
dudé que pudiera volver a tomarlo.
Siempre diré
esto con un suspiro.
En algún lugar, hace mucho mucho tiempo:
dos caminos se abrieron en un bosque, y yo...
tomé el menos transitado,
y eso marcó la diferencia.