TIENE 13 AÑOS Y 12 KILOS Y, ADEMÁS, IOMA LO IGNORA
Extraído de Diario Hoy ( http://www.diariohoy.net )
Nació con una parálisis cerebral que lo incapacita totalmente. Tiene un severo cuadro de desnutrición que pone en riesgo su vida. Su estado no sensibilizó a las autoridades del IOMA, que le quitaron el alimento y los pañales. Su familia es humilde y lanzó un desesperado pedido de ayuda
Cristian Rossi cumplió trece años el 15 de diciembre último y sufre un cuadro de desnutrición severa que complica su sobrevida. Desde que nació padece una parálisis cerebral que lo somete a una incapacidad del 100 por ciento. Las dificultades físicas para alimentarse, sumado a las carencias de su familia y la desaprensión de los organismos oficiales que debieran contenerlo, llevaron su situación al extremo: actualmente pesa solo doce kilogramos.
El panorama para Mónica Beluccio, la madre del niño, terminó de complicarse el año pasado cuando el Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA) le retiró una ayuda esencial para Cristian: el suplemento dietario Ensure Plus, una leche fortalecida con vitaminas, los pañales para personas de más de 15 kilos, y varios medicamentos.
El argumento de la obra social, a la cual Cristian accedió por su pensión como discapacitado, es difuso y sin demasiado sustento. "Cuestiones presupuestarias" fue el alegato con el que se cerró el expediente. Detrás de los papeles quedó el niño y su situación desesperante.
Desde la supresión de esa cobertura la situación financiera de la familia se desbarrancó. El único ingreso es el de los 110 pesos de la pensión que recibe el niño y la ayuda solidaria que puedan aportar los vecinos. Las cuentas desde entonces no cierran: cada tarro de leche cuesta 30 pesos, y con los pañales el nivel de gastos supera los 300 pesos. Un paquete de 20 unidades tiene un costo de 18 pesos y Cristian necesita cuatro por día. La vivienda es muy humilde, concentra el calor en el verano, entra el agua cuando llueve y es difícil de calefaccionar en invierno. Está enclavada en un barrio de clase media, justo en el límite entre Villa Elvira y Altos de San Lorenzo.
El Hospital de Niños "Sor María Ludovica" y la delegación de Villa Elvira son los únicos espacios de contención que recibió Cristian. En el centro asistencial lo proveen de todos los medicamentos que el IOMA dejó de entregarle.
Allí lo atiende una neuróloga y una nutricionista, y la semana próxima le realizarán un estudio para determinar las razones que le impiden digerir correctamente los alimentos. El niño solo puede comer alimentos licuados y papilla, pero incluso con ellos tiene problemas para deglutir.
La delegación organizó una campaña solidaria y se puso al frente de las gestiones ante el IOMA para que le restituya la cobertura, y la Municipalidad, para que Mónica sea incorporada a la lista de beneficiarios del plan. En un dura nota remitida esta semana a la obra social se informa que el Ensure Plus puede ser reemplazado por leche Nido Crecimiento.
Quienes estén en condiciones de colaborar con alimentos, leche, pañales y materiales para mejorar la vivienda, como chapas y ladrillos, pueden concurrir a la delegación (82 entre 7 y 8) o comunicarse al 457-7876 o 452-4273, donde la madre del pequeño atenderá los llamados entre las 10 y las 12.
Cristian vive acostado en su habitación o sentado en su silla de ruedas. Hace tiempo dejó de concurrir a un centro de rehabilitación luego de que su madre se llevara un gran susto. "Estaba comiendo y aspiró el alimento, lo cual terminó con un paro respiratorio que casi lo mata" recuerda Mónica. Pese a su discapacidad Cristian no deja de emitir señales de vida que motivan a su madre y hermanos a seguir luchando. Responde a los estímulos, intenta comunicarse y no para de sonreír cuando Ezequiel, su hermano más pequeño, hace para él algunas de sus "monerías".
Lanzan campaña solidaria
La familia de Mónica Beluccio forma parte del inmenso universo de excluidos en la Argentina de hoy. La mujer está sola a cargo de sus cinco hijos, no tiene trabajo, y cuenta como único ingreso con los 110 pesos de la pensión de Cristian, su hijo discapacitado.
Solo deposita la esperanza en la ayuda solidaria y en su hija mayor que acaba de terminar los estudios secundarios y está en busca de un trabajo con el cual ayudar al sostenimiento de la casa. En medio de ese panorama, Mónica y su familia, apenas pueden sobrevivir.
Además de Cristian, en la pequeña casa de madera y chapa viven Elizabeth de 20 años, Mónica de 18, Sabrina de 15 y Ezequiel de 4 años.
La mujer ni siquiera tuvo la chance de ser beneficiada con los 150 pesos de un plan jefe de hogar. Cuestiones tan burocráticas y triviales, como un error en el número de CUIL, la hundieron aún más en la marginación.
El delegado de Villa Elvira, Marcelo Kneipp, se contactó con la familia luego de que el caso trascendiera en una cadena de musical tropical de la zona. Inmediatamente se organizó una campaña solidaria para ayudar al niño.
La delegación puso a disposición una oficina en las dependencias de 82 entre 7 y 8, y dos líneas telefónicas (457-7876 y 452-4273), para que la propia madre pueda recibir los llamados solidarios.
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