TRES AÑOS DESPUÉS
Capitulo 8: "La cena - De compras"
Rose salió muy enojada de la oficina de Draco *Genial una entrometida en casa*, vio por el rabillo del ojo que Draco venía por lo que se tranquilizó y pensó en una excusa por la cual se salió de esa forma de la oficina.
-¿Qué pasó Rose?
-Me hablaron por teléfono.
-Sube Rose- dijo Draco que sostenía la puerta abierta de su mercedes.
Subió Draco al carro y arrancó rápidamente dejando una estela de humo.
-Te noto rara Rose, ¿Qué tienes?
-Solo preocupaciones.
-Preocupaciones tu Rose? Eso si que esta muy raro- dijo Draco en tono divertido.
-Draco voy a dar una fiesta y por obvias razones tengo de que preocuparme, o es que acaso nunca me puedo preocupar ?
-Claro que te puedes preocupar, pero en ti es raro y mas aun que sea por una fiesta de las cuales tu eres la mas experimentada y sobre todo que las disfrutas.
-En esta fiesta van personas muy importantes, no es lo mismo dar una fiesta para una importante que va hablar de negocios, que para otras que nada mas van a divertirse y convivir un rato. *Valla en que negocio me fui a meter, pero todo sea por el poder*
-Si tu lo dices-. Dijo en tono escéptico Draco.
-¡Ya llegamos!, muero de hambre-dijo Rose con el fin de cambiar la conversación pues sabía que no le convenía que Draco se inmiscuyera en su vida.
Entraron a un fino restauran Italiano, en cual los llevaron a una pequeña mesa al fondo de este. Tomaron asiento, pidieron la comida y después de un muy incomodo silencio:
-¿De donde conoces a la Señorita Granger?
-Fuimos compañeros de escuela.
-¿Cuánto años?
-Siete nos conocimos desde primer año-Dijo recordando sus años de estudiante en Hogwarts.
-Osea que se conocen desde primaria.
-Si, si- dijo Draco recordando que Rose era muggle y no sabía de la existencia de Hogwarts. Draco recordó como odiaba a los muggles y ahora por azahares del destino tenía negocios importantes con ellos.
-La verdad no me cae bien.
Eso créeme que se nota muy fácilmente. Me di perfectamente cuenta de ello con tu “amigable” saludo.
-Bueno no puedo fingir que me cae mal.
-Entonces porque la invitaste a la fiesta.
-Pues no quería parecer tan descortés.
-Rose no la juzgues antes de conocerla.
El mesero se aproximo con los platos, los sirvió y se retiro; dándole tiempo a Rose para cambiar de tema argumentando que no quería seguir discutiendo de lo mismo cuando había tantas cosas que necesitaban su atención inmediata.
Casi cuando ya estaban terminado su comida el mesero se acercó y se dirigió a Rose:
-Disculpe la interrupción Señorita, pero le hablan en la entrada.
-Puedo retirarme un minuto Draco?
-Claro no hay problema.
Rose caminó ágilmente entre las muchas mesas que había en el restaurante Y cuando por fin llegó a la entrada encontró quien menos quería ver en ese momento:
-Hola Rose.
-Hola sabes bien que Draco no te puede ver o empezaría a sospechar.
-Lo tengo presente y me cuido, pero necesito que te acuerdes de tu misión.
-Esta presente en mi cabeza diario.
-Pues no parece, te estas tardando mucho y el maestro se está debilitando cada día mas. Sabes que el depende de tu astucia para conseguir lo que necesitamos.
-Para tu información no esta en su poder, lo mas seguro es que esté escondida en se casa.
-Pero como la buscaremos.
-Ese es tu trabajo, mañana saldrá de casa y lo mas probable es que esté despejado.
-Entonces mañana iré en la noche.
-Y cuando es propio que se lleve a cabo el ritual?
-El once de este mes esta indicado en el libro, eso significa que tenemos una semana para encontrarla y de raptar al niño.
-Vete, vete ahí viene Draco-dijo empujándolo para que saliera del restaurante pues Draco se acercaba rápidamente.
-Pero no olvides solo tenemos una semana si queremos que esto salga bien.
-Rose lo siento, no me puedo quedar, se me olvidó que tengo una reunión con los accionistas.
-Si no importa Draco, te veré mañana?
-Ahí estaré Rose.
-Esta bien te esperaré con ansias.
DE COMPRAS
Draco salió de la oficina dejando a Marie y a Hermione dinero para que salieran de compras.
-Te convenciste de que es una HIPÓCRITA.
-Si créeme que de hoy en adelante confiare mas en ti.
-Hay que ir de compras para que luzcas muy bien en la Fiesta.
-Marie- dijo Hermione con una cara de espanto- mañana es la fiesta, que voy hacer?
-Por eso hoy vamos de compras y listo.
-Si pero de donde saco dinero para comprar un vestido.
-Mi papá te dejó tu sueldo y si te falta yo te haría un pequeño préstamo-Dijo maliciosamente Marie dijo mientras ponía el dinero en su bolsa.
Marie llevó a Hermione a una Tienda Departamental, que parecía que Marie conocía de pies a cabeza.
-Marie no crees que deberíamos de ir a Callejón Diagon (O diagon alley como ustedes le quieran decir).
-No creo que quieras ir con lo ultimo en moda para magos a una fiesta muggle.
-Como? Rose no es... ya sabes que?
-NO, creo que a papá se le olvidó mencionar ese pequeño detalle.
-No puedo creer que tu papá se junte con ella.
-Yo tampoco.
-No me refiero a lo que tu piensas, sino a que tu padre despreciaba a los muggles.
-Pues ahora en su mayoría tiene negocios con ellos.
-Me da gusto ver que ha cambiado.
-A mi no.
-Por que?
-Si odiara a los muggles todavía, no conocería a Rose.
-Buen punto, pero no podemos desear eso, pues todo es por algo.
-Bueno no te claves con lo mismo, mejor empecemos a ver los vestidos-dijo Marie jalándola hacía una ala de la tienda.
Fueron viendo modelos extravagantes, feos, muy formales, hasta que al final de la tienda Marie encontró lo que quería para Hermione.
-Mira este-dijo Marie tocándolo muy despacio para sentir la suave textura de la tela.
-Esta precioso.
-Pruébatelo- dijo descolgándolo del estante en que se encontraba exhibido.
Hermione obedeció la orden de Marie y cuando se lo probó descubrió que le quedaba perfecto *Talvez con un vestido como este podría llamar la atención de Draco; pero que estas diciendo Hermione se supone que lo olvidarías* *Pero que difícil es olvidar su cabello, su olor y ... sus labios*
-Hermione, te vas a quedar adentro todo el día-Dijo marien tocando la puerta del probador y sacándola de sus pensamientos.
-Voy- Hermione salió vestida con un Hermoso vestido negro asimétrico.
-Wuaw que bien te vez, creo que así vas a romper corazones.
-Entonces este vestido no lo llevaré.
-Hay no te enojes fue un simple cometario. Es mas creo le sacaras canas verdes a Rose de la envidia y coraje que te va tener.
-Creo Marie que te estas clavando mucho con ella.
-No solo que note que no te aprecia mucho y te considera rival, cosa que beneficia mucho.
-Se puede saber en que beneficia que me tenga odio y me considere su rival.
-Que al verte espectacular se enojará y eso me hará feliz.
-Creo que me estas usando para tu beneficio.
-Bueno en cierta forma si, porque lograré que Rose se enoje y mi papá no le ponga atención ni un momento por dártela entera a ti.
-Yo no quiero que eso pase Marie.
-Claro que lo quieres, eso no me lo puedes ocultar, lo veo en tus ojos.
Hermione se calló, no sabía como Marie a pesar de ser muy chica se daba cuenta de lo que pasaba y eso la apenaba.
-Tengo que decirte que nada de lo que dices es cierto-dijo Hermione tratando de cubrir algo que ni ella misma aceptaba.
-Solo te diré que no me importa que tu quieras a mi papá, la verdad me caes muy bien y quien sabes talvez dentro de unos meses te tenga de Madre.
-Marie como te atreves a decir eso.
-Hay yo digo siempre lo que pienso, bueno casi siempre.
-Pues no me gusta mucho que digas ahora lo que sientes.
-Como quieras, creo que la que no acepta las cosas eres tu. Bueno tenemos muchas cosas que hacer como para detenernos demasiado tiempo platicando.
Pagaron el vestido y Marie jaló a Hermione para que siguieran haciendo sus compras que parecían interminables.
-Ya tenemos casi todo solo que nos falta.......... ah ya se aretes y collar par que hagan la vista perfecta.
-Marie creo que con lo que hemos comprado es suficiente como para que trabaje para ti sin sueldo como unos 5 años.
-No importa para mi es como en inversión, que espero sea para corto plazo.
-Otra vez con lo mismo.
-No hay de otra, nunca me podrás callar.
Marie y Hermione salieron de la tienda cargadas con muchos paquetes de diferentes tamaños y formas.
Caminaron unas cuantas calles hasta que Marie se paró en una joyería y dijo:
-Al fin el lugar que necesitábamos.
-Creo que no es necesario.
-Claro que lo es no discutas y entra dijo Marie empujándola como podía debido al exceso de paquetes.
-Que desean-dijo amablemente el empleado de la tienda.
-Necesitamos unos aretes y un collar para ella- dijo Marie señalando a Hermione que se encontraba en la esquina mas apartada del mostrador.
-Bien han venido al lugar correcto. Acabo de recibir un juego muy bonito de oro blanco, gustan que se los muestre?
-Claro tráigalo-dijo con autoridad Marie.
El señor saco un estuche grande de una caja de seguridad lo abrió y les mosto un precioso collar con unos aretes de oro blanco con piedras preciosas (las que ustedes quieran ^^).
-Nos lo llevamos- dijo Marie extendiendo el dinero.
-Creo que no debo de permitir que lo compres.
-Hermione tómalo como un regalo, aparte no es ni la mitad de lo que gasto en ropa-dijo con una amplia sonrisa en el rostro.
Regresaron a la mansión ya tarde y Hermione estaba preocupada por Richard. Cuando llegaron lo primero que hizo fu ver a Richard, que estaba en los brazos de Draco acunado muy lentamente.
-Lo... siento por tardar.
-Si no importa se que Marie siempre se tarda, lo heredo de su madre.
-Hola Papá.
-Hola cariño, como te fue de compras?
-Muy bien-dijo sonriendo
-Bueno bajemos a cenar.
-Estoy de acuerdo contigo Hermione-dijo Draco.