Llegais a un claro del bosque en el que se está fraguando
una peculiar batalla. Tres soldados pelean a brazo partido contra una figura
embozada en una capa roja. La pelea parece interminable, vos os refugiais
tras un gigantesco roble y veis cómo se desarrolla la pelea. Al final
dos soldados caen al suelo muertos y el tercero huye despavorido entre gritos
de dolor. La figura parece inspeccionar los cuerpos y de pronto alza su mirada
hacia donde vos os encontrais.
En un ágil movimiento os apunta con un arco; "Irten hortik edo damutuko zara" Os acercais tembloroso a la figura dándole a entender que os habeis perdido en el bosque y que no teneis ningún dinero en vuestra bolsa. El desconocido parece dudar y baja su arco..."Acompañadme".
El guerrero os conduce entre las frondosidades de un interminable
bosque, apenas si os habla mientras que os lanza furtivas miradas. Vos no
podeis ver su rostro...los pliegues de su capucha lo impiden. Pronto llegais
a un claro del Bosque...en el se divisa una construcción y un cartel
en el que se lee
"Posada"
.
De la casa salen unos duendes y una dama elfa. El desconocido se interna en la casa y vos sois ayudado a descabalgar por los duendes. Vuestro corcel es conducido a las caballerizas y preguntais a uno de los duendes. "Quienes sois? ¿ladrones?, ¿forajidos?", el duende os mira y divertido os replica; "Somos amigos del mercenario. Ese que os ha traído se llama Ipar...es una larga historia, pasar dentro y descansar...ya habrá tiempo de contar leyendas y hablar de maldiciones".
Estais tan cansado que aceptais gustoso el ofrecimiento, entrais en la posada dispuesto a desentrañar este misterio
