Las 4 Plazas
Orígenes
: En el primer tomo del Digesto
Municipal se encuentra la Ordenanza del 11 de junio de 1889 sancionada por el
Consejo Municipal que establece:
”Art. 1º- Apruébase la traza del pueblo que va a fundar el Sr.
Nicasio Vila bajo el nombre de “Eloy Palacios” en el paraje que expresa en
el barrio de referencia.
Art. 2- El concesionario por sí y los propietarios que le sucedan en
adelante estarán obligados acatar y cumplir las ordenanzas vigentes y las que
en lo sucesivo se dictaren pues dicho pueblo formará parte integrante de este
municipio”
El expediente que corresponde a esta Ordenanza se halla archivado en el
legajo del H.C.D. año 1889 folio 273 y fue iniciado el 27 de mayo por nota
dirigida al intendente don Pedro T. de Larrechea por D. Nicasio Vila, en la cual
analiza los fundamentos y propósitos en que basa la fundación del pueblo que
proyecta bajo el nombre de “Eloy
Palacios”. De ella extraemos el párrafo que se relaciona con nuestro
estudio referente a la plaza y que expresa: “Acompaño a la presente un plano
con la traza del nuevo pueblo que deseo fundar estando en él determinadas las
calles, boulevares y plaza, dejando si es aprobado, destinado a este objeto y a
perpetuidad, el terreno que forman las referidas calles, boulevares y plaza”.
En este plano original figura la conformación primitiva de los terrenos
que hoy constituyen un conjunto de cuatro plazas independientes, como un solo
terreno formando una única plaza de perímetro rectangular extendida de Este a
Oeste desde las calles doctor Iriondo (hoy Bolivia) hasta doctor Cafferata (hoy
Perú) y, de Norte a Sur desde un pasaje entonces sin nombre (luego Obarrio y
hoy Pettinari), hasta otro pasaje también sin nombre (hoy Campos Salles).
La avenida Provincias Unidas figura partiendo desde uno y otro lado del
rectángulo de la plaza y con el nombre de avenida Vila al igual que la avenida
Mendoza, entonces avenida Gálvez, ya que ambas no estaban abiertas dentro del
terreno de la plaza sino que quedaban absorbidas dentro de él. Figura en cambio
la línea de tranways a sangre corriendo dentro de ella, siguiendo la dirección
de la avenida Mendoza (Gálvez) con la cual Vila valorizó enormemente sus
tierras. Esta línea fue posible tenderla recordando que Nicasio Vila era
entonces presidente de la “Compañía de Tranways del Oeste”.
Hacia 1891 el terreno de la plaza se cercó y cubrió con una plantación
de eucaliptus, trabajo realizado por tres vecinos del barrio que aún hoy se los
recuerda: Esteban Ferrari, Ludovico Pituelli y Don Adelo.
La plaza fue inaugurada el 13 de junio de 1892, lo mismo que la Iglesia y
la entonces escuela Municipal Nº 8 (origen de la actual Escuela Nº 91 “República
Federativa del Brasil”)
EVOLUCION: El recinto de la plaza al igual que el pueblo adquirió bién
pronto una contextura propia bajo el impulso del espíritu dinámico de su
fundador y el afán de progreso de sus tenaces vecinos; el pueblo avanzaba y la
plaza tras él. La consecuencia más evidente de este avance fue hacia 1905 las
aperturas de las avenidas Provincias Unidas y Mendoza a través de la plaza, la
cual quedó dividida en cuatro porciones o plazas gemelas.
En 1909, don Nicasio Vila, realizó un segundo remate de lotes en el cual
se anunciaba “Todo el saldo de un elegante pueblo fundado hace 20 años”. En
el plano que para ello hiciera levantar, figuran por primera vez las cuatro
plazas simétricas que nacieran de la plaza primitiva, conservando el perímetro
original de esta y ubicadas a uno y otro lado de las avenidas Mendoza y
Provincias Unidas, en cuyo centro se cruzan.
Detengámosnos un momento en la descripción de la plaza para
decir que en barrio Belgrano se hacia sentir el espíritu de los hombres de
empresa, de fecunda iniciativa, que contribuyeron tanto al progreso de Rosario a
fines del siglo anterior y comienzos del presente. Tenían la voluntad de hacer
y no vacilaban. Se aferraban a la tierra, al lugar, y
Sobresalió en este ámbito una figura singular: el presbítero Domingo
Pettinari, llegado de Europa en el mes de abril de 1910 y sobre cuya obra
nos extenderemos más adelante. Sólo citaremos ahora una anécdota que en
muchos aspectos recuerda la figura del cura luchador de los pueblos de campo,
personificado en el Don Carnilo, de la recordada película italiana.
Como el frente de la Iglesia parroquial quedaba cubierto por los grandes
eucaliptus que existían en la plaza, gestionó de las autoridades municipales
que derribaran parte de ellos. El jefe de Parques y Paseos, en una mañana de
marzo de 1918, vino a verlo por encargo del intendente y se avino sólo a
derribar una parte de los árboles. Con un hacha, el funcionario municipal, marcó
los árboles que consideraba necesario echar abajo. Muchos menos de los que el
cura le solicitaba. Luego se marchó para enviar la cuadrilla de hachadores.
Durante su ausencia, Pettinari se armó de un hacha y a su vez marcó otros
muchos árboles y así cuando llegó la cuadrilla municipal, tuvo abundante
trabajo y satisfizo, sin saberlo, los verdaderos deseos del cura.
Pero volvamos a la plaza y sus contornos; en 1911 se empedró la avenida
Mendoza y, poco después, la avenida Provincias Unidas. Ambas contaban con un
amplio cantero central de aproximadamente cinco metros de ancho, cubierto de césped,
y por la avenida Mendoza en dicho tramo central estaban ubicadas las vías,
primero del tranway tracción a sangre y, desde el 6 de diciembre de 1906, la
del tranvía eléctrico.
En el año 1925, bajo la intendencia del Dr. Emilio CardareIli, se
iniciaron en la plaza las obras de jardinería. La primera sección que se
transformó fue la del N.E., conocida entonces como “Plaza del palco” por presentar en su centro una rotonda con un
gran palco de material, elevada del suelo unos dos metros y con dos escalinatas
de ascenso opuestas, para los músicos, en sus habituales conciertos y retretas.
Los eucaliptus fueron taslados por los vecinos, quienes realizaban el trabajo a
cambio de la madera de los árboles que derribaban. La municipalidad invirtió
en las obras de modernización la suma de pesos 7.000.
La segunda plaza se remodeló bajo la intendencia del Dr. Coronado, en
1928 y es la del sector N.O., conocida como “Plaza de la Iglesia”, por hallarse frente a ella. Presenta en
su centro una fuente de forma elíptica de 6 por 12 metros, a bajo nivel de un
metro, que recoge el agua de un surtidor en forma de globo con el que termina un
decorativo templete, y a la cual se desciende por cuatro grupos de gradas
separadas por jardines. En su esquina sobre avenidas Mendoza y Provincias Unidas
se halla un fragmento del proyectado Monumento a la Bandera de la escultura Lola
Mora, representado por la “Jura de la Bandera por Be1grano”.
A la derecha se alza un esbelto mástil y es punto de reunión para la
celebración de diversas efemérides.
La tercera plaza que se modernizó fue la del sector S.E., bajo la
intendencia del Dr. Fermín Lejarza, en 1932. Es ésta la más decorativa ya que
tiene en su frente sobre Avda. Mendoza una bella rosaleda bordeando una avenida
central pavimentada que termina en el centro de la plaza en una rotonda con un
busto del Gral. San Martín sobre alto pedestal ostentando una placa con la
inscripción: “Los vecinos del Barrio Belgrano al Gran Capitán. MCML”, y
una segunda expresando “Homenaje de los escolares de Barrio Be1grano 1950”.
Se llama a esta plaza Ia “Plaza
del frontón” a causa de haberse destinado su esquina S.E. a cancha de
pelota, desapareciendo en el cambio, la cancha de basquetbol y la de bochas, que
daba sobre la Av. Prov. Unidas. allí en ése sector, a escasos metros de la
esquina formada por la Av. Prov. Unidas y el pasaje Campos Salles, existía un
pequeño Kiosco de golosinas de forma octogonal que, a partir de su inauguración,
en 1940 y hasta 1948, atendió el señor Emilio Pérez Martínez;
transfiriendoselo luego al Sr. Antonio Carollo. En abril de 1979 fue demolido,
para dar paso a las obras de la rotonda. Hoy continúa la explotación, en forma
de carrito a cargo de Roberto Tumini: conservando el primitivo nombre “Las
cuatro plazas” nacido hace exactamente 50 años (en junio de 2001 fue
cancelado el permiso municipal)
La última plaza que se restructuró fue la del ángulo S.O. en 1940, a
la cual se trasladó el busto del Gral.
Mitre que existía en la plaza Pringles y que presenta la inscripción:
”La ciudad de Rosario 25 de junio 1821-1921” y además una pequeña placa
con la leyenda-. ”Homenaje del Circulo, junio 21-1921”. Este busto se halla
en el centro y a él convergen las cuatro diagonales entre las cuales se abren
jardines donde se alzan, al igual que en las otras plazas, bellos ejemplares de
cedros, magnolias, cocoteros, laureles, palmeras, añosos pinos, araucarias,
alcanfor, palo borracho, cipreses, hallándose el todo circundando por paraísos
y acacias. Hacia la calle Bolivia se halla un conjunto completo de juegos
infantiles.
NOMBRE. La plaza dividida ya en sus
cuatro secciones fue denominada “Plaza Bartolomé Mitre” por la ordenanza
del C.D. Nº 49 del 21 de junio de 1940 que establece en su artículo 1º:
”Designase con el nombre de “Bartolomé Mitre" la plaza ubicada entre
las calles Bolivia, pasaje Obarrio, calle Perú y pasaje Campos Salles”
firmado, Enrique L. Stoisa, presidente, C.A. Aletta da Silva, secretario.
Por ordenanza Nº 311 de 1943 este conjunto de las cuatro plazas fue
designado “Parque Mitre". El último documento que a ella se refiere es
el decreto Nº 4317 del 9 de junio de 1961 que estableció “realizar los
trabajos de construcción de las veredas en todo el perímetro de la plaza
Mitre“.
ACTUALIDAD: (1963) Esta plaza, junto con la “Vicente López y Planes“
en barrio Fisherton y la “Ovidio Lagos“ en barrio “La FIorida“,
constituye hoy una hermosa trilogía de plazas nacidas en 1889. Como ellas, ha
estado predestinada a coronar las grandes urbanizaciones de ése año fecundo
que elevaron a Rosario a la categoría de gran ciudad, llevando su población
hasta los límites del municipio.
“Grande es su extensión y de
bella perspectiva en la conformación de sus cuatro plazas simétricas con
respecto a dos vitales modernas avenidas, ostentando en su recinto próceres y
alegorías nacionales, habla a la juventud de un ayer pletórico de visión,
esfuerzos e inquietudes, y proporciona al vecino de hoy un escenario múltiple
desde el que admira su barrio, viendo desfilar orgulloso, las conquistas del
progreso que le empujan“.
“EL RELOJ DE LAS 4 PLAZAS“ (“La Capital“ 23/6/88)
“Entre las numerosas e inéditas historias de este viejo y querido
barrio Belgrano "hoy traeremos al recuerdo esta nota sobre “el reloj de
las cuatro plazas“. Todos los días lo vemos, hace muchos años que pasamos
por su lado, pero nunca nos habíamos detenido a indagar desde cuándo está
alli. Quisimos saber su historia y así pudimos “averiguar“ que todo comenzó
allá por 1941, siendo intendente de la ciudad el señor Agustín Repetto. Corrían
tiempos difíciles y el desempleo hacia sentir su rigor en los hogares más
modestos; para atenuar en algo tal situación, la intendencia municipal pergeñó
un plan de obras públicas destinado a dar trabajo a un número importante de
operarios. Entre otras cosas, tal plan comprendía la remodelaci6n de diversos
parques y paseos de la ciudad y nuestro parque Mitre estaba incluido en él.
Por entonces había cobrado
notoriedad la labor del belga Luis Vertrasten (llegado a nuestro país a
principio del siglo y fallecido en 1956 a los 77 años) a quién se le ocurrió
donar a la municipalidad el reloj de la hoy plaza Bélgica en Zeballos y Colón.
Con el tiempo su generosidad se extendió hasta donar y aún fabricar los
cuerpos de casi todos los relojes públicos que se diseminaron por Rosario y la
comuna lo designó para hacerse cargo de su mantenimiento. La remodelación del
parque Mitre comprendía obras de jardinería, iluminación, nuevas veredas y la
instalación de un reloj de cuatro fases en la intersección de las avenidas
Prov. Unidas y Mendoza. Además se llevaría a cabo el traslado del busto del
general Mitre, existente en la Plaza Pringles a la que llevaba el nombre del prócer.
A las 15:00 del 17 de julio de 1943, fueron inauguradas oficialmente las obras
con la presencia de autoridades comunales, el representante del diario “La
Nación“, alumnado de las escuelas Bartolomé Mitre“, República Federativa
del Brasil, “J. Omnés“ y numeroso público.
A partir de entonces, el reloj de “las cuatro plazas“ adquirió mayor
trascendencia, ya que se constituyó en el punto de referencia de cuantos
transitan a sus tareas, rumbo a la escuela o a la cita en la plaza. (Wildemar
Roberto Bengochea)".
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Rosario
- Pcia de Santa Fe - Argentina - Sud Améérica
Ultima modificación : Lunes, 07 de Abril de 2003
Rosario , Lunes, 07 de Abril de 2003