Pasemos ahora a considerar con más
amplitud los orígenes y el desarrollo de los diversas Instituciones, que, desde
los distintos ángulos de su accionar, sirvieron para forjar la cultura de la
fe, la educación, el deporte y otras actividades propias de la comunidad.
Decíamos anteriormente que, antes de constituirse oficialmente el pueblo
“Eloy Palacios“ llegaban periódicamente a este sitio los padres
Franciscanos dependientes de la Iglesia Santa Rosa, situada en la calle Mendoza
entre Corrientes y Entre Ríos; y del oratorio “SanFrancisquito“.
Luego, al construirse la capilla en los citados terrenos, cedidos por la
Sociedad Vila Hnos., por varios años se mantiene esa situación de ausencia
temporal de párroco. Finalmente, su erección canónica del 1º de enero de
1908, hace realidad el largo anhelo de los feligreses de contar con asistencia
espiritual permanente. El primer bautismo correspondió, según el acta
correspondiente a Elba Giner, y el primer casamiento registrado fue el de
Virginia Cozzi con Bautista Veloni, realizado el 1º de febrero de 1908 y el
acta firmada por el R. P. / Rafael Bornin.
Este párroco estuvo a cargo de la capilla hasta el día 29 de mayo de
1909. Le sucede el R. P. Ramón Cerrillo, desde el 23 de junio de 1909 hasta el
25 de febrero de 1910.
El Padre Pettinari:Sobresalió en este ámbito una
figura singular, el Presbítero Domingo Pettinari, que en muchos aspectos
recuerda el cura luchador de los pueblos de campo personificado en el Don Camilo
de la recordada película. Pettinari había nacido en la localidad de Maseratti,
Italia, en cuya iglesia parroquial, el 13 de junio de 1896, ofreció su primera
misa.
En abril de 1910 llegó de Europa; su vocación era la de difundir la
doctrina cristiana entre los hombres sencillos y vino a nuestro país porque lo
habían asignado capellán en la casa de uno de los príncipes Bandini.
“Mi lugar está entre los pobres“ dijo entonces Pettinari. Así lo
demostró con su accionar en el vecindario de su barrio. Como era un sacerdote
recién llegado, vacilaba, dicho año en llevar a cabo la fiesta y procesión
de: San Antonio de Padua. Inquieto porque no se habían hecho anuncios al
respecto, unos díás antes del 13 de junio, lo visitó el vecino Inocencio
Bagnasco, quien le dijo que había de hacerse la celebración, y que si era
necesario, correrían por su cuenta todos los gastos que la misma demandara.
Esto decidió a Pettinari y la fiesta se hizo con todo brillo. Solamente
no se realizó en 1938, en ese año, el 13 de junio se celebraba en la iglesia
el funeral de cuerpo presente del activo cura, que había fallecido la noche
anterior.
Muy extensa fue la labor de Pettinari en su parroquia. Bien pronto se le
vió unirse a los vecinos en todas las gestiones tendientes a impulsar el
progreso del barrio Vila. Formó con ellos una comisión vecinal que se
caracterizó por su actividad y su espíritu de lucha que lo llevó, más de una
vez, a sostener agrias polémicas con las autoridades y los que disputaban el
barrio derechos a contar con nuevos servicios.
Los trabajos de saneamiento de distintos parajes, zanjeo y abovedamiento
de calle, arreglo de las 4 plazas y otras muchas obras contaron con la
iniciativa de Pettinari y sus compañeros de labor.
Allá por 1916 las gestiones realizadas permitieron dotar a Barrio
Belgrano de aguas
corrientes; esta mejora cayó mal en
algunos vecinos que consideraban que el agua de pozo era buena y no costaba nada
y que, en cambio, debían abonar, desde entonces, una cuota por servicio, a la
empresa de Aguas Corrientes. A esto contestó Pettinari que el servicio de aguas
corrientes, como el del alumbrado eléctrico que se había conseguido poco
antes, significaba una valorización de la propiedad y de los alquileres.
En efecto, la casas al comienzo daban una renta mensual de 10 a 20 pesos,
se comenzaron a alquilar a unos 30 pesos; ante esta evidencia recién se
consideraron beneficiados.
El campanario se levantó en 1913. Algunos feligreses criticaron al Padre
Pettinari que se echaran a vuelo las campanas sobre tierra que no fuera
bendecida, porque no se hallaban colocadas en la misma Iglesia, a lo que
respondió que él había bendecido esas tierras y que por ello estaba seguro
que nunca se caerían.
Cuatro son las campanas que existen allí, fueron fundidas en Lovaina, Bélgica.
La mayor pesa 1200 kilogramos y es de una aleación especial con cobre de gran
vibración.
“Tiene un sonido dulce que apasiona“ decía Agustín Pettinari,
sobrino de famoso párroco, quien durante largos años cuidó del campanario de
la Iglesia, a la que dedicó su cariño y su trabajo. Todos los días a las 6.30
hs., el sanido de la campana mayor llena el área de la parroquia y nos anuncia
un nuevo día; y a la hora del Angelus sus campanadas llegan a los vecinos como
una salutación de fin de jornada. en sus vibraciones va envuelta la sugestión
de la hora e invita a un sereno recogimiento.
Las cuatro campanas fueron bautizadas con los nombres de las cuatro
sociedades bases de la futura Acción Católica: San Antonio, San Luis, Hijas de
María y San José, fueron traídas desde el puerto, según relatos de antiguos
vecinos, en un carro de propiedad de Don Luraschi.
El remodelamiento del templo se inició en el año 1931, siendo párroco
Pettinari y la completó el R. P. Tito J.
Arpesella, quien añadió una magnífica casa parroquial.
Mucho más seguramente, habrá para decir sobre la labor y personalidad
del padre Pettinari; sólo añadiremos que sus restos descansan frente al altar
en la capilla del cementerio “La Piedad“ que el fundara.
Sucedió a Pettinari interinamente, por solo ocho meses, el Presbítero
Vicente Tur, natural de Mallorca, y el 17 de febrero de 1939 se hizo cargo de la
parroquia el citado Tito Arpesella, conocido y querido por todo el vecindario.
Otra figura clásica del sacerdote que administró su ministerio con sencillez y
bondad.
Situémonos nuevamente a fines del siglo pasado, junto a aquellos
inmigrantes que, negados a estas tierras atraídos por la fertilidad del suelo y
la esperanza de alcanzar logros económicos, pronto sintieron la tristeza del
desarraigo, problemas como la soledad del inmenso medio ambiente, la precariedad
de elementos de labranzas y de uso doméstico y la lejanía del centro poblado
de Rosario.
Ello dió motivo para que, a partir de la presencia de esos
inconvenientes, los primeros ocupantes de esta área, comenzaran a reunirse los
fines de semana para compartir anhelos y nostalgias: El buen vino de quinta
animaba el espíritu y todo finalizaba con la entonación a coro de “El
Mazzolin dei fiori“ o “La mamma de Rossina“ que servía para mantenerlos
unidos en el recuerdo y el cariño de la lejana Italia.
“Las reuniones sociales se realizaban en casas de vecinos, destacándose
las realizadas en la casa del Señor Ludovico Pituelli. La amplitud de estas
casas pronto resultaron insuficientes dado el incremento nacido del espíritu
renovador de aquella juventud.
Por ese entonces ya existía una agrupación orquestal formada por
vecinos del pueblo, denominada “Banda
20 de septiembre“, integrada por los Señores José Bearzotti, Juan
Pettiti, Hilario Grande, Pedro Pituelli, Humberto Bergonzoni, Juan Carnevale,
Augusto Rossi, Emilio Montalbetti, Santiago Bearzotti, Abel Bearzotti, Celeste
Bertoli, Pedro Ballerini, Pedro Cis, Francisco Torti, Juan Bertoli y Pascual
Altomonte, bajo la dirección del maestro Oreste Biaggini, todos entusiastas de
la creación de un centro social“.
“Era lo que necesitaba el pueblo; así lo comprendieron todos, un
centro social no sólo daría categoría al mismo, sino la oportunidad a los
vecinos para conocer las inquietudes de cada uno, propias del trabajo, que
fueran discutidas con miras a la solución por todos. La delicadísima tarea fue
encomendada a los Sres. José Bearzotti, Augusto Gonzolí y Ludovico Pituelli,
quienes proyectaron la creación de un centro social. En la reunión general de
vecinos, su constitución quedó aprobada, quedando así constituída la Sociedad Cosmopolita Filantrópica y Recreativa, el día 16 de abril de
1905.
“La primera Comisión Directiva, surgida de esa primera Asamblea, quedó
así constituída: Presidente José Bearzotti, vicepresidente Juan B. Casella,
secretario Juan Maurel, pro-secretario Pedro Ballerini, tesorero Augusto
Gonzolin, protesorero Valentin Franzetti, vocales titulares Ludovico Pituelli,
Inocencio Bagnasco, Santiago Cis, Irineo Tadía, Miguel Graviotto, Luis
Sanguinetti, Juan Battellini y Luis Bernardinelli, vocales suplentes: Antonio
Antoniale, Juan Delle Vedova, Juan Anganova y Juán Valvasoni. Comisión
Honoraria: Sr. Nicasio Vila, Dr. Nestor Fernandez y Sr. Justo Arocena.
La Sociedad estaba definitivamente constituída y sus dirigentes debían
abocarse de inmediato a satisfacer la más cara aspiración de sus asociados y
vecinos en general: construir el local propio. Con ese mismo fin, se constituyó
la primera Comisión de Damas: presidente Srta. María Cis, Secretario Srta.
Adela Pituelli, tesorera Srta. Rosa Ballerini, vocales: Srtas. Teresa Pettiti,
Carmen Tomellini, Florinda Altomonte, Teresa Torti, María Franzetti, María
Fuertes, Agustina Bergonzoni, Josefa Ortiz, Catalina Rossi, María Gonzolín,
Hubertina Weber, Catalina Maiocco y Teresa Grande.
El éxito de las reuniones sociales
organizadas por ambas comisiones, sobrepasaron los cálculos previstos. Como no
se contaba con local propio, éstas se realizaban altemativamente en la sala del
Colegio Provincial ubicado sobre la antigua plaza y en la casa de la fanmilia
Pituelli, gentilmente cedidas como colaboración por el fin perseguido.
La decisión y firme voluntad demostrada por los esforzados componentes
de las Comisiones Directivas, despertó el interés del Sr. Nicasio Vila,
propietario de una gran extensión de terrenos ubicados en el pueblo, y ofreció
la donación de dos lotes situados en la calle Perú (hoy Fraga) entre Mendoza y
Marcos Paz.
El día 1º de enero de 1906 se colocó la piedra fundamental del
anhelado local social y meses después se procedió a la inauguración del
edificio.
En el mes de junio, bajo la presidencia del Sr. Valentín Franzetti se
obtuvo la personería jurídica. Por entonces, el lugar llamado "Pueblo
Eloy Palacios" , por disposición de las autoridades municipales adoptó el
nombre de Barrio Vila, en virtud de habérsele asignado esa denominación a la
estación existente del ferrocarril.
Al promediar el año 1911 sobrevino la guerra de Italia en la
Tripolitania, seguida por la Guerra Mundial de 1914, hechos estos, que, si bien
la República Argentina no estaba comprometida, afectó considerablemente la
moral de los pobladores del lugar, en su mayor parte italianos o descendientes
de estos, hasta el punto de paralizarse toda actividad social en el barrio.
Mientras persistió ésta anomalía, que se prolongó hasta el año 1921,
fue custodio de los bienes sociales, el Sr. Ludovico Pituelli, en su caracter de
presidente, no desarrollándose ninguna actividad por hallarse acéfala la
Comisión Directiva. A partir del 17 de julio de 1921, habiendo desaparecido los
inconvenientes que mantuvieron a la sociedad inactiva por espacio de varios años,
mediante la intervención de varios de sus fundadores y nuevos socios, se inicia
la reorganización de la institución a efectos de reagruparse a los asociados y
reiniciar las actividades propias de las mismas.
Desde entonces fue incesante la labor desarrollada por
las sucesivas comisiones; la fusión con la Sociedad de Socorros Mutuos 9 de
Julio, la construcción del escenario, la construcción del nuevo edificio,
inaugurado el 9 de julio de 1939 y el incremento de los servicios sociales y
culturales. En la década del año 1940 al 1950, sus reuniones danzantes
alcanzaron notable trascendencia por la numerosa concurrencia y por la calidad
de las orquestas que allí actuaron. Mucho más habría por decir de ésta señera
institución, que aún, pese a los años transcurridos, sigue brindando
servicios a la comunidad y es de desear que pronto recobre la pujanza que otrora
exhibiera como entidad mutual,social y cultural.
Copyright
© Sociedad de Estudios Históricos de Barrio Belgrano
Presidente Sr. Wildemar Roberto Bengochea
Email: wildbengochea@hotmail.com
Diseñador Web : Dr. Marco Bruno D´Acierno
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Rosario
- Pcia de Santa Fe - Argentina - Sud Améérica
Ultima modificación : Lunes, 07 de Abril de 2003
Rosario , Lunes, 07 de Abril de 2003