TRES AÑOS DESPUÉS

Capitulo 18: "Después de la calamidad"

Hermione se despertó un poco confundida, trataba de reconocer el lugar que estaba, pero estaba bastante adormilada tanto de los sentidos como de la memoria. Se incorporó en la cama lentamente tratando de despejarse y sacudiendo la cabeza, haciendo que sus rizos enmarañados por el sueño intranquilo se movieran al compás. Se frotó los ojos y salió del cuarto que hacía pocos minutos dormía en una cama de sábanas blancas y colcha roja.

Se encontró con Ginny e inmediatamente los recuerdos se vinieron a su mente con un remolino que la sacudió física y mentalmente.

-¿Cómo te sientes?- preguntó amablemente Ginny, que recordaba el estado en que se había dormido su amiga hacía un día.

-No se si mejor o peor- dijo abatida Hermione sentándose, en el borde de un sillón pequeño que estaba cerca de ella, para recuperarse del mareo que le sobrevino.

-Herm, no te preocupes, todo se va a solucionar- dijo abrazándola al ver que las lágrimas se asomaban en sus ojos.

-¿Cómo... como está... Richard?- dijo entrecortadamente

-Ayer en la noche nos avisaron que salió del peligro, aunque aún esta en observación.

-¿Ayer?.. pero yo... me fui y no sabían si... sobreviviría.

-Si, pero has dormido un día entero- dijo con una sonrisa maternal, era casi la misma que ponía su madre cuando veía a Harry.

-Siento que la fuerzas se me van, no creo que haya dormido tanto.

-Es normal Herm, lo que pasaste no fue algo pequeño.

-¿Y Harry... cómo está?

-Mucho mejor, creo que saldrá hoy; aunque no les gusta mucho la idea a los médicos, pero tu mas que nadie conoces lo poco que le gustan a Harry los hospitales.

-Si.. lo sé.

-Podríamos ir por el en la tarde, ¿Qué te parece Herm?

-Si, necesito hablar con el.

-Vamos a desayunar!!- dijo Ginny con la mejor de sus sonrisas, aunque sabía que a Hermione no le gustaría mucho lo que le contaría Harry.

Las dos fueron a la cocina, Hermione solo se sentó en la barra y observó como Ginny cocinaba con habilidad mágicamente el desayuno.

Ginny se sentía nerviosa, pues Hermione estaba observándola y por todo lo que había pasado con ella desde que su hermano... y lo que tenía pasar ahora, pues si se decía que conocía un poco a Malfoy, sabía que este no iba tener una buena reacción con ella; aunándole que la prensa había hecho grandes desplegaos sobre lo que había acontecido, la vida del Malfoy, la de ella y pues todo lo que el accidente había provocado.

Ginny termino de hacer el desayuno, le sirvió y se sentó con una taza de café para su amiga y para ella, ahogándose las dos en sus reflexiones y temores.

Hermione temía principalmente a la reacción de Draco, pues si Marie había visto todo y no había sido del todo compresiva, no esperaba como reaccionara el, que seguramente se había enterado de lo que hacía en su casa y podría malinterpretar todo lo que hizo.

Terminaron el desayuno en el mismo silencio pesado y el ambiente tenso con el que habían empezado. Ginny se atrevió a derrumbarlo diciendo:

-¿Nos arreglamos para ir al hospital, o prefieres quedarte un rato mas?

-Me arreglo un poco mejor- Herm * tenía que saber que había pasado después de que se fue y como se encontraba Richard, aunque el encontrarse a Draco la ponía nerviosa, no sabía que le iba a decir o que le diría el*-Solo que te tengo que pedir un favor muy grande.

-Lo que quieras Herm- dijo un mas tranquila Ginny

-¿Me prestas ropa y me dejas asearme por favor?

-Desde luego no faltaba mas- dijo entrando a se cuarto y buscando un poco de ropa para Hermione.

-¿Vive aquí Harry?- viendo como unas camisas de hombre sobresalían del closet.

-Pues...si-dijo Ginny bastante roja por la vergüenza, venía de una familia de tradiciones y sabía como pensaban la mayoría de su relación con Harry.

-Me alegro, se habían tardado demasiado- dijo sonriendo, aunque su sonrisa no reflejaba la vitalidad y alegría que la caracterizaba.

Hermione tomó la falda negra y la blusa blanca que le tendía su amiga junto con unas botas negras no muy altas, era una suerte que Ginny y ella se parecieran en cuerpo y complexión, porque fuera de eso eran totalmente diferentes.

Se metió a la ducha, que si bien el baño no era grande le entraba mucha luz y estaba decorado en un azul tenue muy al estilo de su amiga. Dejó que el agua caliente recorriera su cuerpo, como queriendo que el frío se disipara, pero tenía la certeza que el su frío no venía del clima sino de sus propias preocupaciones y remordimientos.

Se vistió y salió rápidamente del baño, vio como Ginny la estaba esperando en la  sala sentada con una expresión abstraída y vaga, que denotaba la preocupación por lo que pasaba.

-Estoy lista-dijo Hermione tocando el hombro de su amiga que reaccionó saltando un poco de su lugar.

-Bien, salgamos- dijo incorporándose del sillón.

-Por cierto, ¿Usaremos tu coche o el método mágico?

-Mmm, creo que el método mágico sería mejor.

-¿Aparecernos?, hace mucho que no hago eso- dijo Hermione con cara no muy optimista.

-Lo que bien se aprende nunca se olvida Herm, eso me lo enseñaste tu.

-Tienes razón- dijo aún sin estar muy convencida.

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-Marie, ve a casa por favor. Izette  te llevará- dijo un cansado Draco

-Pero papá, yo quiero estar con Richard.

-Marie me ayudas mas si se que estas en casa, aparte mas tarde podrías venir, ya que te hayas aseado  y dormido un buen rato, lo necesitas.

-Mira quien lo dice, el que lo necesita eres tú.

-Por primera vez en tu vida obedéceme sin replicar, por favor- dijo Draco tallándose los ojos enrojecidos por la falta de sueño y las lágrimas.

-Esta bien, pero ¿Irás por mi más tarde?

-Lo prometo- dijo Draco recargándose mas en la silla.

-Por cierto ¿Quién es Izette?

-La secretaria de Lidia.

-¿Ehh?

-Ahí viene- dijo Draco y Marie volteo a ver una muchacha bajita de poca edad con rasgos comunes, pero una sonrisa amplia, sincera y amigable.

-Izette ella es mi hija, por favor llévatela a la casa.

-Si claro Draco, no te preocupes por nada- dijo sonriendo aún más.

-Gracias, ¿Cómo esta la oficina?

-Funcionando como siempre, ocúpate de tus hijos primero.

-Esta bien- dijo Draco tratando de sonreír, pero no le salió mas que un pequeño movimiento en sus labios.

Draco vio como se alejaban Izette y Marie, tenía tiempo de conocer a Izette era mas que una empleada, siempre estaba disponible para hablar con todos y prestar ayuda, la iba poner de su secretaria pero primero quería que aprendiera bien con Lidia que debía de hacer. De hecho la había tenido como su amiga y confidente tiempo atrás, pero la llegada de Hermione trastornó su viada en todos los sentidos en que lo pudiera ver.

Le dolía que su hijo estuviera en el hospital, pero mas le dolía la forma en que Hermione intentó conseguir la esencia. Se sentía usado y dominado por una mujer que no había dudado en usar su encanto y los sentimientos de el para lograr su objetivo. Nunca le debió de creer, pero era tanta la necesidad que tenía de afecto que se logró seducir un por una cara bella y un cuerpo perfumado, unas palabras lanzadas al viento y la pasión desenfrenada.

No sabía si era ese su castigo por el dolor que una vez el le causo a ella, pero si lo era estaba siendo muy efectivo. Se sorprendía de si mismo por no haber visto la intención de ella antes, el que se jactaba de ser desconfiado y de nunca caer en los enredos de una falda y cara bonita.

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Hermione y Ginny aparecieron enfrente del cuarto de Harry, tocaron suavemente la puerta y la voz cansada de Harry les contestó:

-Pase.

-Hola amor- dijo Ginny inclinándose a la cama en que estaba acostado Harry para darle un beso.

-Hola-dijo dándole otro beso antes de que se enderezara -Herm me alegra verte mejor.

-Hola Harry , ¿Cómo estas?

-Ya mejor, creo.

-¿Si vas a salir hoy? – dijo Hermione riendo un poco. 

-Si, a fuerzas ya no aguanto un minuto mas aquí. No es que me queje del servicio, es que extraño mi casa- Dijo sonriéndole a Ginny de forma pícara.

-Bueno, necesito ver si te dejan salir y talvez firmar los papeles- Dijo Ginny caminando a la puerta- en un momento vengo.

-Oblígalos si no me quieren dejar salir.

-Vamos a ver- dijo saliendo del cuarto.

-Harry, se que no es el mejor momento...- dijo empezando titubeante Hermione- pero quiero saber que pasó después de...

-No, es un buen momento, antes de que se de la versión falsa.

-¿Hay una versión falsa?

-Si claro, no podemos decir que el hijo de Draco tiene la esencia de Voldemort y que este volvió desde... donde haya estado en forma de espíritu y que no se le podía atacar.

-Tienes razón.

-No quiero abrumarte con los detalles, que si he de ser sincero, ni siquiera tengo el vívido recuerdo.

-Sabes que no quiero exactitud, solo quiero saber que pasó. No recuerdo nada casi.

-Es lo mejor que te podría pasar- vio como la cara de Hermione tenía una expresión que no lo dejaría hasta que no supiese la verdad- pero si insistes en saberlo...

Harry empezó contándole la pelea que habían tenido Draco cuando lo encontró registrando la mansión y que llegaron cuando la esencia ya había sido puesta en el niño por ella bajo el hechizo de imperius.

-Pero ¿Qué pasó después?

-Bueno con la suerte que el cosmos le ha dado al niño que vivió Voldemort regresó de donde había venido- dijo con sorna Harry.

-¿Qué quieres decir?

-Pues... solo a ti te confesaré la verdad... -  Dijo Harry titubeando.

-Sabes que no diré nada que no se de en la versión que darás.

-... Ya sabía que la muerte estaba cerca... así que recordé a mi madre... y por así decirlo le pedí ayuda...es algo increíble.

-¿Qué pasó?

-Pues mi madre acudió a mi llamado y me ayudó, creo que aún esta pendiente de mí.

-Harry es un lazo indestructible, es tu madre nunca te negaría la ayuda, menos por lo que hizo- dijo Hermione acariciándole el pelo.

-Herm, ya no te tortures con lo que pasó, no es culpa tuya.

-Creo que de nada sirve que me lo digas cuando los demás y yo misma si lo considero.

-El niño no tendrá daños salvo la pérdida de sangre y tal vez unos que otros poderes demás.

-Si, pero eso no me quita la responsabilidad... ni el odio que me tendrá...- en ese momento entró Ginny y se aproximo a donde estaban ellos.

-Hoy te dejan salir.

-Que bien.

-Pero primero te tendrán que inspeccionar y darte recomendaciones.

-Hay no, ¿Qué no se puede evitar?

-No- dijo Ginny riéndose de la actitud de Harry.

-Oigan los dejaré para que te revisen y te alistes, ¿Los veo en la cafetería o ...? 

-En la cafetería está bien- dijo Ginny

Hermione abrió la puerta y vio como una enfermera robusta de tez sonrosada con aspecto bonachón se acercaba a la cama donde descansaba Harry. Hermione salió riéndose de el cuarto, aunque su risa fue rápidamente eclipsada por el recuerdo de lo que había hablado con Harry hacía unos instantes.

Como autómata caminó entre los pasillos blancos con una franja azul, pasando por todas las diferentes áreas que este tenía sin prestarles la mas mínima atención e incluso golpeando a unas cuantas personas que se atravesaban en su caminata y molestas al no tener una respuesta de ella se giraban indignadas sin dirigirle la palabra.

Llegó así casi sin darse cuenta de donde caminaba a la cafetería, amplía, llenas de mesa con el servicio para prepararse uno mismo el café y como una vendedora que ofrecía algunos bocadillos.

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Draco fue sacado de sus pensamientos por el médico que recién salía del cuarto de su hijo, se acercó para preguntarle el estado de Richard, pero el médico anticipándose le dijo:

-El se encuentra bien, a pesar de que perdió mucha sangre, pero no se preocupe en unos cuantos días lo tendrá de nuevo en su casa.

Draco sonrió francamente, como no lo había hecho durante estos días de tensión y sufrimiento. No sabía que decirle al médico, si gracias, porque, cuando podré estar con el...

-Debe descansar señor Malfoy, sino estará usted aquí de inquilino. Tómese un café, como y tranquilice sus nervios, por ahora estará una enfermera al cuidado de su hijo.

-Yo... gracias...ahora vengo.

El médico se retiro con paso calmado, reflejando la certeza de que Richard estaría mejor muy pronto. Draco decidió hacerle caso y se encaminó a la cafetería, tenía que descasar quería quedarse con su hijo toda la noche y tendría que estar mas calmado para hacerlo.

Con paso rápido como era su costumbre cuando su humor era bueno se dirigió a la cafetería, con el simple anuncio del doctor sus ánimos había vuelto a subir, aunque también lo seguía atormentado su torpeza y la mentira que le había hecho Hermione. Pero ya no quería pensar en ella, la iba dejar como asunto olvidado, nunca más tendría y querría verla, suficiente daño había hecho ya.

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Hermione estaba parada en el medio del pasillo sin reaccionar, solo pensando en todo lo que había pasado desde su llegada y lo que habría de pasar el día que se encontrara con Draco, lo que le diría y como el iba reaccionar.

Su mente era un cúmulo de dudas sin respuesta y laberintos sin salida que no le permitía ver que la vendedora hacía tiempo que le dejaba de preguntar que se le ofrecía y que la miraba como una loca salida del corredor de Psiquiatría. Otro que detalle que su mente confundida no veía era que un hombre se acercaba a paso rápido, el también sin notar la presencia de esta en el corredor.

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Draco iba demasiado ensimismado para ver por donde iba, pero como pudo llego a la cafetería que no se digno ni siquiera a mirar por ir ideando formas de  ver mas Hermione, aunque también quería tener una conversación con ella para descargar toda su furia y ver su reacción, justo como lo hacía en Hogwarts cuando la veía en un pasillo, pero para eso esperaría hasta que tuviera un buen  argumento que decirle y una excusa para verla.