Cuidados
inmediatos
Incluso la piel
más limpia es un criadero de bacterias, y el sudor, en pequeñas cantidades incluso,
está continuamente arrastrando bacterias desde el pecho hasta la cintura. Por esta razón
tu ombligo siempre está expuesto a bacterias frescas, por lo que la limpieza de tu
piercing es vital para conseguir una cicatrización correcta. Con unos buenos cuidados, tu
piercing cicatrizará con muy pocos problemas; sin ellos, la infección está
prácticamente garantizada.
El lavado
- Lávate las manos cuidadosamente antes de
tocar el piercing o el pendiente.
- Elimina las secreciones secas que están
en el pendiente usando un bastoncito de algodón o una gasa humedecidos con agua caliente,
antes de rotarla; no utilices las uñas.
- Aplica el jabón alrededor del piercing y
rota el pendiente durante unos 15 segundos para enjabonar el interior del piercing. Deja
actuar el jabón en el piercing durante aproximadamente tres minutos.
- Aclara el piercing, el pendiente y la piel
de alrededor con agua abundante, mientras giras el pendiente unas cuantas veces para sacar
el jabón del interior del piercing.
- Seca el piercing utilizando pañuelos de
papel desechables, bastoncitos de algodón o gasas. A continuación seca el interior del
ombligo concienzudamente. Las bacterias viven en los lugares húmedos.
La solución salina
Un lavado excesivo puede
irritar el piercing, por tanto, no laves el piercing con más frecuencia de lo indicado a
menos que haya sido expuesto a la suciedad, el sudor o a fluidos corporales. Puedes
utilizar alguna solución salina para eliminar las
secreciones secas entre lavados.
Los enjuagues de
solución salina tibia ayudan a eliminar las costras y las secreciones y a aliviar el
picor. No es necesario lavar el piercing después del enjuague con la solución salina; en
cualquier caso, el enjuague no debe sustituir el lavado. Se recomienda utilizar un
vaso desechable. Si notas escozor o te sangra el piercing mientras lo enjuagas, suspende
los enjuagues hasta que el piercing haya comenzado a cicatrizar (generalmente durante 1 ó
2 semanas).
Qué no hacer
NO UTILICES
Betadine ® (Povidona yodada), alcohol, agua oxigenada, jabones con clorhexidina ni
Mirstrato de isopropilo.
NO UTILICES
pomadas antibióticas. Las pomadas antibióticas están contraindicadas en las heridas
punzantes y pueden ocasionar sobreinfecciones por microorganismos no sensibles. Las
pomadas antibióticas no limpian.
No utilices cinturones
sobre el piercing del ombligo. El cinturón ejercerá presión sobre el piercing, lo que
contribuirá a prolongar la cicatrización, a producir cicatrices excesivamente
desarrolladas y antiestéticas, o la migración o el rechazo del pendiente.
El pendiente se dirigirá
hacia donde tenga menor resistencia; si lo mantienes torcido hacia un lado, se quedará
así. Para prevenir las desviaciones e irritaciones innecesarias, evita que el pantalón
se apoye sobre el pendiente y no duermas boca abajo.
Las causas más
frecuentes de infección son tocar el piercing o el pendiente con las manos sin haberlas
lavado antes, o los contactos con cosas sucias, como la ropa, las sábanas y el pelo. No
permitas que tu piercing entre en contacto con los fluidos corporales de otra persona
durante el proceso de cicatrización. Esto incluye la saliva.
Cuidados de
mantenimiento
Durante la primera
semana, lávate el piercing del ombligo tres veces al día (mañana, mediodía y noche).
Después de la primera semana deberás pasar a lavártelo solamente dos veces al día, por
la mañana y por la noche. Al finalizar la segunda semana puedes empezar a lavártelo
solamente una vez al día.
Después de que se haya
completado el proceso de cicatrización, deberías seguir lavando tu piercing al menos una
vez al día, como una parte más de tu rutina de baño o ducha, para evitar el acúmulo de
suciedad y células muertas.
El exceso de lavados
irrita y reseca el ombligo; la piel se agrieta y se rompe, exponiendo los tejidos
subyacentes a la suciedad y a las bacterias. No te obsesiones con la limpieza.
En caso de que tuvieras
que utilizar ropa muy ajustada a la cintura, o tuvieras que someter la zona a impactos o
esfuerzos durante algún tipo de actividad (deportes de contacto, por ejemplo), puedes
colocarte un parche ocular desechable sobre el piercing.
Si practicas deportes u
otra actividad física intensa, deberías ducharte inmediatamente después y limpiarte el
piercing en la ducha. Si estás expuesto a un ambiente sucio (trabajo en ambientes
polvorientos, por ejemplo), lávalo más frecuentemente. Para limpiar la zona fuera de
casa utiliza toallitas para bebés o algún producto similar. Tan pronto como llegues a
casa es recomendable realizar un lavado completo del piercing. |