Dragones de Tierra

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7: En la isla de Yiske

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-Weevil, ¿por qué no te sacas el saco?- le preguntó Mokuba –Hace calor-

Un frente cálido había salido de quien sabe dónde, y por tres noches seguidas el termómetro rozó los treinta grados. Algo insólito en el Atlántico, en especial estando cerca de Portugal en invierno.

-No, gracias, estoy bien así- le respondió, cortés.

-¿Estás seguro?- replicó Mokuba –Hasta los profesores están sin el saco-

Era cierto. La ola de calor los había tomado desprevenidos, y a muchos los había agarrado con ropas de invierno. Pero Weevil aún no se había decidido a mostrarles el brazalete a otros que no fueran Pegasus y Cecilia. De hecho, no sabía si todos lo podían ver, pero no quería correr riesgos. Algunos vampiros no lo entenderían... Y no tenía otro lugar adónde ir que no fuera Yiske.

-Es que... – Weevil no sabía qué decir. Como Portador, no podía mentir, no estaba en su naturaleza, pero si decía algo y los que lo oían lo interpretaban de otra manera de la que él quería darle, eso no era su culpa –No me sentiría cómodo así-

-¿Acaso te gusta el calor?- le preguntó Mokuba.

-Me gusta la calidez- dijo Weevil, llevando su mano izquierda hacia su corazón –En especial la calidez de... – pero se calló, apenado por lo que iba a decir.

-¿Acaso de alguna chica?- Mokuba le puso ojos coquetos.

-No es lo que crees-

-¿Entonces?-

-Lo que más me gustaba cuando era pequeño era la calidez de mi madre. Antes que supiera... Antes que cayera en el miedo. Es el recuerdo más cálido que tengo, aunque cuando estaba con Yuugi me sentía bien... – Weevil se había perdido en sus recuerdos.

-Yuugi. ¿Ese no es el nombre de un chico?-

-Sí, era un gran amigo... – Weevil aún no reaccionaba.

-¿Vive?-

-Está en China-

Mokuba se sorprendió. Era la primera vez que escuchaba que alguien hubiera llegado vivo a China.

-¿Llegó a China?- Weevil asintió -¿Desde Londres?- otro asentimiento -¿Pero cómo hizo?-

-Larga historia. Estuvo a mi lado por mucho tiempo, y fue mi único sostén... Pero luego tuvimos que separarnos, y ya casi no sé de él-

-¿Casi?-

Weevil reaccionó. Miró a Mokuba, quien lo observaba con una ceja levantada.

-Sólo sé que está con una familia rural que planta arroz. No sé exactamente dónde vive o cómo se llama la familia con la que está. Pero al menos ahora tiene paz-

-Ah- Mokuba no estaba del todo convencido -¿Y que harás con lo de la excursión?-

-Lo olvidé- dijo Weevil.

-Pues mañana es el último día, así que acuérdate. Yo voy- dijo, sonriendo –Quiero ver a los de Gartland(1)-

-¿Y cuántas escuelas hay en Yiske?-

-Dos, Estrella de plata y Gartland. La última fue creada por un alemán, y esta por un chileno- Weevil lo miró, extrañado –Sí, un chileno. Raro, ¿no?-

-¿Por la estrella en la bandera de Chile(2)?-

-Supongo. Pero tenía una estrella blanca-

-Tal vez quería diferenciarse en algo, para que no haya... confusiones-

-¿Lo crees?-

-No, pero fue lo primero que se me apareció en la cabeza-

-¿Puedes decirme algo, hablando de cabezas?-

-Sí, si puedo-

-¿Por qué tienes el pelo verde?-

-Eh... – Weevil titubeó –Es una larga historia... –

-Tenemos tiempo-

-Es que... para resumir, fue un cambio que sucedió cuando Yuugi y yo nos separamos. El resto es demasiado complicado como para resumirlo en una sola noche, pero eso sería mas o menos así-

-Ah- Mokuba hizo una pausa -¿Cómo aprendiste tantos idiomas? El chino es difícil y el latín... –

-Es algo que aprendí mientras estaba en China... y Yuugi sabía muchas cosas, otras las aprendí leyendo y conociendo a otras personas-

-Un momento, ¿estuviste en China?-

-Físicamente no-

-¿Entonces?-

-Hay más de una forma de estar, no sólo físicamente, en un lugar-

-Ah- fue todo lo que dijo Mokuba.

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Los sistemas de seguridad eran difíciles de atravesar, pero no para alguien como Saya. Los Destripadores tenían muchos trucos que no habían mostrado nunca, hechos sólo para ella, para que pudiera llegar al centro de Yiske. ¿Y quién mejor que ella, si  estaba más cerca de los malditos que de los iluminados?

Aquellos que luchaban para que el Sol alumbrara a los que sí podían verlo, ésos eran los iluminados. Y los malditos... Bueno, eran la escoria del mundo. Y que estuvieran en un basurero flotante no era suficiente castigo. Debían desaparecer. Y los chinos y todo los que apoyaran a los vampiros también.

Pero ella no. Ella era especial, y sabía muy bien lo que quería.

Y ella quería a Weevil.

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Buenas y santas empecé a mover las cosas en el resto del mundo. ¿Pensaban que los Destripadores se iban a quedar quietos? Pues no, ellos nunca dejan de lado a sus presas. En este caso Weevil.

¿Sólo Weevil?

Bueno, os digo que este fic ya está por más de la mitad, o sea que terminará antes del capítulo 13, si mis cálculos no fallan. Pero con “Yumesan” dije que iban a ser nueve y terminaron siendo once... Dios dirá, como dicen por ahí.

(1)No, no me gusta Saber Marionette, pero el nombre Gartland sí me gusta, por más que los alumnos no sean lo que piensan.

(2)Sipes, Chile, el país hermano por la cordillera. La bandera argentina tiene un Sol... y no es muy visto por los vampiros que digamos.

Nos leemos

Nakokun

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