El lunes 3 de abril de 1905, cinco jóvenes entusiastas se reunieron en la casa de uno de ellos con el firme propósito de fundar un club de fútbol, deporte que por aquellos tiempos gozaba de una creciente popularidad por un lado y de un profundo desprecio por parte de los sectores más aristocráticos. El dueño del lugar del encuentro - o, por mejor decirlo, sus padres - era Esteban Baglietto y los cuatro invitados, Alfredo Scarpatti, Santiago Sana y los hermanos Juan y Teodoro Farenga. Como las discusiones acerca del proyecto iban en aumento, los progenitores de Baglietto literalmente echaron de la casa a los chicos, quienes siguieron sus deliberaciones en la hoy histórica para los boquenses Plaza Solís. Allí, sobre un banco de ese predio verde comprendido por las calles Olavarría, Suárez, Caboto, y Ministro Brin, nacía la hasta nuestros días más popular institución deportiva de la Argentina.

 

 

Origen del Nombre

 

Entre los tantos intercambios de opiniones, el nombre del club fue uno de los que más acaloramientos generó. Después de pasar por decenas de variantes, uno de los fundadores tuvo la idea más acertada que, como generalmente ocurre, está ligada a la simpleza. Así fue como el nombre del barrio fue aceptado sin mayores dilataciones, a no ser una salvedad hecha por el joven Sana. Como la Boca por aquellos tiempos no gozaba del mejor concepto por parte de otras zonas porteñas, propuso agregarle "Juniors", para darle de ese modo un toque inglés que le aportara algo más de prestigio a la denominación. Un tema fundamental como era el del nombre estaba resuelto: el glorioso Club Atlético Boca Juniors comenzaba a escribir su magnífica historia bajo la presidencia de Esteban Baglietto, de tan sólo 17 años de edad.

 

 

Origen de los Colores

 

Si bien las crónicas de la época no resultan todo lo exactas que pudiera pretenderse, está claramente asentado que la primera camiseta que utilizó el club para enfrentar un partido barrial fue de color rosa, convirtiéndose en estreno y despedida como consecuencia de las cargadas de los rivales. El segundo diseño de casaca resultó a finísimas rayas verticales blancas y azules, pero tampoco hubo consenso. Finalmente, cuando los fundadores del club se encontraban una tarde a orillas del Riachuelo, vieron atracar un barco escandinavo (en esa época Suecia y Noruega eran un sólo país) de cuya bandera tomaron el azul y amarillo, que quedaron definitivamente instaurados como los colores oficiales del club. En cuanto a la camiseta, se resolvió que el fondo fuera azul con una banda en diagonal amarilla. Pero al haber sido cosida en forma particular, algunos lo hicieron de derecha a izquierda y otros en sentido contrario. Para evitar confusiones, se optó por la franja horizontal que perdura desde entonces.

 

 

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